EL TRABAJO CON EL ESPEJO
¿Crees que te mereces tener paz y serenidad en tu vida emocional? Si no lo crees, no te permitirás tenerlas. Vuelve a mirarte en el espejo y di: «Me merezco tener paz interior, y la acepto ahora.» Dilo unas cuantas veces.
1. ¿Qué clase de sentimientos afloran?
2. Corporalmente, ¿cómo te sientes?
3. Lo que acabas de decir, ¿te suena a verdad, o todavía te sientes indigno de ello?
Si tienes cualquier sensación negativa en el cuerpo, afirma: «Me libero de la pauta que en mi conciencia está creando resistencias a mi propio bien. Me merezco sentirme bien.»
Repítelo hasta que sientas la aceptación. Haz lo mismo durante varios días seguidos. Quizá te sientas raro o tonto haciendo alguno de estos ejercicios. Tal vez te preguntes cómo es posible que hacer eso dé algún resultado. Pues yo he visto que a mucha gente le funciona. Poco a poco se logran maravillas.
EJERCICIO: Diviértete con tu niño interior
Cuando te encuentras en un estado de angustia o de miedo que no te permite funcionar, es probable que hayas abandonado a tu niño interior. Piensa algunas maneras de volver a conectarte con él. ¿Qué podríais hacer vosotros dos para divertiros? ¿Qué podríais hacer que sea LO QUE NECESITÁIS?
Enumera quince maneras en las que podrías pasártelo bien con tu niño interior. Tal vez disfrutaseis leyendo buenos libros, yendo al cine, cuidando el jardín, escribiendo un diario o tomando un baño caliente. Y ¿qué hay de algunas actividades «de crios»? Realmente, tómate tiempo para pensarlo. Podríais iros corriendo hasta la playa, columpiaros, hacer dibujos con lápices de colores o encaramaros a un árbol. Una vez, que hayas hecho tu lista, procura practicar por lo menos una actividad por día. ¡Permítete empezar a sanar!