LAS «CIPRIAS»

1

Determinación de Zeus: unos lo interpretan como el destino, otros entienden la sacra encina adivinatoria de Zeus en el monte Dodoneo de Tesprocia, como dice el propio Homero en la Odisea[69] Otros dijeron que Homero se refiere a otra historia. Dicen en efecto que la Tierra, abrumada por la muchedumbre de los hombres, y al no haber piedad alguna entre los hombres, le pidió a Zeus que la aliviara de la carga, y que Zeus suscitó primero en seguida la guerra tebana, por la que hizo perecer a muchísimos. Luego, tomando en esta ocasión a Momo como consejero —lo que Homero llama la determinación de Zeus—, 〈suscitó la de Troya〉. Aunque él era capaz de arruinarlos a todos con rayos o diluvios, dado que Momo lo disuadió de ello y le aconsejó la boda de Tetis con un mortal y la procreación de una hermosa hija, se inició por ambas cosas la guerra entre griegos y bárbaros por la que, con el tiempo, se consiguió que la tierra se aligerara, tras la muerte de muchos. La historia aparece en Estasino, el autor de las Ciprias, que dice lo siguiente:

Hubo un tiempo en el que innumerables tribus 〈de hombres,〉 errantes por la tierra, 〈agobiaban〉 la superficie de la tierra de profundo pecho. Zeus se apiadó al verlo y en su sagaz inteligencia decidió aligerar de hombres a la tierra de todos nutricia, atizando la gran querella de la guerra troyana, para que la despoblara el peso de la muerte. En Troya los héroes perecían y se cumplía la determinación de Zeus.

ESCOLIO A VIND. 61, min.A Ilíada I 5

2

El autor de las Ciprias (dice que Tetis), por complacer a Hera, rehuyó la unión con él (con Zeus) y que Zeus, encolerizado, juró que ella compartiría su lecho con un mortal. También en Hesíodo aparece algo semejante.

Volumina Herculanensia, col. alt., VIII, 105

3

Tenía decidido de antemano conservar sólo para él la lanza porque Hefesto no había trabajado la madera, Pues en las bodas de Peleo y Tetis, los dioses, reunidos en el Pelión para el banquete, le traían obsequios a Peleo. Quirón, tras haber arrancado un rozagante fresno, lo preparó para una lanza. Dicen que Atenea la pulió y Hefesto la guarneció. Con esa lanza Peleo destacaba en los combates y después de él, Aquiles. La historia aparece en el autor de las Ciprias.

ESCOLIOS A y min. A Ilíada XVI 140

4

De las flores usadas para hacer coronas hace mención el autor del poema las Ciprias, Hegesias o Estasino. Pues Demodamante de Halicarnaso o de Mileto, en el Sobre Halicarnaso, dice que las Ciprias son poemas de un halicarnasio. Pues bien, quienquiera que sea su autor, dice en el libro primero lo siguiente:

Se puso sobre su cuerpo los vestidos que las Gracias y las Horas habían hecho y teñido con cuantas flores primaverales traen consigo las Horas: azafrán, jacinto, violeta lozana, hermoso capullo de rosa, dulce como el néctar, cálices en flor fragantes como la ambrosía de narciso y de lirio. Tales vestidos, perfumados por todas las estaciones, fueron los que Afrodita se puso.

ATENEO, 682d

5

Este poeta es evidente que conoce el uso de las coronas, por lo que dice:

Y una vez que la risueña Afrodita con sus sirvientes hubieron trenzado en fragantes coronas las flores de la tierra, se las pusieron en la cabeza las diosas de fúlgido velo, las Ninfas y las Gracias, al tiempo que la áurea Afrodita, mientras entonaban un hermoso canto, por el monte Ida, pródigo en veneros.

ATENEO, 682f

6

Añádase asimismo el que escribió los poemas Cipriacos:

Cástor era mortal, y el destino de la muerte le estaba determinado. En cambio era inmortal Pólux, vástago de Ares.

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protréptico II 30, 5

7A

No se me oculta (…) que también el autor del poema las Ciprias, sea un chipriota o Estasino, o como le guste que lo llamen, presenta a Némesis perseguida por Zeus y metamorfoseada en pez en los siguientes versos:

Después de éstos (los Dioscuros), dio a luz (Leda) la tercera a Helena, asombro de los mortales. A ella la había engendrado en tiempos Némesis, la de hermosa cabellera, unida en amor a Zeus, rey de los dioses, bajo violenta coacción. En efecto, huía y no quería unirse en amor al padre Zeus Cronión, pues angustiaba su mente por el pudor y la indignación. Por tierra y por las oscuras aguas infecundas huía, mas Zeus la perseguía y ansiaba en su ánimo alcanzarla. Ella, tomando unas veces la forma de un pez por entre el oleaje del mar muy bramador, perturbaba el ponto un largo trecho. Otras veces, por la corriente del Océano y los confines de la tierra, otras veces por la tierra firme, pródiga en labrantíos, se convertía continuamente en cuantas terribles criaturas sustenta la tierra firme para eludirlo.

ATENEO, 334b

7B

(Entre las mujeres amadas por Zeus). Una de ellas era Némesis, a propósito de la cual, el autor de las Ciprias cuenta que se metamorfoseó en oca, que Zeus la persiguió y se unió a ella, y que ella puso un huevo del que nació Helena. Paralelamente, por el amor de Leda, Zeus se metamorfoseó en cisne.

Fragmento 8, 1 Bethe

8A

Cerca se halla un santuario de Hilaíra y Feba. El autor del poema las Ciprias dice que éstas son hijas de Apolo.

PAUSANIAS, III 16, 1

8B

De Tindáreo son hermanos también Afareo y Leucipo. Leucipo tenía dos hijas: Feba e Hilaíra, a las que raptaron los Dioscuros cuando eran aún vírgenes. Pues si los Tindáridas no hubieran enloquecido los primeros por sus primas hermanas, tampoco Alejandro por la hermana de éstos. Así lo dice también el Léxico Homérico en el Canto III de la Ilíada, aunque también Licofrón da otra versión del tema y de los hijos de Afareo, Idas y Linceo.

ESTÉFANO, Comentario a la Retórica de Aristóteles II 23

9

Lisímaco y algunos otros cuentan que de Helena nació también Nicóstrato. Pero el que compuso las Narraciones Ciprias dice que fue Plístenes, con el cual llegó a Chipre y que el que ella le parió a Alejandro fue Agano.

ESCOLIO A EURÍPIDES, Andrómaca 898

10A

Helena, raptada por Alejandro, ignorante de la desgracia ocurrida entretanto a sus hermanos los Dioscuros, supone que éstos no se han dirigido a Troya por vergüenza por ella, puesto que había sido raptada antes por Teseo, como se ha dicho. Fue en efecto a consecuencia del rapto ocurrido entonces por lo que fue saqueada Afidna, una ciudad del Ática, y Cástor fue herido en el muslo derecho por Afidno, el entonces rey. Los Dioscuros, al no encontrar a Teseo[70], saquean Atenas. La historia aparece en los Polemonios o en los Cíclicos, y en parte en Alcmán el lírico.

ESCOLIO A min. A Ilíada III 242

10B

Hereas cuenta que Alico murió a manos de Teseo junto a Afidna, y presenta como testimonio estos versos acerca de Alico:

al que Teseo mató en combate en la espaciosa Afidna, por causa de Helena, la de hermosa cabellera.

PLUTARCO, Teseo 32

11A

Aristarco considera preferible escribir hemenon, de acuerdo con una historia contada en las Ciprias. Pues el que escribió las Ciprias dice que Cástor, escondido como estaba en la encina, fue visto por Linceo. Apolodoro sigue también esta variante. Respecto a ellos dice Dídimo que, aunque ambos, Cástor y Pólux, estaban emboscados bajo la encina, Linceo sólo vio a Cástor[71] (…). Presentan como testimonio al que escribió las Ciprias, que dice así:

En seguida Linceo subió al Taigeto, fiado en sus raudos pies. Al llegar a lo más alto, atalayó la isla toda del tantálida Pélope y el glorioso héroe los vio de inmediato con sus terribles ojos a ambos, dentro de una encina hueca: a Cástor, domador de caballos y al vencedor de competiciones, Pólux. Y acercándoseles, hirió…

ESCOLIO A PÍNDARO, Nemea X 114

11B

Que Cástor fue herido por un dardo por Idas, hijo de Afareo, lo escribe [Estasino (?)].

FILODEMO, De la Piedad, c. 34c

12

Según estos versos y este pasaje, se demuestra y no mínimamente, sino de la forma más concluyente, que el poema las Ciprias no es de Homero, sino de algún otro. Pues en las Ciprias se dice que Alejandro llegó de Esparta a Ilión cuando traía a Helena, en tres días

disfrutando de una brisa propicia y de un mar en calma[72]

En la Ilíada[73] dice que anduvo errante cuando la traía.

HERÓDOTO, II 117

13

Menelao, ten por seguro que los dioses hicieron del vino lo mejor para disiparles a los hombres mortales las inquietudes.

Eso lo dice el poeta de las Ciprias, quienquiera que sea.

ATENEO, 35c; cf. Suda s.v. Oînos; EUSTACIO, 1623, 44

14

Al hijo de Aquiles, Homero le da el nombre de Neoptólemo en todo el poema. El poema las Ciprias (…) dice que le fue dado por Fénix porque Aquiles había comenzado a combatir cuando era aún muy joven de edad[74].

PAUSANIAS, X 26, 4

15

(…) o bien sigue a Homero, que habla de las tres hijas de Agamenón, o, como dice el escritor de las Ciprias, cuatro, distinguiendo Ifigenia e Ifianasa.

ESCOLIO L. A SÓFOCLES, Electra 157

16

Si Agamenón dijo lo siguiente:

No pensaba encolerizar de un modo tan terrible al ardido corazón de Aquiles, pues muy querido me era,

es cosa digna de estima.

PAPIRO DE PARÍS, 2, col. 11, 27

17

No sabemos que hubiera habido algún hijo de Linceo, pero sí de Idas, una hija, Cleopatra, con Marpesa, que compartió su lecho con Meleagro. Pero el autor del poema las Ciprias dice que fue de Protesilao, que, cuando los griegos ganaron la costa de la Tróade, se atrevió a desembarcar el primero, y que el nombre de la mujer de este Protesilao era Polidora. Dice también que fue hija de Meleagro, el hijo de Eneo.

PAUSANIAS, IV 2, 7

18

(Aquiles capturó a Briseida) tras haber saqueado la ciudad bien amurallada, Pédaso, según los poetas de las Ciprias, pero según él (Homero), Lirneso.

ESCOLIO T A Ilíada XVI 57

19A

Cuentan algunos que Criseida fue raptada de Tebas Hipoplacia[75] y no por haberse refugiado allí ni porque había ido a un sacrificio de Ártemis, como dice el que escribió las Ciprias, sino por ser compatriota o conciudadana de Andrómaca.

EUSTACIO, 119, 4

19B

Algunos dicen que también Criseida fue raptada de Tebas. Dicen que, por ser Crisa una ciudad muy pequeña, sin murallas y humilde, los que habían huido de ella a causa de la guerra, se hallaban en Tebas como más segura y mayor que era.

ESCOLIO A min. A Ilíada, I 366

20

De Estáfilo, el hijo de Dionisio, nace una hija, Reo. A ella se unió Apolo. Al percatarse, Estáfilo la metió en un cofre y la soltó en el mar. Ella llegó a Eubea y parió allí en una gruta a un niño al que llamó Anio por el sufrimiento que padeció por su causa[76]. Apolo lo llevó a Delos y él, tras desposar a Doripa, engendró a las Enótropos: Eno, Espermo y Eleda, a las que Dionisio concedió que convirtieran en semilla cuando quisieran. Ferécides dice que Anio convenció a los griegos de que, acudiendo junto a él, permanecieran allí durante nueve años, y que les había sido concedido por los dioses que al décimo año destruirían Troya. Y les prometió que serían nutridos por sus hijas. Aparece esto en el autor de las Ciprias.

ESCOLIO A LICOFRÓN, 570

21

Que Palamedes fue ahogado cuando había salido a la captura de peces y que Diomedes y Ulises fueron sus matadores lo sé por haberlo leído en el poema las Ciprias.

PAUSANIAS, X 31, 2

22

Lesques[77] y el poema las Ciprias hacen a Eurídica esposa de Eneas.

PAUSANIAS, X 26, I

23

Digo precisamente lo contrario de lo que compuso el poeta, el que dijo:

De Zeus, el que hizo y engendró todo esto, no quieres hablar, pues donde hay temor, allí también hay reverencia.

Así pues, yo difiero de este poeta:

(Escolio) por lo razonable, según el miedo. La cita es de las Ciprias de Estasino[78].

PLATÓN, Eutifrón 12a, y ESCOLIO a.l.

24

También, en particular, la isla que hay en el Océano, morada de las Gorgonas, según dice el autor de las Ciprias:

Grávida de él, parió a las Gorgonas, terribles monstruos que habitaban, sobre el Océano de profundos torbellinos, Sarpedón, la isla rocosa.

HERODIANO, II, pág. 914 Lentz

25

Y por su parte, Estasino dice:

¡Insensato el que, tras matar al padre, deja vivos a los hijos!

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromateis VI 2, 19, 1

26

Que ella (Políxena) fue sacrificada por Neoptólemo lo dicen Eurípides e Íbico. Pero el autor de las Cipríacas dice que, herida por Ulises y Diomedes en la captura de la ciudad, fue sepultada por Neoptólemo, según escribe Glauco.

ESCOLIO A EURÍPIDES, Hécuba 41

27

Haciéndose a la mar hacia Troya, los griegos toman tierra en Misia y en su ignorancia, se apoderan de la ciudad 〈de Teutrania〉 en la idea de que es Troya. Télefo, hijo de Heracles y Auga, la hija de Aleo, que era el rey de los Misios, al ver su país saqueado, armó a los misios y persiguió a los griegos hasta sus naves, tras haber matado a muchos de ellos. Al volverse Aquiles contra él, Télefo se dio a la huida. En su carrera se enredó en unos sarmientos de vid y fue herido. Dioniso estaba irritado contra Télefo, que lo había privado de honores. Los griegos dieron media vuelta y volvieron a Argos.

Pero Télefo se hallaba aquejado por una herida incurable. Como el dios había dicho que nada podría curarlo salvo lo que lo había herido, fue a Argos. Una vez que prometió que no ayudaría a los troyanos, fue curado por Aquiles. Y Télefo les mostró el camino de Troya.

Tal es la historia que cuentan los neóteroi. Pero según el poeta (Homero), fue Calcante el que mostró a los griegos el camino de Troya.

ESCOLIO A GEN. A Ilíada I 59

Fragmentos de épica griega arcaica
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