8

LAS ADICCIONES

«No hay persona, lugar ni cosa que tenga poder alguno sobre mí. Soy libre.»

Enunciados

· Ahora quiero sentirme mejor.

· Fumar cigarrillos me ayuda a controlar el estrés.

· Una activa vida sexual es una buena escapatoria.

· No puedo dejar de comer.

· El hecho de beber me hace popular.

· Yo necesito perfección.

· Estoy jugando demasiado.

· Necesito mis tranquilizantes.

· No puedo dejar de comprarme cosas.

· No puedo cortar la relación con personas que abusan de mí.

¿Cuántas de estas expresiones te suenan familiares? Vamos a estudiar un poco más de cerca este comportamiento.

El comportamiento adictivo es otra manera de decir que uno no sirve. Cuando nos encontramos atrapados en este tipo de comportamiento, estamos intentando escapar de nosotros mismos. No podemos estar en contacto con nuestros sentimientos. Algo de lo que en este momento creemos, decimos o hacemos es demasiado doloroso para que podamos mirarlo de frente, y por eso comemos o bebemos en exceso, nos dejamos arrastrar por un comportamiento sexual compulsivo, nos atiborramos de píldoras, gastamos dinero que no tenemos y mantenemos relaciones amorosas denigrantes.

Hay programas de doce pasos (como el de Alcohólicos Anónimos) pensados para tratar la mayoría de estas adicciones, y que hacen muchísimo bien a miles de personas. En este capítulo no me propongo contar lo que han hecho esos programas por las personas que exhiben comportamientos adictivos. Creo que primero debemos darnos cuenta de por qué necesitamos una determinada adicción, y de que es preciso que nos liberemos de esa necesidad si queremos abandonar nuestro comportamiento adictivo.

Amarse y aprobarse cada cual a sí mismo, confiar en el proceso de la vida y sentirse seguro porque uno conoce el poder de su propia mente son cosas sumamente importantes cuando se trabaja con comportamientos adictivos. Mis experiencias con adictos me han demostrado que la mayoría de ellos son personas que comparten un profundo odio hacia sí mismas. Son muy rígidos e intolerantes consigo mismos. Día tras día, se auto castigan ¿Por qué? Porque en alguna época, cuando eran niños, aceptaron la idea de que no servían, de que eran malos y necesitaban que los castigaran. Cuando llevan consigo abusos físicos, emocionales o sexuales, las vivencias de la primera infancia contribuyen a ese odio. La sinceridad, el perdón, el amor a uno mismo y una disposición a vivir en la verdad pueden ayudar a sanar esas tempranas heridas y conseguir que la persona adicta encuentre un respiro ante su comportamiento compulsivo. Además, creo que otro rasgo de la personalidad adictiva es el miedo. Hay un miedo enorme a dejarse ir a relajarse y confiar en el proceso vital. En tanto que sigamos creyendo que el mundo es un lugar peligroso, donde la gente y las situaciones están a la espera de poder «echarnos mano», esa creencia se convertirá en nuestra realidad..

¿Estás dispuesto a renunciar a las ideas y creencias que no te sirven de apoyo ni te nutren? Entonces, estás en condiciones de que reanudemos nuestro viaje.

EJERCICIO: Libérate de tus adicciones

Aquí es donde se produce el cambio: precisamente aquí y ahora, ¡en nuestra propia mente! Haz algunas inspiraciones profundas, cierra los ojos y piensa en la persona, el lugar o la cosa objeto de la adicción. Piensa en la insensatez subyacente en la adicción. Estás tratando de componer lo que crees que está mal dentro de tí, aterrándote a algo que está fuera. El punto de poder está en el momento presente, y hoy puedes iniciar el cambio.

Una vez más, te insisto en que te dispongas a liberarte de la necesidad. Di:

«Estoy dispuesto a renunciar a la necesidad de ____________________ en mi vida. Renuncio a ella ahora, y confío en que el proceso de la vida satisfaga mis necesidades.»

Repítelo cada mañana en tu meditación cotidiana y en tus plegarias. Ya has dado un paso más hacia la libertad.

Ámate a ti mismo: cambiarás tu vida
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml