Capítulo 28

 

Katy observó el viejo edificio y luego a Andrés parado a su lado.

¿Desde cuando que no es utilizado?

—Desde la semana pasada —ella sonrió —lo compraron hace poco por la ubicación.

—Hagamos esto —murmuró ella y entraron al lugar.

 

Horas después…

Marcus observó hacia el otro lado de la calle sin creer lo que sus ojos le mostraban.

Lo siento —escuchó decir a Skarlett —no quería decírtelo pero, es lo que vi.

Marcus negó un poco, esto no podía estar pasando, ella no podía tener razón, pero…eso era lo que estaba viendo. Al otro lado de la calle estaba su novia saliendo de un motel con otro hombre, y no cualquier hombre, si no su antiguo jefe, el editor de The New Club.

Esto no podía ser real, pero…esto explicaba algo. Por eso ella nunca le había dicho que lo amaba, ni nada. No era porque necesitara tiempo, era simplemente porque no lo sentía.

—Marcus —lo llamó Skarlet —los vi entrar hace dos horas y pensé…

Marcus no terminó de escucharla, solo camino rápidamente hacia Katy y el hombre, que hablaban tranquilamente en una esquina.

Cuando escucho reír suavemente a su novia sintió que un trozo de hielo bajaba por su garganta, la furia tomó el lugar de cualquier idea o pensamiento.

Katy —dijo y ambos se giraron para verlo, ella sorprendida.

 

—Marcus —dijo Katy —hola… ¿Qué haces aquí?

Marcus observó al hombre a su lado y ella supo que algo estaba mal. Él estaba molesto, mas que eso, no tenia que verlo para darse cuenta, era suficiente con sentir como la energía se volvía pesada a su alrededor.

Te estuve llamando por teléfono —le dijo fríamente y volvió a mirarla.

—Ha —dijo ella y busco en su bolso, tomo su teléfono y era verdad, tenia cuatro llamadas perdidas, lo había dejado en silencio mientras trabajaba —lo siento —le dijo.

Sí — dijo él y sonrió un poco, ella tragó.

¿Qué pasaba aquí?

—¿Cómo eres capaz?— dijo una suave voz, Katy observó a Skarlett aparecer al lado de Marcus, lo miró y luego a ella— sales de un motel con otro hombre y no sientes ni siquiera vergüenza.

¿Qué?— jadeó ella y miró a Marcus.

Miró hacia el edificio. Un motel, pensó.

Si, ellos creían que aun lo era pero no sabían… observó enseguida a Marcus. ¿Él creía que había estado con otro hombre en un motel?

No fue suficiente con vender las fotografías a la competencia, él creyó en ti y te defendió pero así le pagas —continuo Skarlett.

Ella solo observó a Marcus, él también la miraba, sin decir absolutamente nada. Tragó.

Marcus creía que ella lo había engañado, podía verlo en la forma como la miraba, lo hacia de la misma forma que miraba a Skarlett. Decepcionado.

—Katy —dijo Andrés —creo que es mejor…

—No —le dijo y lo miró, el hombre había soportado que lo acusaran de esto estando casado —lo siento.

Él negó y miró a los demás.

—¿Te disculpas con él? —dijo Skarlett, la miró molesta pero no logro decir nada.

—Es mejor que no regreses a la empresa —dijo Marcus, todos se tensaron y lo miró —hare que te envíen tus cosas.

Sin más se alejó de ellos.

Katy dio un paso en su dirección pero Skarlett se interpuso.

No crees que has hecho suficiente daño, ya déjalo tranquilo —con eso lo siguió.

Ella abrió la boca y la cerró.

¿Daño? le había hecho daño.

Al segundo el auto de Marcus pasó por su lado. Lo siguió con la mirada hasta que se perdió en el camino.

—Debiste decirle lo que hacíamos —dijo Andrés, lo miró.

Él… él ya venía con la idea de que nosotros… —negó.

—Debes hablar con él —ella no supo que decir, todo esto era tan raro —¿quieres que te lleve?

—No —dijo en seguida —gracias, pero me iré sola.

Estas segura —asintió, sabía que él la observaba —la propuesta sigue ahí, si cambias de opinión ya sabes donde ir —volvió a asentir.

Ella camino hacia su bicicleta y la montó, comenzó a moverse por la calle.

No supo el momento exacto cuando comenzó a llorar, ni cuando cambio de ruta hacia Amor y Coincidencias, solo se dio cuanta de que temblaba y que no podía controlar la bicicleta, lo supo justo antes de que el automóvil la impactara.

Katy observó el mundo girar a su alrededor, sintió el lado derecho de su cuerpo chocar contra el cristal y como el impulso la levantaba para volver a chocar contra el techo. Por un segundo todo se fue a negro, cuando regresó estaba en el suelo, mirando hacia el cielo azul. Había gente gritando a su alrededor, alguien que la tocaba. Se dio cuenta que el suelo bajo ella estaba húmedo, podía sentirlo en su cabeza. Suspiro mentalmente.

No era para tanto, si hubiera podido lo hubiera dicho.

El rostro de un consternado Andrés apareció un segundo en su foco, le hablaba, lo veía pero no era capaz de escucharlo, el desapareció.

Solo observó el cielo, las nubes moverse lentamente y pensó.

Debí decirle a Marcus que solo había estado trabajando, así él no se hubiera ido con esa mirada tan triste.

Luego no supo nada más.