Dedicado a Godfrey Samson
DEDICADO A GODFREY SAMSON[1]
Mi querido Godfrey,
Supongo que no eres un lector asiduo de este tipo de historias de crímenes, y en circunstancias normales me pensaría muy mucho dedicarte una de ellas. Pero un libro que tiene como telón de fondo Los maestros cantores… en fin, ¿qué otra cosa podía hacer? Fuiste tú quien me descubrió por vez primera esta noble obra (en aquellos días en los que toda mi actividad musical consistía en intentar evitar las clases de piano), y la admiración que ambos sentimos por ella no es ni el único ni el menor de los lazos que han estrechado nuestra amistad. Acepta esta historia, por tanto, aunque solo sea por el escenario, y como un aperitivo hasta el día que esta obra maestra de Wagner regrese al Covent Garden… sin los espantosos contratiempos que se narran en las siguientes páginas, esperemos.
Tuyo, como siempre
E. C.
Devon, 1946