Fábula de la mujer que no conoce varón
No conozco varón y estoy embarazada.
No hallarán en mi cuerpo ni una huella.
Que no se ha consumado acción tan bella
afirmo y reafirmo a capa, a espada.
Como creen que soy una alocada
la Iglesia, contra mí, ha puesto querella.
Dicen que como Aquélla sólo hubo Ella.
Y, pues, no he sido aún por hombre amada
ni tan divinamente germinada,
puede ser que provenga de una estrella
o tal vez que provenga de la nada.
Ave María y Virgen sólo es Ella.
Yo no lo niego, pero estoy preñada
y tal constatación nadie la mella.