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Por consiguiente, con la «Astounding Science Fiction» de agosto de 1938 y con el cuento Who Goes There? empieza la Edad de Oro de la Ciencia-ficción (con mayúsculas). Aquí debe terminar el libro cuyo título es La edad de oro de la ciencia-ficción.

Y yo era parte de la nueva Edad de Oro, En octubre de 1938, tres meses después de leer Who Goes There? (con un deleite comparable sólo a mi desesperación), conseguí mi primera venta... a la «Amazing» de Ziff-Davis. Tres meses después logré colocarle un relato a Campbell.

Ya era un autor hecho y derecho. Como la ciencia-ficción misma, acababa de ascender a un nivel más alto. En este plano superior, las alegrías no eran puras, pues existía la contrariedad de la narración que uno no sabía cómo terminar, y el temor a la fatal nota de rechazo del editor. Pero también existía el inaudito placer de conseguir una venta de vez en cuando.

Para lo que pasó luego, es decir para la historia de mis siguientes once años de luchas y vicisitudes (y narraciones), os recomiendo The Early Asimov, que desde ahora constará como el tomo segundo de mi peculiar autobiografía.

A menos, naturalmente, que ya lo hayáis leído.