–Gracias por recibirme, señora. Quería hablar con usted acerca de Madeline Winthrop.


–Pobre mujer. Era… la persona más amable que conocí en mi vida.

“Esto ya parece un disco rayado", pensó Dana.

–¡Murió de una forma tan horrible!

–Sí. Usted trabajó mucho tiempo con ella, ¿verdad?

–Así es.

–¿Alguna vez la vio hacer algo que pudiera haber ofendido a alguien o que le hubiera ganado enemigos?

Rosalind López la miró con expresión de sorpresa.

–¿Enemigos? No, señorita. A ella todo el mundo la quería.

“Decididamente, es un disco rayado", se dijo Dana.


En el trayecto de regreso a la oficina, pensó: "Supongo que me equivoqué. Por raro que parezca, todas esas muertes fueron producto del azar".

Se dirigió al despacho de Matt Baker, y fue recibida por Abbe Lasmann.

–Hola, Dana.

–¿Puedo hablar con Matt?

–Sí, pase.

Matt Baker levantó la vista cuando la vio entrar.

–¿Y, Sherlock Holmes? ¿Cómo anda todo?

–Elemental, mi querido Watson. Me equivoqué. No hay ninguna historia oculta en esa familia.




Capítulo 5


El llamado de su madre sorprendió a Dana.


–¡Dana, querida, tengo que darte una gran noticia!

–¿Qué noticia?

–¡Que me caso!

Dana se quedó petrificada.

–¿Qué?

–Tal como lo oyes. Fui a Westport (Connecticut), a visitar a una amiga, y ella me presentó a un hombre encantador…

–Me alegro por ti, mamá; te felicito.

–Ah, él es tan… tan… -Soltó una risita. – No puedo describírtelo con palabras, pero es realmente adorable. Te va a caer muy bien.

–¿Cuánto hace que lo conoces? – le preguntó, con cautela.

–Lo suficiente, querida. Somos tal para cual. La verdad es que me considero muy afortunada.

–¿Trabaja?

–Más que mi hija pareces mi madre. Por supuesto que trabaja. Es vendedor de seguros y le va muy bien. Se llama Peter Tomkins. Tiene una casa hermosa en Westport. Me encantaría que tú y Kimbal vinieran a conocerlo. ¿Van a venir?

–Claro.

–Peter se muere por conocerte personalmente. Ya le contó a todo el mundo que tengo una hija famosa. ¿Seguro que puedes venir?

–No te preocupes. – Dana no trabajaba los fines de semana, así que no tendría ningún problema. – Pronto nos tendrás a los dos ahí.