Fábula de la Musa de los artistas
Si me dicen que soy inteligente
siento que soy un pozo de sapiencia.
Es perversa y es casta mi presencia:
dicen que soy impura e inocente.
Si me llaman espíritu doliente
pienso que nada calma mi dolencia.
Dicen que no tendré jamás conciencia
—o, si la tengo, sólo vagamente—
de que soy, para ellos, como un puente
por el que llegan a la omnipotencia.
Me dicen que, desnuda, soy la fuente
de la que el Arte bebe. Soy la Esencia
que, aunque ignota, se torna omnipresente.
Soy una maravilla de la Ciencia.