Capítulo 26

La mamá de Dana comió otro bocado de torta de bodas.


–Tiene mucha azúcar, demasiada. Cuando yo era joven, hacía unas tortas que se derretían en la boca. – Se volvió hacia su hija. – ¿No es cierto, querida?

A Dana no se le hubiera ocurrido nunca decir que "se derretían en la boca", pero no tenía importancia.

–Por supuesto, mamá -respondió con una cálida sonrisa.

Se habían casado en la intendencia de la ciudad, en una ceremonia presidida por un juez de paz. Dana había invitado a su madre a último momento, luego de hablar con ella por teléfono.

–Querida, al final no me casé con ese hombre tan desagradable. Tú y Kemal tenían razón, así que estoy de vuelta en Las Vegas.

–¿Qué pasó, mamá?

–Me enteré de que ya estaba casado, y su mujer tampoco lo quería.

–Qué pena.

–Así que acá estoy, otra vez sola.

Me siento sola era lo que la frase insinuaba; por eso, decidió invitarla a su casamiento. Sonrió al verla charlar con Kemal e incluso recordar su nombre. "Quizá hasta podamos convertirla en abuela". Su felicidad parecía tan inmensa que no lograba asimilarla. El solo hecho de haberse casado con Jeff ya era un milagro que la colmaba de dicha, pero había más.




Después del incendio, hubo que internar unos días a Jeff y Kemal porque habían inhalado mucho humo. Mientras estaban internados, una enfermera le contó a la prensa sobre las aventuras de Kemal, y los medios habían difundido la historia. Su foto apareció en los periódicos, y se contaron sus aventuras por televisión. Alguien estaba escribiendo un libro sobre sus experiencias, e incluso se hablaba de hacer una serie televisiva.


–Pero sólo si actúo yo -insistía Kemal, que se había convertido en el héroe de su escuela.

Cuando se llevó a cabo la ceremonia de adopción, asistieron la mitad de sus compañeros de clase, y lo aplaudieron.

–Ahora sí que estoy adoptado de verdad, ¿no? – dijo el niño.

–Sí, te adoptamos de verdad -confirmaron Dana y Jeff-. Ya formamos una familia.

–Alucinante. – "Me muero por contárselo a Ricky Underwood. ¡Ja!".


La terrible pesadilla del último mes iba olvidándose poco a poco. Ahora los tres constituían una familia, y su hogar era un refugio seguro. "No necesito más aventuras", pensaba Dana. "Ya he tenido suficiente para toda la vida".

Una mañana, Dana anunció:

–Encontré un hermoso departamento para los cuatro.

–Para los tres, querrás decir -la corrigió Jeff.

–No -insistió ella, con voz suave-. Para los cuatro.

Jeff se quedó mirándola.

–Quiere decir que va a tener un bebé -explicó Kemal-. Espero que sea varón, así podemos jugar juntos al básquet.


Y seguían llegando las buenas noticias. El primer programa de Será Justicia -titulado "La historia de Roger Hudson, una conspiración homicida"- obtuvo excelentes críticas y altos niveles de audiencia. Matt Baker y Elliot Cromwell estaban locos de contentos.

–Tendrías que ir pensando dónde vas a colocar tu premio Emmy-le aconsejó Elliot Cromwell a Dana.