DÍA 4
MAÑANA DEL DOMINGO
—¿Alice?
Alice Russell dio un respingo. Colgó el teléfono con torpeza
mientras se volvía en dirección a la voz y abrió mucho los ojos al
ser consciente de que no estaba sola en el sendero. Dio medio paso
atrás.
—¿Con quién estabas hablando, Alice?