–Podrías probar con Roger Hudson.
El nombre le resultaba conocido, pero no sabía de
dónde.
–Hudson fue el jefe de la bancada mayoritaria en el Senado
antes de retirarse de la política, y trabajó con Winthrop en una o
dos comisiones. Tal vez sepa algo. Es un hombre que no le tiene
miedo a nada.
–¿Podrías conseguirme una entrevista con él?
–Lo voy a intentar.
Una hora después Matt la llamó por teléfono.
–Roger Hudson te recibe el jueves al mediodía en su casa de
Georgetown.
–Muchas gracias, Matt.
–Escucha, tengo que hacerte una advertencia…
–¿Sí?
–Hudson es un cascarrabias.
–Trataré de no hacerlo enojar.
Matt estaba a punto de salir cuando Elliot Cromwell entró en
su oficina.
–Quiero hablar contigo acerca de Dana.
–¿Algún problema?
–No, y no quiero que surja ninguno, Matt. Esta investigación
que está haciendo sobre Taylor Winthrop…
–¿Sí?
–Está poniendo nerviosa a alguna gente. Además creo que
pierde el tiempo. Yo conocía bien a Taylor Winthrop y su familia, y
te aseguro que eran personas maravillosas.
–¿Qué daño puede hacer, entonces, que Dana siga con la
investigación?
Elliot Cromwell lo miró un momento, y luego se encogió de
hombros.
–Tenme al tanto.
–¿Podemos hablar por esta línea?
–Sí, señor.
–Bien. ¿Seguro que la información proveniente de WTN es
confiable? Es muy importante para nosotros.
–Sí, seguro. Viene directamente de la torre
principal.