Semanas después.
—Por favor —rogó Marcus —por favor regresa —le dijo al cuerpo inerte de Katy.
Estaba sentado cerca de ella, con ambos codos sobre la cama a su lado, mirándola intensamente.
No era la primera vez que rogaba, y algo le decía que no seria la ultima.
—Por favor, solo… —su voz se quebró y respiró profundamente para calmarse. Tocó su mano y la envolvió entre las suyas —por favor cariño, no me hagas esperar mas.
Tocó su rostro. Algunas heridas se habían curado, ahora solo tenia vendas y el yeso en su otro brazo.
—Sabes —comenzó él como siempre, ya se había acostumbrado a hablarle —ayer vi a Daphne —negó un poco —esa chica sigue disculpándose cada vez que me ve, debiste decirme que era ella quien robaba las fotografías —rio un poco —Ricardo dijo que era mejor no poner una demanda contra ella, ya era suficiente que todo el mundo supiera lo que había hecho, yo soy mas de creer que era necesario enviarla a la cárcel, pero no iba a discutir con él por algo así. Por esa vez lo deje pasar —él le sonrió —si tú fuiste capas de perdonarle lo que hizo pensé que tenia que tener un gesto parecido.
Él sintió su teléfono vibrar y lo miró, lo había puesto para que le avisara cuando se acababa las horas de visita, tenia 5 minutos.
—Hable con mamá esta mañana, me dijo que te mandara muchos saludos y que en cuanto pudiera todos iban a venir a verte. Ella cree que si todos te dicen cuanto te extrañan tu decidirás regresar con nosotros —suspiró y rio al recordar algo —Camilo te escribió una canción, y por increíble que parezca es buena, la escuche hace unos días y me gusto, le dije que cuando la gravara me diera una copia para que la escuches.
Él la observó y asintió un poco.
—Bien, debo irme —deposito un beso en su mano —mañana vendré un poco mas tarde, tengo trabajo que hacer pero pasare el próximo viernes todo el día aquí —se puso de pie y acaricio con su pulgar la piel de su muñeca por última vez —nos vemos mañana cariño.
Marcus se acercó para dejar un beso en su frente y comenzó a irse. Empezó a liberar la mano de Katy y se alejó un poco, solo que se detuvo en seguida. Su corazón latió rápidamente al observar, al sentir, la mano de Katy sujetar la suya con firmeza. Miro enseguida su rostro, no se veía diferente que hace un segundo, pero su mano seguía afirmándolo.
Él tocó un botón en la pared para llamar a la enfermera repetidas veces.
—Vamos cariño —le dijo, se sentía eufórico —sé que puedes oírme, ya es tiempo que regreses con nosotros —él miró hacia la puerta, ¿por qué rayos nadie aparecía? —enfermera —gritó y volvió a tocar el botón —puedes hacerlo —le dijo —sé que puedes.