En libros como este, todo se inicia sinceramente, sin abrumar a mis lectores, pues yo repudio los lectores que necesitan encontrar llena de cilicios y penitencias la lectura; ésos, para ciertos escritores, para los de fama antipática, para los que son adversos al género humano y a la amenidad, y que así es como, sin embargo, avasallan al lector.

(Ramón Gómez de la Serna)