29. Decreto efectivo
Durante el reinado de Luis XV de Francia se puso de moda el que las damas condujesen pequeñas carrozas por las calles más frecuentadas de París y, carentes como estaban de experiencia, atropellaban a muchas personas. El rey se preocupó por ello y llamo al Conde de D’Argenson, teniente general de la policía, para que tomase las medidas necesarias para evitarlo. «Señor, dejadme hacer a mí».
Al día siguiente publicó un decreto que prohibía a las mujeres guiar caballos a no ser que su edad fuese superior a treinta años. El éxito fue milagroso, pues eran pocas las mujeres que se atrevían a confesar que superaban la treintena y la moda desapareció.