Lecturas recomendadas

En este apartado sugerimos posibles lecturas para aquellos interesados en profundizar en los diversos temas tratados en este libro. Además de los libros y artículos básicos, se ha procurado incluir referencias recientes que proporcionan listas exhaustivas de la bibliografía aparecida en los últimos tiempos. El título de las revistas va seguido por el número del volumen y, después del año de la publicación entre paréntesis, por los números de las páginas donde comienza y termina el artículo en cuestión.

1. La historia de los tres chimpancés

La bibliografía dedicada a deducir las relaciones existentes entre los humanos y otros primates mediante el reloj del ADN se compone de artículos técnicos publicados en revistas científicas. C. G. Sibley y J. E. Ahlquist presentan sus estudios en tres artículos: «The phylogeny of the hominoid primates, as indicated by DNA-DNA hybridization», Jowrnal of Molecular Evolution, 20 (1984), pp. 2-15; «DNA hybridization evidence of hominoid phylogeny: results from an expanded data set», Journal of Molecular Evolution, 26 (1987), pp. 99-121, y C. G. Sibley, J. A. Comstock y J. E. Ahlquist, «DNA hybridization evidence of hominoid phylogeny: a reanalysis of the data», Journal of Molecular Evolution, 30 (1990), pp. 202-236. Los numerosos estudios de Sibley y Ahlquist sobre el parentesco de las aves establecido a través de la aplicación de la metodología del ADN están resumidos en dos libros: C. G. Sibley y J. E. Ahlquist, Phylogeny and Classification of Birds, Yale University Press, New Haven, 1990, y C. G. Sibley y B. L. Monroejr., Distribution and Taxonomy of the Birds of the World, Yale University Press, New Haven, 1990.

Conclusiones similares sobre el parentesco entre humanos y primates se obtuvieron mediante comparaciones de ADN realizadas con un método diferente (denominado método del cloruro de tetratilamonio) del método hidróxido de apatito empleado por Sibley y Ahlquist. Los resultados fueron descritos por A. Caccone y J. R. Powell en «DNA divergence among hominoids», Evolution, 43 (1989), pp. 925-942. Estos autores explican en otro artículo cómo puede calcularse la similitud entre los ADN a partir de la mezcla de sus puntos de fusión: A. Caccone, R. De Salle y J. R. Powell, «Calibration of the changing thermal stability of DNA duplexes and degree of base pair mismatch», Journal of Molecular Evolution, 27 (1988), pp. 212-216.

Los dos artículos cuya referencia acaba de facilitarse comparan todo el material genético (ADN) de dos especies mediante el punto de fusión de su mezcla, con objeto de obtener una medida única del conjunto de semejanzas. Alternativamente, otro método mucho más trabajoso que ofrece resultados notablemente más pormenorizados sobre fracciones minúsculas del ADN de cada especie consiste en determinar la secuencia de unidades moleculares comprendida en esa porción de ADN. A continuación se citan cinco estudios, surgidos del mismo laboratorio, que aplican esa metodología al estudio de las relaciones entre los humanos y los primates: M. M. Miyamoto et al., «Phylogenetic relations of humans and African apes from DNA sequence in the globin región», Science, 238 (1987), pp. 369-373; M. M. Miyamoto et al., «Molecular systematics of higher primates: genealogical relations and classification», Proceedings of the National Academy of Sciences, 85 (1988), pp. 7627-7631; M. Goodman et al., «Molecular phylogeny of the family of apes and humans», Genome, 31 (1989), pp. 316-335; M. M. Miyamoto y M. Goodman, «DNA systematics and evolution of primates», Annual Reviews of Ecology and Systematics, 21 (1990), pp. 197-220, y M. Goodman et al., «Primate evolution at the DNA level and a classification of hominoids», Journal of Molecular Evolution, 30 (1990), pp. 260-266. El mismo principio se aplica a las relaciones entre los peces cíclidos del lago Victoria en: A. Meyer et al., «Monophyletic origin of Lake Victorias cichlid fishes suggested by mitochondrial DNA sequences», Nature, 347 (1990), pp. 550-553.

Dos artículos critican enérgicamente el reloj de ADN, en general, y la aplicación de esta metodología a la relación entre los humanos y los primates realizada por Sibley y Ahlquist; en concreto, son: J. Marks, C. W. Schmidt y V. M. Sarich, «DNA hybridization as a guide to phylogeny: relationships of the Hominoidea», Journal of Human Evolution, 17 (1988), pp. 769-786, y V. M. Sarich, C. W. Schmidt y J. Marks, «DNA hybridization as a guide to phylogeny: a critical analysis», Cladistics, 5 (1989), pp. 3-32. Desde mi punto de vista, las críticas de Marks, Schmidt y Sarich han obtenido una respuesta convincente. La concordancia de las conclusiones sobre la relación entre humanos y primates basadas en las mediciones realizadas por Sibley y Ahlquist con el reloj de ADN, con las mediciones realizadas por Caccone y Powell con el reloj de ADN, y con las obtenidas mediante las secuencias de ADN confirma la corrección de estos resultados.

En dos números de la Journal of Molecular Evolution se han publicado otros artículos sobre el reloj de ADN, junto a algunos de los citados más arriba: volumen 30, números 3 y 5 (1990).

2. El gran salto adelante

Entre la abundante bibliografía dedicada a la evolución humana, quiero destacar uno de los libros recientemente publicados que me ha servido de gran ayuda: Richard Klein, The Human Career, University of Chicago Press, Chicago, 1989. Otras obras de interés, ilustradas y menos técnicas, son: Roger Lewin, In the Age of Mankind, Smithsonian Books, Washington, D. C., 1988, y Brian Fagan, The Journey from Edén, Thames and Hudson, Nueva York, 1990.

Dos obras técnicas de autoría múltiple sobre la evolución humana reciente han sido compiladas por Fred H. Smith y Frank Spencer, The Origins of Modern Humans, Liss, Nueva York, 1984, y por Paul Mellars y Chris Stringer, The Human Revolution: Behavíoural and Biological Perspectives on the Origins of Modern Humans, Edinburgh University Press, Edimburgo, 1989. Entre los artículos recientes sobre la datación y la geografía de la evolución humana pueden citarse: C. B. Stringer y P. Andrews, «Genetic and fossil evidence for the origin of modern humans», Science, 239 (1989), pp. 1263-1268; H. Valladas et al, «Thermoluminescence dating of Mousterian “proto-Cro-Magnon” remains from Israel and the origin of modern man», Nature, 331 (1988), pp. 614-616; C. B. Stringer et al, «ESR dates for the hominid burial site of Es Skhul in Israel», Nature, 338 (1989), pp. 756-758; J. L. Bischoff et al., «Abrupt Mousterian-Aurignacian boundaries at c. 40 ka bp: accelerator 14C dates from l’Arbreda Cave (Catalunya, Spain)». Journal of Archeological Science, 16 (1989), pp. 563-576;V. Cabrera-Valdés y J. Bischoff, «Accelerator 14C dates for Early Upper Paleolithic (Basal Aurignacian) at.

El Castillo Cave (Spain)», Journal of Archeological Science, 16 (1989), pp. 577-584; E. L. Simons, «Human origins», Science, 245 (1989), pp. 1343-1350, y R. Grün et al., «ESR dating evidence for early modern humans at Border Cave in South Africa», Nature, 344 (1990), pp. 537-539.

Tres obras profusa y bellamente ilustradas con muestras del arte de la época glacial son: Randall White, Dark Caves, Bright Visions, Museo Americano de Historia Natural, Nueva York, 1986; Mario Ruspoli, LascauxiThe Final Photographs, Abrams, Nueva York, 1987, y Paul G. Bahn y Jean Vertut, Images of the Ice Age, Facts on File, Nueva York, 1988.

Matthew H. Nitecki y Doris V. Nitecki, The Evolution of Human Hunting, Plenum Press, Nueva York, 1986, incluye una serie de capítulos de diversos autores sobre este tema.

La cuestión de si los neanderthales realmente enterraban a sus muertos se debate en un artículo de R. H. Gargett, «Grave shortcomings: the evidence for Neanderthal burial», y en las réplicas a este artículo publicadas en Current Anthropology, 30 (1989), pp. 157-190.

Tres fuentes que servirán de acceso a la bibliografía sobre las cuestiones relacionadas con la anatomía del tracto vocal humano y la capacidad para hablar de los neanderthales son: un obra de Philip Lieberman, The Bíology and Evolution of Language, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1984; otra de E. S. Crelin, The Human Vocal Tract, Vantage Press, Nueva York, 1987, y un artículo de B. Arensburg et al., «A Middle Palaeolithic human hyoid bone», Nature, 338 (1989), pp. 758-760.

3. La evolución de la sexualidad humana

4. La ciencia del adulterio

Dos libros indispensables para los interesados en el enfoque evolutivo de la conducta en general (incluida la conducta reproductora) son: E. O. Wilson, Sociobiology, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1975, y John Alcock, Animal Behavior, 4.a ed., Sinauer, Sunderland, 1989.

Entre las obras destacadas consagradas a la evolución de la conducta sexual se cuentan: Donald Symons, The Evolution of Human Sexuality, Oxford University Press, Oxford, 1979; R. D. Alexander, Darwinism and Human Affairs, University of Washington Press, Seattle, 1979; Napoleón A. Chagnon y William Irons, Evolutionary Biology and Human Social Behavior, Duxbury Press, North Scituate, Mass., 1979;Tim Halliday, Sexual Strategtes, University of Chicago Press, Chicago, 1980; Glen Hausfater y Sarah Hrdy, Infanticie, Aldine, Hawthorne, N. Y., 1980; Sarah Hrdy, The Woman That Never Evolved, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1981; Nancy Tanner, On Becoming Human, Cambridge University Press, Nueva York, 1981; Francés Dahlberg, Woman the Gatherer, Yale University Press, New Haven, 1981; Martin Daly y Margo Wilson, Sex, Evolution, and Behavior, Willard Grant Press, Boston, 1983; Bettyann Kevles, Females of the Species, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1986, y Hanny Lightfoot-Klein, Prisoners of Ritual: An Odyssey into Female Genital Circumcision in Africa, Harrington Park Press, Binghamton, 1981.

Entre los libros que se ocupan específicamente de la biología reproductiva de los primates pueden citarse los siguientes: C. E. Graham, Reproductive Biology of the Great Apes, Academic Press, Nueva York, 1981; B. B. Smuts et al., Primate Societies, University of Chicago Press, Chicago, 1986; Jane Goodall, Thee Chimpanzees of Gombe, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1986; Toshisada Nishida, The Chimpanzees of the Mahale Mountains, Sexual and Life History Strategies, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Tokio, Tokio, 1990, y Takayoshi Kano, The Last Ape: Pygmy Chimpanzee Behavior and Ecology, Stanford University Press, Stanford, 1991.

Entre los artículos sobre la evolución de la fisiología y la conducta sexual pueden citarse los siguientes: R. V. Short, «The evolution of human reproduction», Proceedings of the Royal Society (London), serie B 195 (1976), pp. 3-24; R. V. Short, «Sexual selection and its component parts, somatic and genetical selection, as illustrated by man and the great apes», Advances in the Study of Behavior, 9 (1979), pp. 131-158; N. Burley, «The evolution of concealed ovulation», American Naturalist, 114 (1979), pp. 835-858; A. H. Harcourt et al, «Testis weight, body weight, and breeding system in primates», Nature, 293 (1981), pp. 55-57; R. D. Martin y R. M. May, «Outward signs of breeding», Nature, 293 (1981), pp. 7-9; M. Daly y M. I. Wilson, «Whom are newborn babies said to resemble?», Ethology and Sociobiology, 3 (1982), pp. 69-78; M. Daly, M. Wilson y S. J. Weghorst, «Male sexual jealousy», Ethology and Sociobiology, 3 (1982), pp. 11-27;A. F. Dixson, «Observations on the evolution and behavioral significance of “sexual skin” in female primates», Advances in the Study of Behavior, 13 (1983), pp. 63-106; S. J. Andelman, «Evolution of concealed ovulation in vervet monkeys (Cercopithecus aethiops)», American Naturalist, 129 (1987), pp. 785-799, y P. H. Harvey y R. M. May, «Out for the sperm count», Nature, 337 (1989), pp. 508-509.

En el capítulo 4 se examinan diversos ejemplos ilustrativos de cómo los pájaros combinan las relaciones sexuales extramaritales con la aparente monogamia. Los ejemplos pormenorizados de esos estudios se encuentran en los artículos de D. W Mock, «Display repertoire shifts and extra-marital courtship in herons», Behaviour, 69 (1979), pp. 57-71; P. Mineau y E Cooke, «Rape in the lesser snow goose», Behaviour, 70 (1979), pp. 280-291; D. F. Werschel, «Nesting ecology of the Little Blue Heron: promiscuous behavior», Condor, 84 (1982), pp. 381-384; M. A. Fitch y G. W. Shuart, «Requirements for a rnixed reproductive strategy in avian species», American Naturalist, 124 (1984), pp. 116-126, y R. Alatalo et al., «Extra-pair copulations and mate guarding in the polyterrial pied flycatcher, Ficedula hypoleuca», Behaviour, 101 (1987), pp. 1139-155.

5. La elección de la pareja y de los compañeros sexuales

Este tema, como es natural, ha dado origen a numerosos estudios científicos. Entre los artículos ilustrativos de la bibliografía sobre la elección de la pareja entre los humanos se cuentan los siguientes: E. Walster et al, «Importance of physical attractiveness in dating behavior», Journal of Personality and Social Psychology, 4 (1966), pp. 508-516; J. N. Spuhler, «Assortative mating with respect to physical characteristics», Eugenios Quarterly, 15 (1968), pp. 128-140; E. Berscheid y K. Dion, «Physical attractiveness and dating choice: a test of the matching hypothesis», Journal of Experimental Social Psychology, 7 (1971), pp. 173-189; S. G. Vandenberg, «Assortative mating, or who marries whom?», Behavior Genetics, 2 (1972), pp. 127-157; G. E. De Young y B. Fleischer, «Motivational and personality trait relationships in mate selection», Behavior Genetics, 6 (1976), pp. 1-6; E. Crognier, «Assortative rnating for physical features in an African population from Chad», Journal of Human Evolution, 6 (1977), pp. 105-114; P. N. Bentler y M. D. Newcomb, «Longitudinal study of marital success and failure», Journal of Consulting and Clinical Psychology, 46 (1978), pp. 1053-1070; R. C. Johnson et al., «Secular change in degree of assortative rnating for ability?», Behavior Genetics, 10 (1980), pp. 1-8; W. E. Nance et al, «A model for the analysis of mate selection in the marriages of twins», Acta Geneticae Medicae Gemellologiae, 29 (1980), pp. 91-101; D. Thiessen y B. Gregg, «Human assortative mating and genetic equilibrium: an evolutionary perspective», Ethology and Sociobiology, 1 (1980), pp. 111-140; D. M. Buss, «Human mate selection», American Scientist, 73 (1985), pp. 47-51; A. C. Heath y L. J. Eaves, «Resolving the effects of phenotype and social background on mate selection», Behavior Genetics, 15 (1985), pp. 75-90, y A. C. Heath et al., «No decline in assortative mating for educational level», Behavior Genetics, 15 (1985), pp. 349-369.También es pertinente el libro de B. I. Murstein, Who Will Marry Whom? Theories and Research in Marital Choice, Springer, Nueva York, 1976.

La bibliografía sobre la selección de la pareja entre los animales es al menos tan amplia como la referida a los humanos. Un buen punto de partida es el libro compilado por Patrick Bateson, Mate Choice, Cambridge University Press, Cambridge, Mass., 1983. Los propios estudios de Bateson sobre la codorniz japonesa están resumidos en el capítulo 11 de la obra, así como en sus artículos «Sexual imprinting and optimal outbreeding», Nature, 273 (1978), pp. 659-660, y «Preferences for cousins in Japanese quail», Nature, 295 (1982), pp. 236-237. Los estudios sobre ratones y ratas que durante su infancia aprenden a preferir el olor de sus madres o padres han sido descritos por T. J. Fillion y E. M. Blass, «Infantile experience with suckling odors determines adult sexual behavior in male rats», Science, 231 (1986), pp. 729-731, y por B. D’Udine y E. Alleva, «Early experience and sexual preferences in rodents», páginas 311-327 de la obra compilada por Patrick Bateson ya citada.

Por último, otras obras al respecto se citan en las lecturas recomendadas en los capítulos 3, 4, 6 y 11.

6. La selección sexual y el origen de las razas humanas

La obra clásica de Darwin sigue constituyendo una buena introducción al tema de la selección natural: Charles Darwin, On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favored Races in the Strugglefor Life John Murray, Londres, 1859, (hay trad. cast.: El origen de las especies, edición de Jaume Josa, traducción de Antonio de Zulueta, Madrid, Espasa-Calpe, 1987). Una obra más actual de gran valor es: Ernst Mayr, Animal Species and Evolution, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1963.

Tres libros de Carleton S. Coon describen las variaciones geográficas de la especie humana, las comparan con las variaciones geográficas del clima e intentan explicar la variabilidad racial de los humanos términos de la selección natural: The Origin of Races, Knopf, Nueva York, 1962; The Living Races of Man, Knopf, Nueva York, 1965, y Racial Adaptations, Nelson-Hall, Chicago, 1982. Otras obras destacables son: Stanley M. Garn, Human Races, 2.a ed., Thomas, Springfield, 111., 1965, en especial el capítulo 5; K. F. Dyer, The Biology of Racial Integration, Scientechnica, Bristol, 1974, en especial los capítulos 2 y 3, y A. S. Boughey, Man and the Environment, 2.a ed., Macmillan, Nueva York, 1975.

La variación geográfica del color de la piel humana es explicada en función de la selección natural en diversas interpretaciones como las de W. F. Loomis, «Skin-pigment regulation of vitamin-D biosynthesis in man», Science, 157 (1967), pp. 501-506;Vernon Riley, Pigmentation, Appleton-Century-Crofts, Nueva York, 1972, en especial el capítulo 2; R. F. Branda y J. W. Eaton, «Skin color and nutrient photolysis: an evolutionary hypothesis», Science, 201 (1978), pp. 625-626; P. J. Byard, «Quantitative genetics of human skin color», Yearbook of Physical Anthropology, 24 (1981), pp. 123-137, y W. J. Hamilton III, Life’s Color Code, McGraw-Hill, Nueva York, 1983. La variabilidad geográfica de los humanos se interpreta como una respuesta al frío en G. M. Brown y J. Page, «The effect of chronic exposure to coid on temperature and blood flow of the hand», Journal of Applied Physiology, 5 (1952), pp. 221-227, y en T. Adams y B. G. Covino, «Racial variations to a standarized coid stress», Journal of Applied Physiology, 12 (1958), pp. 9-12.

Como en el caso de la selección natural, la obra del propio Darwin sigue constituyendo una buena introducción al tema de la selección sexual: Charles Darwin, The Descent of Man f and Selection in Relation to Sex, John Murray, Londres, 1871. Las lecturas recomendadas en el capítulo 5 a propósito de la selección dél compañero entre los animales también son pertinentes en este capítulo. Malte Andersson describe sus experimentos sobre la reacción de las viudas hembras ante los machos con colas artificialmente acortadas o alargadas en el artículo «Female choice selects for extreme tail lenght in a widowbird», Nature, 299 (1982), pp. 818-820. Al respecto de la selección de la pareja entre los gansos blancos, azules y rosas, hay tres artículos interesantes: F. Cooke y C. M. McNally, «Mate selection an colour preferences in Lesser Snow Geese», Behaviour, 53 (1975), pp. 151-170; F. Cooke et al., «Assortative mating in Lesser Snow Geese (Anser caerulescens)», Behavior Genetics, 6 (1976), pp. 127-140, y F. Cooke y J. C. Davies, «Assortative mating, mate choice, and reproductive fitnes in Snow Geese», páginas 279-295 en la obra ya citada Mate Choice, de Patrick Bateson.

7. ¿Por qué envejecemos y morimos?

George Williams ha presentado una teoría evolutiva del envejecimiento en un artículo que se ha convertido en un clásico: «Pleitropy, natural selection, and the evolution of senescence», Evolution, 11 (1957), pp. 398-411. Otros artículos en los que se aplican enfoques evolutivos son: G. Bell, «Evolutionary and no-nevolutionary theories of senescence», American Naturalist, 124 (1984), pp. 600-603; E. Beutler, «Planned obsolescence in humans and in other biosystems», Perspectives in Biology and Medicine, 29 (1986), pp. 175-179; R. J. Goss, «Why mammals don’t regenérate or do they?», News in Physiological Sciences, 2 (1987), pp. 112-115; L. D. Mueller, «Evolution of accelerated senescence in laboratory populations of Drosophila», Proceedings of the National Academy of Sciences, 84 (1987), pp. 974-1977, y T. B. Kirkwood, «The nature and causes of ageing», páginas 193-206 en el libro compilado por D. Eyered y J. Whelan, Research and the Ageing Population, Hohn Wiley, Chichester, 1988.

Dos libros que ilustran el enfoque fisiológico (causas próximas) del envejecimiento son: R. L. Walford, The Immunologic Theory of Aging, Munksgaard, Copenhague, 1969, y MacFarlane Burnett, Intrinsic Mutagenesis: A Genetic Approach to Ageing, John Wiley, NuevaYork, 1974.

A modo de ejemplos de la bibliografía sobre las reparaciones y sustituciones biológicas, pueden citarse los siguientes artículos: R. W. Young, «Biological renewal: applications to the eye», Transactions of the Opthalmological Societies of the United Kingdom, 102 (1982), pp. 42-55; A. Bernstein et al, «Genetic damage, mutation, and the evolution of sex», Science, 229 (1985), pp. 1277-1281; J. E Dice, «Molecular determinants of protein half-lives in eukaryotic cells», Federation of American Societies for Experimental Biology fournal, 1 (1987), pp. 34-357; P. C. Hanawalt, «On the role of DNA damage and repair processes in aging: evidence for and against», páginas 183-198 en la obra compilada por H. R. Warner et al, Modem Biological Tlteories of Aging, Raven Press, University Press, 1987, y M. Radman y R. Wagner, «The high fidelity of DNA duplication», Scientific American, 259, n.º 2 (agosto de 1988), pp. 40-46.

Aunque todos los lectores comprobarán en sus propios cuerpos los efectos de la edad, tres artículos que describen los crueles hechos en relación con tres sistemas son: R. L. Doty et al, «Smell identification ability: changes with age», Science, 226 (1984), pp. 1441-1443; J. Menken et al, «Ages and infertility», Science, 233 (1986), pp. 1389-1394, y R. Katzman, «Normal aging and the brain», News in Physiological Sciences, 3 (1988), pp. 197-200.

«The Adventure of the Creeping Man» («La aventura del hombre trepador») se encontrará en The Complete Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle, Doubleday, Nueva York, 1960. Al lector convencido de que los intentos de rejuvenecer mediante inyecciones hormonales no son sino una fantasía de Doyle, le recomiendo la lectura de un caso real: David Hamilton, The Monkey Gland Affair, Chatto y Windus, Londres, 1986.

8. Puentes tendidos hacia el lenguaje humano

How Monkeys See the World, University of Chicago Press, Chicago, 1990, de Dorothy Cheney y Robert Seyfarth, no es solo una amena descripción de las comunicaciones verbales de los monos vervet, sino también una buena introducción a los estudios sobre cómo los animales en general se comunican entre sí y ven el mundo.

Derek Bickerton ha descrito sus estudios sobre la criollización y su perspectiva acerca de los orígenes del lenguaje humano en dos libros y varios artículos. Los libros son Roots of Language, Karoma Press, Ann Arbor, 1981, y Language and Species, University of Chicago Press, Chicago, 1990. Entre los artículos se cuentan: «Creóle languages», Scientific American, 249, n.º 11 (1983), pp. 116-122; «The language bioprogram hypothesis», Behavioral and Brain Sciences, 7 (1984), pp. 173-221, y «Creóle languages and the bioprogram», Linguistics: The Cambridge Survey, vol. 2, pp. 267-284, compilado por E. J. Newmeyer, Cambridge University Press, Cambridge, 1988. En el segundo de estos artículos y después del tercero se incluyen contribuciones de otros autores cuya visión no concuerda con la de Bickerton.

Pidgin and Creóle Languages, de Robert A. Hall Jr., Cornell University Press, Ithaca, 1966, es una obra más antigua sobre el tema. La mejor introducción al neomelanesio es la obra de F. Mihalic, The Jacaranda Diary and Grammar of Melanesian Pidgin, Jacaranda Press, Milton, Queensland, 1971, y Melanesian Pidgin and the Oceanic Substrate, de Roger Keesing, Stanford University Press, Stanford, 1988, explora la historia del neomelanesio.

Entre los numerosos e influyentes libros de lingüística escritos por Noam Chomsky pueden citarse: Language and Mina, Harcourt Brace, Nueva York, 1968, y Knowledge of Language: Its Nature, Origin, and Use, Praeger, Nueva York, 1985.

Asimismo, encierran interés las referencias a algunas áreas relacionadas mencionadas brevemente en el capítulo 8. La obra de Susan Curtiss, Genie: a Psycholinguistic Study of a Modern-Day «Wild Child» (Academic Press, Nueva York, 1977), relata una historia que es a la vez un patético drama humano y un pormenorizado estudio sobre una niña a la que las patologías de sus padres aislaron del lenguaje y del contacto con los humanos hasta los trece años. Entre las descripciones recientes de los esfuerzos por enseñar a comunicarse con métodos semejantes al lenguaje a los simios en cautividad se incluyen: Carolyn Ristau y Donald Robbin, «Language and the great apes: a critical review», Advances in the Study of Behavior, vol. 12, pp. 141-255, compilado por J. S. Rosenblatt et al, Academic Press, Nueva York, 1982; E. S. Savage-Rumbaugh, Ape Language. From Conditioned Response to Symbol, Columbia University Press, Nueva York, 1986, y «Symbols: their communicative use, comprehension, and combination by bonobos (Pan paniscus)», de E. S. Savage-Rumbaugh et al, en Advances in Infancy Research, vol. 6, pp. 221-278, compilado por Carolyn Rovee-Collier y Lewis Lipsit, Ablex Publishing Corporation, Norwood, N. J., 1990. Para comenzar a introducirse en la amplia bibliografía sobre el aprendizaje del lenguaje en la infancia se puede recurrir a los siguientes textos: el capítulo de Melissa Bowerman «Language Development», en Handbook of Cross-cultural Psychology: Developmental Psychology, vol. 4, pp. 93-185, compilado por Harvey Triandis y Alastair Heron, Allyn y Bacon, Boston, 1981; Eric Wanner y Lila Gleitman, Language Adquisition: The State of the Art, Cambridge University Press, Cambridge, 1982; Slobin, The Crosslinguistic Study of Language Acquisition, vols. 1 y 2, Lawrence Erlbaum Associates, Hillsdale, N. J., 1985, y Frank S. Kessel, The Development of Language and Language Researchers: Essays in Honor of Roger Brown, Lawrence Erlbaum Associates, Hillsdale, N. J., 1988.

9. Orígenes del arte en el mundo animal

La obra que describe el arte de los elefantes y lo ilustra con fotografías de los artistas y sus obras se debe a David Gucwa y James Ehmann, To Whom It May Concern: An Investigación of the Art of Elephants, Norton, Nueva York, 1985. Una descripción similar del arte de los simios se encuentra en Desmond Morris, The Biology of Art, Knopf, Nueva York, 1962. Asimismo, el tema del arte de los animales es tratado por Thomas Sebeok en The Play of Musement, Indiana University Press, Bloomington, 1981.

Hay dos libros con estupendas ilustraciones sobre los tilonorrincos y las aves del paraíso, que incluyen fotografías de sus enramadas: E. T. Gilliard, Birds of Paradise and Boiver Birds, Natural History Press, Garden City, N. Y., 1969, y W. T. Cooper y J. M. Forshaw, The Birds of Paradise and Bower Birds, Collins, Sidney, 1977. Una descripción técnica más reciente es la de mi artículo «Biology of birds of paradise and bowerbirds», Annual Reviews of Ecology and Systematics, 17 (1986), pp. 17-37. Asimismo, he publicado dos estudios sobre las especies de tilonorrincos que construyen enramadas más complejas: «Bower building and decoration by the bowerbird Amhlyornis inornatus», Ethology, 74 (1987), pp. 177-204, y «Experimental study of bower decoration by the bowerbird Amhlyornis inornatus, using colored poker chips», American Naturalist, 131 (1988), pp. 631-653. Gerald Borgia demostró con sus experimentos que las tilonorrincos hembras realmente aprecian la decoración que los machos colocan en sus construcciones, y lo cuenta en su artículo: «Bower quality, number of decorations and mating success of male satin bowerbirds (Ptilonorhyncus violaceus): an experimental analysis», Animal Behaviour, 33 (1985), pp. 266-271. Las aves del paraíso, de hábitos en cierto modo semejantes, son descritas por S. G. y M. A. Pruett-Jones en «The use of court objects by Lawes’ Parotia», Condor, 90 (1988), pp. 538-545.

10. Los ambivalentes beneficios de la agricultura

Las consecuencias para la salud de la sustitución de la caza por la agricultura han recibido un tratamiento pormenorizado en una obra compilada por Mark Cohén y George Armelagos, Paleopathology at the Origins of Agriculture, Academic Press, Orlando, 1984, y en The Paleolithic Prescription, Harper & Row, Nueva York, 1988, de S. Boyd Eaton, Marjorie Shostak y Melvin Konner. La vida de los cazadores-recolectores de todo el mundo se resume en una obra compilada por Richard B. Lee e Irven Devor, Man the Hunter, Aldine, Chicago, 1968. El sistema de trabajo de los cazadores-recolectores, comparado en algunos casos con el de los agricultores, se estudia en la obra citada anteriormente y en el libro de Richard Lee, The ¡Kung San!, Cambridge University Press, Cambridge, Mass., 1979, y en los siguientes artículos: K, Hawkes et al, «Aché at the settlement: contrasts between farming and foraging», Human Ecology, 15 (1987), pp. 133-161; K. Hawkes et al., «Hardworking Hadza grandmothers», pp. 341-366, en Comparative Socioecology of Mammals and Man, compilado por V. Standen y R. Foley, Blackwell, Londres, 1987, y K. Hill y A. M. Hurtado, «Hunter-gatherers of the New World», American Scientist, 77 (1989), pp. 437-443. La lenta expansión de los agricultores a través de Europa es descrita por Albert J. Ammerman y L. L. Cavalli-Sforza en The Neolithíc Transition and the Genetics of Populations in Europe, Princeton University Press, Princeton, 1984.

11. ¿Por qué fumamos, bebemos y utilizamos drogas peligrosas?

Amotz Zahavi explica su teoría del handicap en dos artículos: «Mate selection a selection for a handicap», Journal of Theoretical Biology, 53 (1975), pp. 205-214, y «The cost of honesty (further remarks on the handicap principie)», Journal ofTheoretical Biology, 67 (1977), pp. 603-605. Otros dos modelos muy conocidos sobre el desarrollo de las preferencias sexuales entre los animales son el modelo de la runaway selection y el modelo de truth in advertising. El primero ha sido desarrollado por R. A. Fisher en The Genetical Theory of Natural Selection, Clarendon Press, Oxford, 1930, y el segundo en un artículo de A. Kodric-Brown y J. H. Brown titulado «Truth in advertising: the kinds of traits favored by sexual selection», American Naturalist, 14 (1984), pp. 309-323. Los diversos modelos son evaluados por Mark Kirpatrick y Michael Ryan en «The evolution of mating preferences and the paradox of the lek», Nature, 350 (1991), pp. 33-38. Melvin Konner desarrolla otra perspectiva sobre la conducta arriesgada entre los humanos en el capítulo «Why reckless survive» en su libro del mismo título, Viking, Nueva York, 1990. Al respecto de la utilización de enemas por los amerindios, véase la descripción sobre el descubrimiento de vasijas mayas para administrarlos realizada por Peter Furst y Michael Coe en el artículo «Ritual enemas», Natural History Magazine, 86 (marzo de 1977) pp. 88-91. La obra de Johannes Wilbert Tobacco and Shamanism in South America, Yale University Press, New Haven, 1987, y The Maya Vase Book, 2. vols., de Justin Kerr, Kerr Associates, Nueva York, 1989 y 1990, con ilustraciones de las vasijas mayas para administrar enemas y un análisis detallado de una de ellas en las páginas 349-361 del volumen 2. Asimismo, son pertinentes las numerosas lecturas sobre la selección sexual y de la pareja recomendadas en los capítulos 5 y 6.

12. Solos en un universo superpoblado

I. S. Shklovskii y Carl Sagan fueron pioneros en la presentación de cálculos que indicaban la existencia de vida extraterrestre inteligente: Intelligent Life in the Universe, Holden-Day, San Francisco, 1966 (hay trad. cast.: Vida inteligente en el universo, traducción de Valentí Bueno Company, Barcelona, Reverte, 1985). Las argumentaciones en pro y en contra, así como lo que el descubrimiento de seres extraterrestres supondría para la humanidad, constituyen el tema del libro Extraterrestrials: Science and Alien Intelligence, compilado por E. Regis Jr., Cambridge University Press, Cambridge, Mass., 1985.

13. Los últimos primeros contactos

First Contad, de Bob Connolly y Robin Anderson. Viking Penguin, Nueva York, 1987, describe el primer contacto en las montañas de Nueva Guinea desde el punto de vista de los blancos y de los nativos que allí se encontraron. La cita de la página 299 está tomada de esa obra. Otros estudios apasionantes sobre los primeros contactos y las condiciones previas al contacto son: Don Richardson, Peace Child, Regal Books, Ventura, 1974, sobre el pueblo sawi del sudoeste de Nueva Guinea, y Napoleón A. Chagnon, Yanomamo, The Fierce People, 3.a ed., Holt, Rinehart y Winston, Nueva York, 1983, sobre los indios yanomamos de Venezuela y Brasil. New Guinea: The Last Unknown, de Gavin Souter, Angus y Robertson, Londres, 1963, es una valiosa obra sobre la historia de las exploraciones de Nueva Guinea. Los líderes de la tercera expedición Archbold describen su entrada en el Grand Valley del río Balinr en el informe de Richard Archbold et al., «Results of the Archbold Expedition», Bulletin of the American Museum of Natural History, 79 (1992),pp. 197-288. A la pluma de algunos de los primeros exploradores que intentaron penetrar en las montañas de Nueva Guinea debemos estos dos relatos: A. F. R. Wollaston, Pygmies and Papuans, Smith Eider, Londres, 1912, y A. S. Meek, A Naturalist in Cannibal Latid, Fisher Unwin, Londres, 1913.

14. Una conquista fortuita

Entre las obras que versan sobre la domesticación de plantas y animales y su relación con el desarrollo de la civilización pueden citarse: C. D. Darlington, The Evolution of Man and Society, Simón and Schuster, Nueva York, 1969; Peter J. Ucko y G. W. Dimbleby, The Domestication and Explotation of Plañís and Animáis, Aldine, Chicago, 1969;Erich Isaac, Geography of Domestication, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1970, y David R. Harris y Gordon C. Hillman, Foraging and Farming, Unwin Hyman, Londres, 1989.

Las referencias relativas a la domesticación de los animales incluyen: S. Bokonyi, History of Domestic Mammals in Central and Eastern Europe, Akademiai, Budapest, 1974; S. J. M. Davis y F. R. Valla, «Evidence for domestication of the dog 12,000 years ago in the Natufian of Israel», Nature, 276 (1978), pp. 608-610; Juliet Clutton-Brock, «Man-made dogs», Science, 197 (1977), pp. 1340-1342, y Domesticated Animáis from Early Times, Museo Británico de Historia Natural, Londres, 1981; Andrew Sherratt, «Plough and pastoralism: aspects of the secondary producís revolution», pp. 261-305 en la obra compilada por Ian Hodder et al., Pattern of the Past, Cambridge University Press, Cambridge, 1981; Stanley J. Olsen, Origins of the Domestic Dog, University of Arizona Press, Tucson, 1985; E. S. Wing, «Domestication of Andean mammals», páginas 246-264 de la obra compilada por F. Vuilleumier y M. Monasterio, High Altitude Tropical Biogeography, Oxford University Press, Nueva York, 1986; Simón N. J. Davis, The Archaeology of Animáis, Yale University Press, New Haven, 1987; Dennis C. Turner y Patrick Bateson, The Domestic Cat: The Biology of Its Behavior, Cambridge University Press, Cambridge, 1988, y Wolf Herre y Manfred Rohrs, Haustiere-zoologisch gesehen, 2.a ed., Fischer, Stuttgart, 1990.

La domesticación del caballo y sus importantes consecuencias son el tema de los siguientes libros: Frank G. Row, The Indian and the Horse, University of Oklahoma Press, Norman, 1955; Robin Law, The Horse in West African History, Oxford University Press, Oxford, 1980, y Matthew J. Kust, Man and Horse in History, Plutarch Press, Alexandria, Va., 1983. El desarrollo de vehículos de ruedas, incluidos los carros de combate, se traía en las obras de M. A. Littauer y J. H. Crouwel, Wheeled Vehicles and Ridden Animáis in the Ancient Near East, Brill, Leiden, 1979, y de Stuart Piggott, The Earliest Wheeled Transport, Tharnes and Hudson, Londres, 1983. Edward Shaughnessy describe la llegada del caballo y el carro de combate a China en el artículo «Historical perspectives on the introduction of the chariot into China», Harvard Journal of Asiatic Studies, 48 (1988), pp. 189-237.

Los interesados en una descripción general de la domesticación de las plantas pueden consultar Kent V. Flannery, «The origins of agriculture», Annual Reviera of Anthropology, 2 (1973), pp. 271-310; Charles B. Heiser, Jr., Seed to Civilization, nueva edición, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1990, y Of Plañís and Peoples, University of Oklahoma Press, Norman, 1985; David Rindos, The Origins of Agriculture: An Evolutionary Perspective, Academic Press, Nueva York, 1984, y Hugh H. litis, «Maize evolution and agricultural origins», páginas 195-213 en la obra compilada por T. R. Soderstrom et al., Grass Systematics and Evolution, Smithsonian Institution Press, Washington, D. C., 1987. Estos y otros artículos de litis son una estimulante fuente de ideas sobre el diferente grado de dificultad que entrañaba la domesticación de los cereales en el Viejo y el Nuevo Mundo.

El tema específico de la domesticación de las plantas en el Viejo Mundo es tratado por Jane Renfrew en Palaeoethnobotany, Columbia University Press, Nueva York, 1973, y por Daniel Zohary y Mana Hopf en Domestication of Plants in the Old World, Clarendon Press, Oxford, 1988. Entre los estudios equivalentes relativos al Nuevo Mundo se cuentan: Richard S. Mac-Neish, «The food-gathering and incipient agricultural stage of prehistoric Middle America», páginas 413-426 en la obra compilada por Robert Wauchope y Robert C. West, Elandbook of Middle American Indians, vol. 1: Natural Environment and Early Cultures, University of Texas Press, Austin, 1964; P. C. Mangelsdorf et al., «Origins of agriculture in Middle America», páginas 427-445 de la obra citada de Wauchope y West; D. Ugent, «The potato», Science, 170 (1970), pp. 1161-1166; C. B. Heiser, Jr., «Origins of some cultivated New World plants», Annual Reviews of Ecology and Systematics, 10 (1979), pp. 309-326; H. H. litis, «From teosinte to maize: the catastrophic secual dismutation», Science, 222 (1983), pp. 886-894; William F. Keegan, Emergent Horticultural Economies of the Eastern Woodlands, Southern Illinois University, Carbondale, 1987, y B. D. Smith, «Origins of agriculture in eastern North America», Science, 246 (1989), pp. 1566-1571. Tres obras pioneras señalan la asimétrica propagación de las enfermedades, las plagas y las malas hierbas en los distintos continentes: William H. McNeill, Plagues and Peoples, Anchor Press, Garden City, N. Y., 1976; Alfred W. Crosby, The Columbian Exchange: Biological and Cultural Consequences of 1492, Greenwood Press, Westport, 1972, y Ecological Imperialista: The Biological Expansión of Europe, 900-1900, Cambridge University Press, Cambridge, 1986.

15. Caballos, hititas y un poco de historia

Dos libros recientes, estimulantes y bien documentados en los que se resume el problema indoeuropeo se deben a Colin Renfrew, Archaeology and Language, Cambridge University Press, Cambridge, 1987, y a J. P. Mallory, In Search of the Indo-Europeans, Thames and Hudson, Londres, 1989. Por los motivos explicados en el capítulo 15, estoy de acuerdo con las conclusiones de Mallory y en desacuerdo con las de Renfrew en lo referente al momento y lugar aproximados en que se originó el protoindoeuropeo.

Indo-European and Indo-Europeans, de George Cardona et al., University of Pennsylvania Press, Filadelfia, 1970, es una obra general y de varios autores, más antigua, pero todavía útil. La revista titulada (¿cómo si no?) The Journal of Indo-European Studies recoge buena parte de las publicaciones técnicas de esta área.

La perspectiva que tanto Mallory como yo mismo encontramos más convincente es defendida en los estudios de Marija Gimbutas, que ha escrito cuatro libros relativos a este tema: The Balts, Praeger, Nueva York, 1963; The Slavs, Thames and Hudson, Londres, 1971; The Goddesses and Gods of Oíd Europe, Thames and Hudson, Londres, 1982; y The Language of the Goddess, Harper and Row, Nueva York, 1989. Gimbutas ha descrito, asimismo, su trabajo en los capítulos incluidos en el libro de Cardona y otro citado anteriormente, en los libros de Polomé y Bernhard y Kandler-Pálsson citados más adelante y en el Journal of Indo-European Studies, 1 (1973), pp. 163-214, 5 (1977), pp. 277-338, 8 (1980), pp. 273-315, y 13 (1985), pp. 185-201.

Entre los libros y monografías dedicados a los primeros pueblos indoeuropeos pueden citarse: Emile Benveniste, Indo-European Language and Society, trad. ing. Faber and Faber, Londres, 1973; Edgar Polomé, The Indo-Europeans in the Fourth and Third Millennia, Karoma, Ann Arbor, 1982;Wolfram Bernhard y Anneleise Kandler-Pálsson, Ethnogenese europaischer Vólker, Fischer, Stuttgart, 1986, y Wolfram Nagel, «Indogermanen und Alter Orient: Ruckblick und Aúsblick aud den Stand des Indogermanen problems», Mitteilungen der Deutschen Orient-Gesellschaft zu Berlín, 119 (1987), pp. 157-213. Entre las obras dedicadas a las lenguas indoeuropeas, en concreto se incluyen: Henrik Birnbaum y Jaan Puhvel, Ancient Indo-European Dialects, University of California Press, Berkeley, 1966; W. B. Lockwood, Indo-European Philology, Hutchinson, Londres, 1969; Norman Bird, The Distribution of Indo-European Root Morphemes, Harrassowitz, Wiesbaden, 1982, y Philip Bladi, An Introduction to the Indo-European Languages, Southern Illinois University Press, Carbondale, 1983. La obra de Paul Friedrich, Proto-Indo-European Trees (University of Chicago Press, Chicago, 1970), recurre al parentesco de los nombres en un intento de deducir los orígenes geográficos del indoeuropeo.

W. P. Lehmann y L. Zgusta facilitan y analizan una muestra de protoindoeuropeo reconstruido en el capítulo «Schleicher’s tale after a century», páginas 455-466 de Studies in Diachronic, Synchronic and Topological Linguistics, compilado por Bela Brogyany Benjamins, Amsterdam, 1979. En la página 354 de este libro se da una versión ligeramente modificada de esa muestra.

Las referencias a la domesticación y la importancia de los caballos citadas en el capítulo 14 también son pertinentes respecto del papel desempeñado por los caballos en la expansión indoeuropea. Algunos artículos específicamente dedicados a este tema son: David Anthony, «The “Kurgan culture”, Indo-European origins and the domestication of the horse: a reconsideration», Current Anthropology, 27 (1986), pp. 291-313, y David Anthony y Dorcas Brown, «The origins of horseback riding», Antiquity, 65 (1991), pp. 22-38.

16. En blanco y negro

He aquí tres estudios globales sobre el genocidio: Irving Horowitz, Genocide: State Potger and Mass Murder, Transaction Books, New Brunswick, 1976; Leo Kuper, The Pity of lt All, Gerald Duckworth, Londres, 1977, y Leo Kuper, Genocide: Its Political Use in the 20th Century, Yale University Press, New Haven, 1981. Un destacado psiquiatra, Robert J. Lifton, ha publicado varios estudios sobre los efectos psicológicos del genocidio en los perpetradores y las víctimas, entre los que se incluyen Death in Life: Survivors of Hiroshima, Random House, Nueva York, 1967, y The Broken Connection, Simón and Schuster, Nueva York, 1979.

Algunas descripciones sobre el exterminio de los tasmanios y otros grupos de nativos australianos son las siguientes: N. J. B. Plomley, Friendly Mission: The Tasmanian Journals and Papers of George Augustas Rohinson 1829-1834, Tasmanian Historical Research Association, Horbart, 1966; C. D. Rowley, The Destruction of Aboriginal Society, vol. l, Australian National University Press, Canberra, 1970, y Lyndall Ryan, The Aboriginal Tasmanians, University of Queensland Press, Santa Lucía, 1981. La carta de Patricia Cobern en la que niega indignada que los australianos blancos hayan exterminado a los tasmanios se recoge en el apéndice de A Prehistory of Australia, New Guinea, and Sahul, de J. Peter White y James F. O’Connell (Academic Press, Nueva York, 1982).

Entre los numerosos libros y artículos dedicados al exterminio de los indios americanos por los colonos blancos pueden citarse: Wilcomb E. Washburn, «The moral and legal justification for dispossessing the Indians», páginas 15-32 en la obra compilada por James Morton Smith, Seventeenth Century America, University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1959;Alvin M. Josephy Jr., The American Herítage Book of Indians, Simón and Schuster, Nueva York, 1961; Howard Peckham y Charles Gibson, Attitudes of Colonial Powers Towards the American Lidian, University of Utah Press, Salt Lake City, 1969; Francis Jennings, The Invasión of America: Indians, Colonialism, and the Cant of Conquest, University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1975; Wilcomb E. Wansburn, The Indian in America, Harper and Row, Nueva York, 1975;Arrell Morgan Gibson, The American Indian, Prehistory to the Present, Heath, Lexington, Mass., 1980, y Wilbur H. Jacobs, Dispossessing the American Indian, University of Oklahoma Press, Norman, 1985. El exterminio de los indios yahi, y la vida del superviviente Ishi, constituyen el tema del clásico de Theodora Kroeber, Ishi in Two Worlds: A Biography of the Last Wild Lidian in North America, University of California Press, Berkeley, 1961. El exterminio de los indios brasileños es tratado por Sheldon Davis en Victims of the Miracle, Cambridge University Press, Cambridge, 1977.

El genocidio cometido en tiempos de Stalin se describe en varios libros de Robert Conquest, entre ellos: The Harvest of Sorrow, Oxford University Press, Nueva York, 1986.

Con respecto al asesinato y a los asesinatos en masa de animales cometidos por miembros de la misma especie puede consultarse: E. O. Wilson, Sociobiology, Cambridge University Press, Cambridge, Mass., 1975; Cynthia Moss, Portraits in the Wild, 2.a ed., University of Chicago Press, Chicago, 1982, y Jane Goodall, The Chimpanzees of Combe, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1986. La descripción de los asesinatos de las hienas que cito está tomada del libro de Hans Kruuk The Spotted Hyena: a Study of Predation and Social Behavior, University of Chicago Press, Chicago, 1972.

17. Aquella supuesta edad dorada

Las extinciones de animales ocurridas a finales del Pleistoceno y comienzos del Reciente se describen exhaustivamente en una obra compilada por Paul Martin y Richard Klein, Quaternary Extinctions, University of Arizona Press, Tucson, 1984. Sobre la historia de la deforestation, véase John Perlin, A Forest Journey, Norton, Nueva York, 1989.

En Bíogeography and Ecology in New Zealand, compilado por G. Kuschel (Junk, V. T., Hague, 1975), se ofrece una descripción global de la vegetación, los animales, la geología y el clima de Nueva Zelanda. Martin y Klein resumen las extinciones ocurridas en Nueva Zelanda en los capítulos 32-34 de la obra que acaba de citarse. Atholí Anderson resume los conocimientos sobre los moas en su libro Prodigious Birds, Cambridge University Press, Cambridge, 1989. Los moas son también el tema de un suplemento de New Zealand Journal of Ecology, vol. 12 (1989); véanse especialmente los artículos de Richard Holdaway en las páginas 11-25 y de Ian Atkinson y R. M. Greenwood en las páginas 67-96. Otros artículos fundamentales sobre los moas son: G. Caughley, «The colonization of New Zealdan by the Polynesians», Journal of the Royal Society of New Zealand, 18 (1988), pp. 245-270, y A. Anderson, «Mechanics of overskill in the extinction of New Zealand moas», Journal of Archaeological Science, 16 (1989),pp. 137-151.

Las extinciones en Madagascar y Hawai se describen en los capítulos 26 y 35 de la obra citada de Martin y Klein. La historia de la isla de Henderson es relatada por David Steadman y Storrs Olson en «Bird remains from an archaeological site on Henderson Island, South Pacific: man-caused extinctions on an “uninhabited” island», Proceedings of the National Academy of Sciences, 82 (1985), pp. 6191-6195.Véanse las descripciones de las extinciones de América en las lecturas recomendadas en el capítulo 18.

El terrible fin de la civilización de la isla de Pascua se narra en el libro de Patrick V. Kirch, The Evolution of the Polynesian Chiefdoms, Cambridge University Press, Cambridge, 1984. La deforestación de la isla de Pascua ha sido reconstruida por J. Flenley, «Stratigraphic evidence of environmental change on Easter Island», Asían Perspectives, 22 (1979), pp. 33-40, y por J. Henley y S. King, «Late Quaternary pollen records from Easter Island», Nature, 307 (1984), pp. 47-50.

Sobre el ascenso y la caída de los poblados anasazi del Cañón del Chaco pueden consultarse: J. L. Betancourt y T. R. Van Devender, «Holocene vegetation in Chaco Canyon, New México», Science, 214 (1981), pp. 656-658; M. L.

Samuels y J. L. Betancourt, «Modeling the long-term effects of fuelwood harvests on pinyon-juniper woodlands», Environmental Management, 6 (1982), pp. 505-515; J. L. Betancourt et al., «Prehistoric long-distance transport of construction beams, Chaco Canyon, New México», American Antiquity, 51 (1986), pp. 370-375; Kendrick Frazier, People of Chaco: A Canyon and Its Culture, Norton, Nueva York, 1986, y Alden C. Hayes et al., Archaeological Surveys of Chaco Canyon, University of New México Press, Alburquerque, 1987.

Todo lo que pueda desearse saber sobre los nidos de las ratas acumuladoras está descrito en el libro Packrat Míddens, de Julio Betancourt, Thomas Van Devender y Paul Martin, University of Atizona Press, Tucson, 1990. En particular, el capítulo 19 analiza los nidos de damanes de Petra.

El posible vínculo entre el deterioro ambiental y el declive de la civilización griega es analizado por K. O. Pope y T. H. van Andel en «Late Quaternary civilization and soil formation in the Southern Argolid: its history, causes and archaeological implications», Journal of Archaeological Science, 11 (1984), pp. 281-306; T. H. van Andel et al, «Five thousand years of land use and abuse in the Southern Argolid», Hesperia, 55 (1986), pp. 103-128, y C. Kunnels y T. H. van Andel, «The evolution of settlement in the Southern Argolid, Greece: an economic explanation», Hesperia, 56 (1987), pp. 303-334.

Entre los libros sobre el ascenso y la caída de la civilización maya pueden citarse: T. Patrick Culbert, The Classic Maya Collapse, University of New México Press, Alburquerque, 1973; Michael D. Coe, The Maya, 3.a ed., Thames and Hudson, Londres, 1984; Sylvanus G. Morley et al., The Ancient Maya, 4.a ed., Stanford University Press, Stanford, 1983; Charles Gallen-kamp, Maya: The Ríddle and Rediscovery of a Lost Civilization, 3.a ed., Viking Penguin, Nueva York, 1985, y Linda Scheie y David Freidel, A Forest of Kings, William Morrow, Nueva York, 1990.

Para un análisis comparativo del hundimiento de las civilizaciones, véase la obra compilada por Norman Yoffee y George L. Cowgill, The Collapse of Ancient States and Civilizations, University of Arizona Press, Tucson, 1988.

18. La guerra relámpago y el día de Acción de Gracias en el Nuevo Mundo

Tres obras proporcionan un buen punto de partida y numerosas referencias a la amplia y debatida bibliografía sobre el asentamiento de los humanos y la extinción de los grandes animales en el Nuevo Mundo. Son: la obra de Paul Martin y Richard Klein citada en el capítulo 17; Brian Fagan, The Great Journey, Thames and Hudson, Nueva York, 1987, y Ronald C. Carlisie (compilador), Americans Before Columbus: Ice-Age Origins, Ethnology Monograph n.º 12, Departamento de Antropología, Universidad de Pittsburgh, 1988.

La hipótesis de la guerra relámpago fue esbozada por Paul Martin en el artículo «The discovery of America», Science, 179 (1973), pp. 969-974, y estructurada matemáticamente por J. E. Mosimanny Martin en «Simulating overkill by Paleoindians», American Scientist, 63 (1975), pp. 304-313.

Entre la serie de artículos que C. Vanee Haynes Jr., ha publicado sobre la cultura clovis y sus orígenes se cuentan un capítulo (pp. 345-353) del libro de Martin y Klein ya citado, y los siguientes artículos seleccionados: «Fluted projectile points: their age and dispersión», Science, 145 (1961), pp. 1408-1413; «The Clovis culture», Canadian Journal of Anthropology, 1 (1980), pp. 115-121, y «Clovis origin update», The Kiva, 52 (1987), pp. 83-93.

Al respecto de la extinción simultánea del perezoso terrestre de Shasta y de la cabra montes de Harrington, véase J. I. Mead et al., «Extinction of Harrington’s mountain goat», Proceedings of the National Academy of Sciences, 83 (1986),pp. 836-839. Algunas críticas de la hipótesis que afirma la existencia de una cultura preclovis se deben a Roger Owen, en el capítulo «The Americas: the case against an Ice-Age human population», páginas 517-563 de la obra editada por Fred H. Smith y Frank Spencer, The Origins of Modern Hurnans, Liss, NuevaYork, 1984; a Dena Dincauze, «An archaeological evaluation of the case for pre-Clovis occupations», en Advances in World Archaeology, 3 (1984), pp. 275-323, y a Thomas Lynch, «Glacial-age man in South America? A critical review», en American Antiquity, 55 (1990), pp. 12-36. Los argumentos que apoyan la existencia de niveles de ocupación humana preclovis en Meadowcroft Rockshelter están resumidos por James Adovasio en «Meadowcroft Rockshelter, 1973-1977: a synopsis», páginas 97-131, en J. E. Ericson et al., Peopling of the New World, Ballena Press, Los Altos, Calif., 1982, y en «Who are those guys?: some biased thoughts on the initial peopling New World», páginas 45-61 en la obra anteriormente citada Americans Before Columbus: Ice-Age Origins, compilada por Ronald C. Carlisle. El primero de la serie proyectada de volúmenes sobre el yacimiento de Monte Verde es: T. D. Dillehay, Monte Verde: A Late Pleistocene Settlement in Chile, vol. 1: Palaeoenvironment and Site Contexts, Smithsonian Institution Press, Washington D. C. 1989.

A los lectores interesados en mantenerse al día en el tema de los primeros americanos y los últimos mamuts les gustará suscribirse a la revista cuatrimestral Mammoth Trumpet, que puede solicitarse al Centro para el Estudio de los Primeros Americanos, Departamento de Antropología, Universidad del Estado de Oregon, Corvallis, Or., 97331.

19. La segunda nube

Los Red Data Books, publicados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN), contienen recuentos pormenorizados de la especies extinguidas y en peligro de extinción. Los diversos grupos de plantas y animales se han recogido en libros diferentes, y en la actualidad están apareciendo libros individuales dedicados a cada continente. La obra equivalente relativa a los pájaros ha sido preparada por el Consejo Internacional para la Conservación de las Aves (ICBP): Warren B. King, comp., Endangered Birds of the World: The ICBP Red Data Book, Smithsonian Institution Press, Washington D. C., 1981, y N. J. Collar y P. Andrew, Birds to Watch: The ICBP World Checklíst o/Threatened Birds, ICBP, Cambridge, 1988.

Un resumen y un análisis de las extinciones ocurridas en la época glacial y en la época moderna y sus mecanismos puede encontrarse en mi artículo «Historie extinctions: a Rosetta Stone for understanding prehistoric extinctions», páginas 824-862 del libro Quaternary Extinctions, de Martin y Klein, citado en el capítulo 17. El problema de las extinciones que han sido pasadas por alto se analiza en mi artículo «Extant unless proven extinct? Or extinct unless proven extant?», en Conservation Biology, 1 (1987), pp. 77-79. Terry Erwin realiza una estimación del número total de especies vivas en su artículo «Tropical forests: their richness in Coleóptera and other arthropod species», The Coleopterists’ Bulletin, 36 (1982), pp. 74-75.

En los capítulos 17 y 18 se recomiendan más lecturas sobre las extinciones del Pleistoceno y del primer Reciente. Por otro lado, Storrs Olson revisa las extinciones de las aves isleñas en el artículo «Extinction on islands: man as a catastrophe», páginas 50-53 del libro compilado por David Western y Mary Pearl, Conservation for the Twentyfirst Century, Oxford University Press, Nueva York, 1989. El artículo de Ian Atkinson contenido en el mismo libro, páginas 54-75, «Introduced animáis and extinctions», resume los estragos causados por las ratas y otras plagas.

Epílogo: ¿Nada aprendido y todo olvidado?

Muchos libros excelentes versan sobre el presente y el futuro de la crisis de extinción y las demás crisis a las que se enfrenta la humanidad, sus causas y la manera de afrontarlas. Entre ellos pueden citarse los siguientes:

John J. Berger, Restoring the Earth: How Americans are Working to Renew Our Damaged Environment, Knopf, Nueva York, 1985.

, comp., Environmental Restoration: Science and Strategies for Restoring the Earth, Island Press, Washington, D. C., 1990.

John Cairns jr., Rehabilitating Damaged Ecosystems, CRC Press, Boca Ratón, 1988.

John Cairns jr., K. L. Dickson y E. E. Herricks, Recovery and Restoration of Damaged Ecosystems, University Press of Virginia, Charlottesville, 1977.

Anne y Paul Ehrlich, Earth, Franklin Watts, Nueva York, 1987.

Paul y Anne Ehrlich, Extinction, Random House, Nueva York, 1981.

—, The Population Explosión, Simón and Schuster, Nueva York, 1990.

—, Healing Earth, Addison Wesley, Nueva York, 1991.

Paul Ehrlich et al., The Coid and the Dark, Norton, Nueva York, 1984.

D. Furguson y N. Furguson, Sacred Cows at the Public Trough, Maverick Publications, Bend, Or., 1983.

Suzanne Head y Robert Heinzman, comps., Lessons of the Rain-forest, Sierra Club Book, San Francisco, 1990.

Jeffrey A. McNeeely, Economics and Biological Diversity, IUCN, Gland, 1988.

Jeffrey A. McNeeley et al., Conserving the World’s Biological Diversity, IUNC Gland, 1990.

Norman Myers, Conversión of Tropical Moist Forests, Academia Nacional tic Ciencias, Washington, D. C., 1980.

—, Gaia: An Atlas of Planet Management, Doubleday, Nueva York, 1984.

—, The Primary Source, Norton, Nueva York, 1985.

Michael Oppenheimer y Robert Boyle, Dead Heat: The Race against the Greenhouse Effect, Basic Book, Nueva York, 1990.

Walter V. Reid y Kenton R. Miller, Keeping Options Alive: The Scientific Basis for Conserving Biodiversity, Instituto de Recursos Mundiales, Washington, D. C., 1989.

Sharon L. Roan, Ozone Crisis: The Fifteen-Year Evolution of a Sudden Global Emergency, Wiley, Nueva York, 1989.

Robín Russell Jones y Tom Wigley, comps., Ozone Depletion: Health and Environmental Consequences, Eiley, Nueva York, 1989.

Steven H. Schneider, Global Warming: Are We Entering the Greenhouse Century, 2.a ed., Sierra Club Books, San Francisco, 1990.

Michael E. Soule, comp., Conservation Biology The Science of Scarcity and Diversity, Sinauer, Sunderland, 1986.

John Terborgh, Where Have All the Birds Gone?, Princeton University Press, Princeton, 1990.

E. O. Wilson, Biophilia, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1984.

—, comp., Biodiversity, Nadonal Academy Press, Washington, D. C., 1988.

Apéndice

Richard G. Klein, The Human Career: Human Biological and Cultural Origins, 20 ed., University of Chicago Press, Chicago, 1999.

Peter Bellwood, First Farmers: The Origins of Agricultural Societies, Blackwell, Oxford, 2005.

Charles L. Redirían, Human Impact on Ancient Environments, University of Arizona Press, Tucson, 1999.

P. Brown, T. Sutikna, M. J. Morwood, R. P. Soejono, Jatmiko, E. Wayhu Saptomo y Rokus Awe Due, «A New Small-Bodied Hominin from de Late Pleistocene of Flores, Indonesia», artículo publicado en Nature, 28 de octubre de 2004, sobre los micropigmeos de Flores.