52. PUTA CRAQUERA

Estoy furioso que te cagas. A esa cabrona la mato; una puta madre desnaturalizada es lo que es. Desde luego, se va a llevar lo suyo…, pero no podemos internar a los críos y si mi madre no se los quiere llevar…, entonces tendrá que ponerse las putas pilas porque Kate y yo no nos podemos hacer cargo… ¡PUTA ZORRA DE MIERDA!

Por culpa de ella hasta me pilla la puta lluvia; está cayendo una de órdago. Y hasta llevo agua en los zapatos por pisar un puto charco, como un desagüe cuando se atasca. Al llegar a casa me pongo la chaqueta enseguida y me quito los putos zapatos viejos y me pongo los Timberland nuevos. Kate me suelta: «¿Adónde vas, Frank?».

«A ver a la puta drogadicta que tiene a mis críos».

Puta lluvia, te vuelve majara. Todo quisque está venga a moquear por el frío, pero para mí que la mitad lo que tiene es la gripe colombiana de meterse demasiada blanca. Sick Boy es el peor, y yo no tengo nada en contra de unas rayitas, pero eso de lavar es para los tirados, ¡y no se hace delante de mis putos críos!

Así que llego allí y la miro y ella también me mira como si tuviera el puto morro de negarlo todo. Me limito a decirle a los críos: «Coged los abrigos, que os vais a casa de mi madre».

Ni de coña se vienen donde vivimos nosotros, joder. Ni de coña. Digo yo que mi madre querrá quedárselos en cuanto sepa lo que hay y vea el peligro que corren.

«¿Qué?… ¿Qué pasa?», suelta June.

«Tú, puta guarra de mierda, fuera de mi vista, ¿me oyes?», le advierto a la muy cabrona. «¡Se me está acabando la paciencia y no me hago responsable de lo que haga si abres esa bocaza de yonqui!».

Me conoce lo suficiente como para saber que no estoy bromeando y los ojos se le ensanchan y la cara se le pone más pálida que nunca. Mírala, hecha una puta ruina, ¿cómo no me di cuenta antes? Me pregunto cuánto tiempo llevará dándole. Los críos se están preparando y dicen: «¿Adónde vamos, papá?».

«A casa de la abuela. Al menos ella sabe criar niños», digo mirándola. «Y tampoco va por ahí liándose con yonquis».

«¿Qué quieres decir? ¿De qué me estás hablando?», tiene el descaro de soltarme la puta guarra.

«¿Me lo vas a negar? ¿Vas a negarme que Spud Murphy estuvo por aquí la semana pasada?».

«No…, pero no pasó nada. Y aunque hubiera pasado», suelta ella con un fulgor enloquecido en la mirada, «lo que haga yo no es asunto tuyo».

«¡¿Que lavar delante de mis chicos no es asunto mío?!». Me vuelvo hacia ellos. «Vosotros, fuera. Esto es una conversación privada entre vuestra madre y yo. ¡Esperadme en la escalera! ¡Venga, largo!».

«Lavando…, sí…, pero…», suelta ella, «sólo necesitaba un poco de ayuda…».

Mientras los enanos salen desfilando, me vuelvo hacia ella. «¡Ya te daré yo lavado! ¡LAVA ESTO!». Le sacudo en toda la jeta a la muy cabrona y la sangre le sale a chorros de la nariz. La cojo del pelo y está tan grasiento que tengo que envolverme la mano con él para mantenerlo bien agarrado. Ella grita mientras pongo el tapón y abro el grifo para llenar el fregadero. Le meto la cabeza dentro mientras se va llenando. «¡A VER SI LAVAS ESTO, SO CABRONA!».

Le saco la cabeza y echa agua y sangre por la nariz, y se retuerce como un pez que ha picado en el anzuelo. Escucho una voz y el enano de Michael está en el portal y me suelta: «¿Qué le estás haciendo a mamá, papá?».

«¡Vuelve a la puta escalera! ¡La estoy lavando porque le sangra la nariz! ¡Ahora, largo! ¡No te lo vuelvo a repetir!».

El capullín sale a escape y entonces vuelvo a hundirle la cabeza dentro del fregadero. «¡YA TE DARÉ YO LAVADOS, ASQUEROSA PUTA CRAQUERA DE MIERDA! ¡TE VOY A DAR UN LAVADO QUE TE CAGAS!».

Vuelvo a sacarle la cabeza, pero la puta guarra psicópata coge un cuchillito de los de cortar verduras del escurridero ¡y me mete con él! Lo llevo clavado entre las putas costillas. La suelto y me sacude con un plato que se rompe sobre mi cabeza. Vuelvo a sacudirla y cae al suelo y empieza a gritar que te cagas, mientras me saco el cuchillo de entre las costillas. Hay puta sangre por todas partes. Le pego una patada y la dejo ahí abajo, hecha un ovillo; salgo a buscar a los críos, pero cuando llego al hueco de la escalera, la vieja cabrona de enfrente está en su portal rodeándolos con los brazos. «Venga, chicos», les digo, pero se quedan ahí de pie, así que agarro a Michael porque no tengo tiempo que perder aquí, y entonces la puta June se pone en pie y sale y le grita a la vieja: «¡LLAMA A LA POLICÍA! ¡INTENTA LLEVARSE A MIS CRÍOS!».

«¡Mamá!», suelta ese pelota de Michael; Sean tendría que haberle cortado la puta cabeza; igual ni siquiera es mío, con lo mariquita que ha salido; le doy con el dorso de la mano y ella le coge del brazo en la escalera y es como si el capullín estuviera atrapado en un tira y afloja. Él se pone a chillar así que suelto y los dos vuelven a caer sobre la escalera. La vieja vuelve a gritar y suben dos polis por la escalera y uno de ellos suelta: «¿Qué está pasando aquí?».

«Nada. Ocúpate de tus asuntos, joder», digo yo.

«¡Intenta llevarse a mis hijos!», chilla ella.

«¿Es eso cierto?», me pregunta el poli mayor.

«¡También son mis putos críos!», suelto yo.

La vieja de la escalera va y dice. «¡Golpeó a esa chica, yo le vi! ¡Y al pequeño, pobrecito!». Se vuelve hacia mí y dice: «¡Ese es más malo que arrancado!».

«¡Tú cierra la puta boca, vieja cabrona! ¡No tiene una puta mierda que ver contigo!».

El poli mayor dice: «Caballero, si no sale a la calle, voy a detenerle y acusarle de alteración del orden público. ¡Si esta señora presenta cargos contra usted, tendrá serios problemas!».

Así que después de un gran concurso de gritos me voy, porque no tengo ganas de que me detengan a cuenta de esa cabrona. Y los polis mirándome como si fuera un puto pederasta. Aunque no tendría que haberle pegado a Michael; pero eso fue culpa de ella por volver a sacarme de quicio. Pues me iré a hablar con los de Bienestar Social y todo dios sabrá qué es ella, que ella es una asquerosa puta craquera que se mete drogas delante de mis putos críos…

Si quieren detener a algún capullo, que detengan al cabrón ese de Solo en casa 2. Ya sé que él también era sólo un crío cuando hizo esas películas, pero no entiendo cómo semejante cabrón puede vivir consigo mismo ahora.

Porno
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
VideosCaseros.xhtml
Capitulo1.xhtml
Capitulo2.xhtml
Capitulo3.xhtml
Capitulo4.xhtml
Capitulo5.xhtml
Capitulo6.xhtml
Capitulo7.xhtml
Capitulo8.xhtml
Capitulo9.xhtml
Capitulo10.xhtml
Capitulo11.xhtml
Capitulo12.xhtml
Capitulo13.xhtml
Capitulo14.xhtml
Capitulo15.xhtml
Capitulo16.xhtml
Capitulo17.xhtml
Porno.xhtml
Capitulo18.xhtml
Capitulo19.xhtml
Capitulo20.xhtml
Capitulo21.xhtml
Capitulo22.xhtml
Capitulo23.xhtml
Capitulo24.xhtml
Capitulo25.xhtml
Capitulo26.xhtml
Capitulo27.xhtml
Capitulo28.xhtml
Capitulo29.xhtml
Capitulo30.xhtml
Capitulo31.xhtml
Capitulo32.xhtml
Capitulo33.xhtml
Capitulo34.xhtml
Capitulo35.xhtml
Capitulo36.xhtml
Capitulo37.xhtml
Capitulo38.xhtml
Capitulo39.xhtml
Capitulo40.xhtml
Capitulo41.xhtml
Capitulo42.xhtml
Capitulo43.xhtml
Capitulo44.xhtml
Capitulo45.xhtml
Capitulo46.xhtml
Capitulo47.xhtml
Capitulo48.xhtml
Capitulo49.xhtml
Capitulo50.xhtml
Capitulo51.xhtml
Capitulo52.xhtml
Capitulo53.xhtml
Capitulo54.xhtml
Capitulo55.xhtml
Capitulo56.xhtml
Capitulo57.xhtml
Capitulo58.xhtml
Exhibicion.xhtml
Capitulo59.xhtml
Capitulo60.xhtml
Capitulo61.xhtml
Capitulo62.xhtml
Capitulo63.xhtml
Capitulo64.xhtml
Capitulo65.xhtml
Capitulo66.xhtml
Capitulo67.xhtml
Capitulo68.xhtml
Capitulo69.xhtml
Capitulo70.xhtml
Capitulo71.xhtml
Capitulo72.xhtml
Capitulo73.xhtml
Capitulo74.xhtml
Capitulo75.xhtml
Capitulo76.xhtml
Capitulo77.xhtml
Capitulo78.xhtml
Capitulo79.xhtml
Capitulo80.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml