04. Fiel amigo
Alejandro Magno tenía una amistad fraternal con su médico personal Filipo de Acarnania, al que conocía desde niño. En cierta ocasión, en la que el monarca había enfermado y requirió la presencia del galeno, fue advertido de que Filipo se había vendido al enemigo y que, muy probablemente, lo envenenaría.
De todos modos quiso que lo visitase y se bebió lo que le preparó el médico. Tras esto, Alejandro Magno dijo: «Prefiero morir a desconfiar de mis amigos».