LIBRO VIII PLAN DE UNA GUERRA
El libro VIII ofrece una reconsideración de los conceptos generales expuestos anteriormente, al hablar de la guerra en cualquiera de sus variantes. En los diversos apartados de que consta, se expone la verdadera esencia de la guerra, con sus características más amplias e importantes. Así, en el capítulo II, Clausewitz afirma: «Si la gente actuara sabiamente, ninguna guerra comenzaría, o al menos no debería comenzar, sin que se encontrara primero respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué es lo que tiene que lograrse por la guerra y en la guerra? El primero es el objetivo final, el otro es el propósito intermedio (...) Dijimos en el primer capítulo que la derrota del enemigo es el propósito natural de todo acto de guerra y que si nos mantuviéramos dentro de los límites estrictamente filosóficos de la concepción, no podría fundamentalmente existir otro objetivo. Como esta idea debe aplicarse a ambas partes beligerantes, se deduciría que no puede existir la suspensión del acto militar, y que esa suspensión no puede tener lugar hasta que una u otra de las partes resulte realmente derrotada».
Esto debiera ser una verdad irreversible, porque la guerra posee una cohesión interna que canaliza todo el conjunto de factores que la componen hacia la consecución del fin propuesto (capítulos III, IV y V). Pero la historia ha demostrado suficientemente que no es así y Clausewitz expone una de las causas principales en el capítulo VI (el que sigue a continuación).