Un mes después.
Marcus observó al médico revisar a Katy, cuando acabo preguntó.
—¿Cómo está? —él lo miró y negó suavemente.
—Lo lamento, está igual que ayer, no ha habido algún cambio.
—¿Nada? —pregunto, el médico negó.
—Marcus, debes ir a descansar, eres el único que no logro convencer de que lo haga, aquí están los mejores profesionales para atenderla y sabes que si se presenta el menor cambio te lo informare —Marcus miró a Katy —hombre, ve a descansar, trate de dormir 8 horas seguidas.
—No puedo —le dijo.
En verdad no podía, la única vez que lo había intentado dormir había tenido pesadillas de ella muriendo, desde ese día solo era capas de dormir dos horas de vez en cuando.
—Si puedes —insistió el médico —te daré algo para dormir, ya es obvio lo agotado que estas, has adelgazado y apenas te mueves.
No lo miró y lo escuchó suspirar.
—Esto no te va a gustar —lo miró —pero si no lo haces voy a prohibirte estar aquí mas de un par de horas.
—No puedes…
—Sí, puedo si veo que estas empeorando y solo te haces daño —ambos se miraron a los ojos.
Hacia años que conocía a ese hombre, ¿cómo es que ahora era capas de amenazarlo?
—No sabes lo que se siente el pensar que si te alejas ella puede morir —dijo Marcus —puede que para ti solo sea un paciente pero no para mi, es la mujer que amo —negó —no voy…
—Ella también puede morir si estás aquí —Marcus se estremeció —dime, cuando ella despierte quieres que se encuentre con un hombre enfermo, con alguien que apenas se parece a lo que conoce —lo miro— no, porque se preocupara, así que por favor, cuando acabe las horas de visitas vete a tu casa, come y acuéstate, no regreses hasta mañana —no dijo nada y él comenzó a irse —pasare luego de las horas de visita, espero no encontrarte aquí.
Marcus lo observó salir de la habitación y miró a Katy. No podía, no podía irse y dejarla sola. No podía hacerlo si esto era su culpa. Si él no hubiera dudado de ella tan rápido, si hubiera hablado con ella sabia que ese día no se hubiera ido en esa maldita bicicleta, sabia que ahora ella estaría con él, probablemente en su casa.
Si ella no despertaba, sabia que iba a ser completamente su culpa.