Adiós a la Tierra (1989)
«Good-bye to Earth»
Estoy enviando este mensaje a la Tierra en un intento de advertirles acerca de lo que estoy seguro que sucederá, y que debe suceder. Es triste pensar en lo que hay por delante, de modo que nadie quiere hablar de ello, pero alguien debería, ya que la gente de la Tierra debería estar preparada.
Es la última mitad del siglo XXI y hay una docena de asentamientos en órbita alrededor de la Tierra. Cada uno, a su manera, es un pequeño mundo independiente. El más pequeño tiene diez mil habitantes, y el más grande veinticinco mil. Estoy seguro de que todos los Terráqueos lo saben, pero las personas están tan embrolladas por su propio mundo gigante que no es frecuente que piensen en nosotros, excepto como en pequeños objetos intrascendentes, afuera en el espacio. Bien, piensen en nosotros.
Cada Asentamiento imita el ambiente de la Tierra tan en detalle como puede, girando para producir seudo-gravedad, permitiendo que el sol entre en algunos momentos y no en otros, para producir días y noches normales. Cada uno es lo bastante grande para dar la impresión de espacio interior, para tener granjas y fábricas también, para poseer una atmósfera que origine nubes. Hay ciudades, y escuelas, y campos de atletismo.
Tenemos algunas cosas que la Tierra no. El campo seudo-gravitacional varía su intensidad de acuerdo a la posición dentro de cada Asentamiento. Hay áreas de baja gravedad, hasta de gravedad cero, donde podemos equiparnos con alas y volar, donde podemos jugar tenis tridimensional, donde podemos tener experiencias gimnásticas poco comunes.
También tenemos una verdadera cultura espacial, porque estamos acostumbrados al espacio. Nuestro trabajo principal, además de mantener nuestro Asentamiento en buen funcionamiento, es construir estructuras en el espacio, para nosotros y para la Tierra. Trabajamos en el espacio, y estar dentro de una nave espacial o de un traje espacial es una segunda naturaleza para nosotros. Trabajar en gravedad cero es algo que hemos hecho desde la infancia.
Hay también algunas cosas que la Tierra tiene y que nosotros no. No tenemos los extremos climáticos de la Tierra. En nuestros Asentamientos cuidadosamente controlados nunca hace demasiado calor ni demasiado frío. No hay tormentas ni lluvias imprevistas.
Tampoco tenemos el terreno peligroso de la Tierra. No tenemos montañas, acantilados, pantanos, desiertos, ni océanos tormentosos. Y no tenemos plantas, animales o parásitos peligrosos. Si hay algo, son personas que se quejan de que estamos demasiado seguros, de que no hay aventuras… pero entonces nuestra gente puede salir siempre al espacio, y hacer largos viajes a Marte y a los asteroides, a lo que ustedes, Terráqueos, no son aptos psicológicamente. De hecho, algunos Colonos tienen planes de instalar colonias en Marte y bases de minería en el cinturón de asteroides, pero nunca llegarán a hacerlo, por las razones que describiré.
Los Asentamientos no aparecieron súbitamente sin el conocimiento de la humanidad. Incluso, un siglo atrás, Gerard O'Neill de Princeton y sus estudiantes estaban haciendo los planes iniciales para esos nuevos hogares para la humanidad, y los escritores de ciencia ficción lo habían anticipado incluso antes.
Sin embargo y extrañamente, las dificultades que la mayoría previó resultaron no ser las que afligieron a los Asentamientos. El costo de construirlos, los problemas de proveer un ambiente similar al de la Tierra, la recolección de energía, la cuestión de la protección de los rayos cósmicos, todos fueron resueltos. No fácilmente, pero fue hecho.
El propio Sol provee toda la energía que necesitamos, y bastante más para exportar a la Tierra. Podemos cultivar alimentos fácilmente… más de los que necesitamos, de hecho, y podemos exportar algo a la Tierra. Tenemos pequeños animales… conejos, gallinas, y más, que nos proveen de carne. Obtenemos los materiales que necesitamos del espacio, no sólo de la Luna, sino de meteoroides y cometas que podemos atrapar y explotar. Una vez que lleguemos a los asteroides (si alguna vez lo hacemos) tendremos una provisión virtualmente ilimitada de todo lo que necesitamos.
Lo que nos molesta y produce un problema insuperable es algo que pocas personas previeron. Es la dificultad de mantener una ecología viable. Cada Asentamiento debe autosustentarse. Contiene personas, plantas, y animales; contiene aire, agua y tierra. Estas cosas vivas deben multiplicarse y mantener sus cantidades, pero sin superar la capacidad de sostenerlos del Asentamiento.
¿Las plantas y los animales? Bien, las controlamos. Supervisamos su reproducción y consumimos su excedente. Mantener la población humana en niveles razonables es más difícil. No podemos permitir que los nacimientos humanos superen las muertes, y mantenemos la cantidad de muertes tan baja como sea posible, por supuesto. Esto convierte a la nuestra en una cultura senil, comparada con la de la Tierra. Hay unos pocos jóvenes y un gran porcentaje de maduros y ancianos. Eso produce tensiones psicológicas, pero entre los Colonos existe el sentimiento de que esas tensiones valen la pena, ya que con una población cuidadosamente controlada no hay pobres, ni desvalidos, ni personas sin hogar.
Por otro lado, el agua, el aire y el alimento deben ser cuidadosamente reciclados, y mucha de nuestra tecnología está dedicada a la destilación del agua usada, y al tratamiento de desechos sólidos, y su conversión en fertilizantes aceptables. No podemos permitirnos que algo funcione mal en nuestra tecnología de reciclado, ya que hay poco espacio para los descuidos. Y, por supuesto, aunque todo funcione bien, la sensación de que comemos y bebemos materiales reciclados es un poco desagradable. En la Tierra, también es reciclado todo, pero la Tierra es tan grande, y los sistemas naturales de reciclado tan imperceptibles, que los Terráqueos tienden a no darse cuenta del asunto.
Luego, también tenemos el temor de que un meteoro de tamaño considerable nos choque y dañe la coraza exterior de un Asentamiento. Un trozo de materia no mayor que un guijarro podría producir daños, y una de un pie de ancho podría destruir cualquiera de los Asentamientos. Afortunadamente, las probabilidades de tal desventura son pequeñas, y eventualmente aprenderemos a detectar tales objetos antes de que lleguen a nosotros. Aun así, estos peligros pesan sobre nosotros, y ayudan a mitigar el sentimiento de exceso de seguridad de la que algunos de nosotros nos quejamos.
Sin embargo, con un esfuerzo, con vigilante atención e incesante cuidado, podemos mantener nuestra ecología, si no fuera por la cuestión del comercio y los viajes.
Cada Asentamiento produce algo que otros Asentamientos querrían tener, en cuestiones de alimento, arte, o aparatos ingeniosos. Además, debemos comerciar también con la Tierra, y muchos Colonos quieren visitar la Tierra y ver algunas de las cosas que no tenemos en los Asentamientos. Los Terráqueos no pueden darse cuenta de lo excitante que es para nosotros ver un vasto horizonte azul, o mirar un verdadero océano, o un monte cubierto de nieve.
Por lo tanto, hay un constante ir y venir entre los Asentamientos y la Tierra. Pero cada Asentamiento tiene su propio equilibrio ecológico; y por supuesto, la Tierra tiene una ecología, aun en estos días, que es enorme e imposiblemente rica para los estándares de los Asentamientos.
Tenemos nuestros insectos, que están aclimatados y bajo control, pero ¿qué sucede cuando insectos extraños son introducidos, casualmente y sin intención, desde otro Asentamiento, o desde la Tierra?
Un insecto extraño, un gusano extraño, hasta un roedor extraño, podrían arruinar completamente nuestra ecología, causar daño a nuestras plantas y animales nativos. En numerosas ocasiones, de hecho, un Asentamiento ha tenido que tomar medidas extraordinarias para eliminar una forma de vida no deseada. Deben hacerse esfuerzos, por meses, para rastrear cada uno de los insectos de algunas especies que en su propio Asentamiento es inofensivo, o que en la Tierra puede tener sus depredadores locales.
Lo que sería peor, ¿qué sucede si un parásito patógeno… una bacteria, o virus, o protozoario… fuera introducido? ¿Qué sucedería si producen enfermedades contra las que esos otros Asentamientos, o la propia Tierra, han desarrollado una cierta inmunidad, pero a las que está indefenso el Asentamiento que sufre la invasión? Por un tiempo, todos los esfuerzos del Asentamiento deberán aplicarse a la preparación o importación del suero diseñado para conferir inmunidad, o pelear contra la enfermedad una vez declarada. Invariablemente sucederán algunas muertes.
Naturalmente, cuando esto sucede hay siempre una lamentación y una demanda de mayores controles. Como resultado, nadie de otro Asentamiento, y nadie que regrese de un viaje desde cualquier sitio hacia su propio Asentamiento, tiene permiso de ingresar sin un completo registro de equipaje, un completo análisis de fluidos corporales, y cierto periodo de cuarentena, para ver si alguna enfermedad no detectada está en desarrollo.
Más allá todavía, sea correcto o incorrecto, los habitantes de los Asentamientos persisten en ver a los Terráqueos mismos como particularmente peligrosos. Es sobre la Tierra donde se encuentran la mayor parte de las formas de vida indeseables y los parásitos; son los Terráqueos los que más probablemente estén infectados, y hay fanáticos en todos los Asentamientos que sostienen la idea —algunas veces muy vehementemente— de suspender todo contacto entre los Asentamientos y la Tierra.
Ese es el peligro sobre el que quiero advertir a los Terráqueos. La desconfianza —y aun el odio— hacia los Terráqueos está creciendo constantemente entre los Colonos.
Como la Tierra está a sólo unas pocas decenas o centenas de miles de millas, no tiene sentido hablar de suspender todo contacto. El atractivo y magnetismo de la Tierra es demasiado grande. Por lo tanto, ahora se habla —hasta ahora, apenas un susurro, pero que crecerá, se los aseguro— de dejar por completo el Sistema Solar.
Cada Asentamiento puede ser equipado con un mecanismo propulsor, utilizando motores de microfusión. La energía solar nos alimentará mientras estemos todavía entre los planetas, y recogeremos algunos cometas pequeños como fuente de combustible hidrógeno, en el proceso de dejar todos los planetas atrás, cuando el Sol se vuelva demasiado distante para sernos de utilidad.
Cada Asentamiento le dirá adiós a la Tierra, entonces, y se lanzará como un mundo independiente en los vacíos inimaginables entre las estrellas. Y quién sabe, algún día un millón de años adelante, un Asentamiento puede encontrar un mundo parecido a la Tierra, vacío y esperando, al que puedan poblar.
Pero de eso debo advertir a la Tierra. Los Asentamiento se irán un día, y si construyen otros, eventualmente también partirán, y los dejarán solos. Y aun así, de alguna manera, sus descendientes se estarán expandiendo, y poblando, la Galaxia entera. Pueden encontrar consuelo en esa idea, mientras los ven desaparecer.