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Amigo y enemigo

Los jamelgos del diablo hacían justicia a su nombre. En la segunda noche, uno se acercó a Jacob disimuladamente enseñando los dientes, y a Donnersmarck le escaldaron los dedos mientras los alimentaba con carne de conejo. Pero eran rápidos.

Árboles fronterizos y desfiladeros helados. Lagos, bosques, pueblos, ciudades. El miedo que Jacob sentía por Zorro era como un veneno que le penetraba en el cuerpo. La idea de hallarla muerta era tan insoportable que intentaba ahuyentar el pensamiento como había hecho de niño con la nostalgia por su padre. Pero no lo conseguía. Cada día que pasaba, cada kilómetro que recorrían, las imágenes se volvían más espantosas, y en sus sueños eran tan reales que se despertaba buscando en sus manos la sangre de Zorro.

Le preguntaba a Donnersmarck por la emperatriz y su hija para distraerse, por el hijo que no podía ser, por el Hada Oscura… Pero la voz de Donnersmarck se transformaba una y otra vez en la de Zorro: Encontrarás el corazón. Lo sé. Ella era todo cuanto quería encontrar.

Cuando al fin cruzaron la frontera de Lothringen, habían pasado más de seis días desde que Troisclerq había subido con ella al carruaje. Atravesaron ríos en los que se reflejaban blancos palacios, cruzaron a caballo pueblos con caminos de tierra y, a la luz de la luna, oyeron cantar a flores como si de ruiseñores se trataran… El corazón de Lothringen seguía latiendo al viejo compás, mientras los ingenieros construían uno mecánico como en Albión.

En algún momento, Donnersmarck tiró de las riendas del caballo. En un prado, las flores blancas se entremezclaban con la hierba mordida. Olvídatedeti. El animal evitaba las discretas flores cuyo narcótico aceite los barbazules derramaban lentamente sobre las que prendían a sus víctimas en el vestido o en el cabello. También se frotaban las mejillas recién afeitadas con él.

Poco después llegaron a un poste indicador. Hasta Champlitte quedaban aún tres kilómetros. Se miraron. Las mismas imágenes en sus cabezas. Pero en el recuerdo de Jacob, incluso la hermana fallecida de Donnersmarck tenía el rostro de Zorro.