III
Archivos del Estado, Alcalá de Henares
Legajos 318/76 y 2802/76
Madrid, 1976
(PERSONAL, CONFIDENCIAL) EXP. 809/P-34/DP
Conforme quedamos y para tu conocimiento te acompaño curriculum vitae de Dimas Prado, director general adjunto de Seguridad entre 1943-1946 y más tarde jefe de las Brigadas de Investigación Político-Social de Bilbao hasta 1950; y de Madrid, 1950-1957. Comisario principal en 1958. A partir de esa fecha y hasta 1973, es adscrito a Documentación de Presidencia, realizando servicios de inteligencia en el extranjero, en concreto en Estados Unidos, dados sus conocimientos de lenguas extranjeras. Desde 1973 ha sido responsable de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, cargo que ostentaba hasta ahora.
He solicitado su hoja de servicio durante esa etapa a nuestro común amigo y camarada el coronel Blanco, responsable del Servicio de Documentación de Presidencia, que me ha respondido con prontitud. Te adjunto su nota informativa, señalando que en 1973 cesó de prestar servicios en su departamento por decisión propia, declarando que durante un corto tiempo fue agregado militar en nuestra embajada en Ankara (Turquía) en 1942, ya que ostenta el grado de coronel en la reserva, por su condición de mutilado de guerra.
Como sabes, entre 1973 y 1976, que fue jefe superior de Policía en Sevilla, actualmente en excedencia, con categoría de comisario principal, realizó tres viajes a los Estados Unidos y a Alemania de índole personal, para los que solicitó permiso y le fue concedido.
En su calidad de policía y de militar (en la reserva por caballero mutilado) y miembro de los Servicios de Inteligencia desde, al menos, 1938, ha acumulado un gran poder. Sabe mucho y de muchos asuntos. Sus superiores lo consideran inteligente, frío y muy seguro de sí mismo. Hasta la fecha ha permanecido soltero. Es bastante posible que posea información o informaciones muy privilegiadas que puede sacar a la luz en el extranjero, causando un gran daño a España, dado el momento político nacional e internacional que atravesamos.
Creo sinceramente que se ha cometido un gran error al separarle de su puesto mediante una sanción administrativa por utilización indebida de fondos reservados. Dimas Prado cuenta en la actualidad sesenta y siete años y está en las puertas de la jubilación forzosa. Habría sido mejor haberle dado un destino honorífico o la jubilación con la Gran Cruz de Isabel la Católica o el Toisón de Oro. Respecto a lo que te aconsejé en mi anterior carta, lo de darle a Dimas Prado un puesto en la Dirección General en mi gabinete, hay que descartarlo: me ha escrito una corta misiva dándome las gracias y rehusando. Te ruego que vuelvas a insistir con Tomás para que se haga algo con él. Propongo que se archive su caso y se le destine en el extranjero bien remunerado. He ordenado su seguimiento y vigilancia por miembros de mi gabinete, así como el pinchazo de su teléfono particular.
Sin más, un afectuoso saludo.