Capítulo 27

 

Katy observó a Andrés y luego las fotografías sobre la mesa.

—Las recibí y le pedí que vinera hoy, debe estar por llegar —Katy asintió.

—Tuvo que haber sido raro saber que tenía razón —él sonrió.

—No, no pensé que tu mentías, solo me sorprendió que ella las usara realmente —ella asintió.

Suspiro y tocó algunas imágenes. Según Daphne eran un total de 32, 9 las había borrado de su computadora al principio y el resto solo las copia, en la mesa había 12, las mejores.

¿Que prende hacer con ellas? —le preguntó.

—Me dijo algo que tenia que ver con mostrar la belleza de las personas comunes —lo miró y alzó una ceja.

—Eso es lo que hace Amor y Coincidencias —Andrés asintió.

—Lo sé.

Ambos suspiraron.

—¿Qué piensas decirle? —le preguntó él, ella arrugó su frente.

—Simplemente la verdad, no he pensado mucho en eso —no con Marcus en su departamento, aunque ya lo hecha de menos, hace un poco mas de una semana que no lo veía, pero ahora sabía que estaba trabajando.

¿Qué piensas hacer? —él arrugó su frente.

—Voy a continuar trabajando con ella —Katy volteo sus ojos —sí, se lo que piensas, pero si termino el contrato que tenemos ella tendrá todo el derecho a llevar estas fotografías con otro —Katy cerró la boca y asintió —luego de eso no renovaremos su contrato —se encogió de hombros.

—Gracias —le dijo suavemente, él sonrió.

—Podrías pagármelo haciéndome un favor.

—¿Cuál? —preguntó enseguida.

Él rio suavemente.

—Te lo diré después —apuntó fuera de su oficina.

Katy se puso de pie y se movió del escritorio al ver a Cristin, ahora con su cabello rubio, morena y vestida completamente de blanco. Siempre le había divertido esa mujer.

—Andrés —lo saludo ella, él le dio la mano —Katy —le dijo fríamente.

—Cristin —le respondió ella de igual manera.

—Por favor Cristin, toma asiento —ella lo hizó, Katy se movió hacia un mueble y se apoyó allí.

¿Qué hace ella aquí? creí que deseabas hablar conmigo —ella la miró y luego a él.

Sí, pero creo que tu sabes porque estamos aquí —la mujer entrecerró sus ojos.

¿Debería saber? —dijo ella y la miró, Katy evito voltear sus ojos.

Andrés la miró a ella y suspiró. Al parecer era su turno.

¿Has vuelto a ver a Daphne? —le preguntó, Cristin giró su rostro lentamente hacia ella, por un segundo pensó que continuaría y giraría trecientos sesenta grados, como las películas de terror.

—No sé quién es —ahora si volteó sus ojos.

—Yo diría que si —cruzó sus brazos sobre su pecho.

—No sé de quién hablas.

—Vamos Cristin, ya todos aquí saben lo que has hecho y como buena fotógrafa que eres sabes claramente que es un grave crimen —se movió hacia la mesa y tomó una de las imágenes, se la mostró pero no se la entregó, camino a su alrededor —yo tome esta fotografía, ¿Cómo llego a manos de Andrés?

Permanecieron en silencio y la miró.

¿Qué piensas decir? no, son mías, o no, jamás las había visto —ella miró a Andrés, él miraba fijamente a la mujer.

—Yo tome esas imágenes —Katy miró hacia el techo un segundo.

¿Tu? —repitió y negó — ¿Quién es esta mujer?—volvió a mostrarle la imagen.

¿Eso qué tiene que ver?

—Tiene que ver con el hecho de que si yo la llamo, porque se quien es, a quien crees que ella indique como la persona que le tomó las fotografías —tomó otra —lo mismo pasara con ella o—tomo otra —ella o —la siguiente —ella —las tomó todas —buenos con todas ellas y las otras que tienes.

—Quizás has hablado con cada una de ellas para decirle que hicieras esto.

—Sí —dijo Katy —yo me di el tiempo de averiguar todo esto, a las 32 personas, me contacte con ellas solo para decirles que mintieran, guau —negó y se sentó a su lado mirando a Andrés.

—Cada una de ellas tiene firmado un contrato de privacidad, sus imágenes no pueden ser utilizadas en ningún tipo de publicidad, ni nada que se les parezca —la miró y al notar que mantenía la mandíbula apretada sonrió internamente —no te lo dijo Daphne. Aunque estas imágenes pertenecen a Amor y Coincidencias, la empresa no las puede utilizar para nada, a lo mucho para guardarlas.

Se miraron entre si.

—Cristin —dijo Andrés fríamente, lo miraron —que niegues esto no sirve de nada. Por ahora vas a regresar todas las fotografías Katy —la mujer la miró —de esta manera aseguraras que yo no le diga a nadie lo que has hecho.

—Yo… —él levantó su mano para callarla.

—El contrato con nosotros continuara, un año es lo que queda, si durante ese año cualquiera de estas imágenes aparecen en otra parte, sabremos que fuiste tú, en ese caso deberás hacerte responsable de las consecuencias —él suspiró y se puso de pie, Katy lo imitó, por ultimo Cristin —ya hable con la directiva, ellos estuvieron de acuerdo con esto —la miró —Katy, las imágenes serán devueltas a penas ella me las entregue —Katy asintió—Cristin, las quiero mañana, todas.

Con esa la mujer la miró tensa a no más poder y salió del lugar sin decir nada.

—Pensé que haría un escándalo —le dijo a él.

—No le sirve si ya a sido descubierta, además con eso del contrato de privacidad no puede hacer mucho, hubiera tenido a 32 personas en contra de ella por utilizar fotografías que no le pertenecen.

—Yo no me  voy a quedar callada —le dijo, él sonrió.

—Lo sé.

—Pero le dijiste…

—Que yo no diría nada, no tú.

¿Y qué pasara cuando todo el mundo lo sepa?

—En ese caso podemos terminar el contrato con ella, es una de las clausulas, asegúrate de que antes que pase eso tu empresa se asegure de haber recuperado todas las imágenes.

—Lo más probable es que interpongan una demanda contra ella.

—Se lo merece —ella asintió y suspiró.

—Bien, es mejor que me ya —tomó las imágenes y las guardo.

—Aun me debes un favor —lo miró enseguida.

¿Qué quieres? —le preguntó, él sonrió.

Vamos a abrir un nuevo estudio, necesito que alguien tome fotografías del edificio —ella volteo sus ojos —sí, no es el trabajo mas glamoroso pero todos los fotógrafos están ocupados.

¿Qué edificio?

—Recuerdas el viejo motel que esta por el centro —ella arrugó su frente y luego asintió —pues ese, es lo suficientemente pequeño para que funcione de estudio.

—Van a tener que derribar muchas paredes.

—No demasiadas.

—Bueno, entonces esta bien.

Él asintió y rodeo la mesa.

¿Quieres que pase por ti a tu casa?

—No, nos vemos allí temprano, es mejor.

—Este bien.

Luego de despedirse Katy llamó a Ricardo, Marcus estaba ocupado así que le informó de todo lo que sabía.

Él suspiró cuando acabo.

—Bien, eso termina con el misterio —le dijo —ya sabíamos que esa chica lo había hecho, pero nada mas.

—Hay que asegurarse de que Cristin no utilice las imágenes antes de que se desate el escandalo.

—Esperemos que no haya ninguno, pero lo haremos.

Katy permaneció en silencio un segundo.

—Bien, entonces no hay ningún problema en que regreses —continuo Ricardo, ella dudo un segundo —vamos Katy, ni pienses en no volver a trabajar, eres la única que puede seguir con ese departamento.

Lo pensó mientas observaba alrededor. Sabía que había tomado la decisión de no regresar pero, en verdad le gustaba ese trabajo. Suspiro.

—Bien —murmuró, luego sonrió un poco —pero me deberás una grande.

Lo escuchó reír.

—No te bastó con las entradas del cine que te di hace tanto tiempo —ella volteo sus ojos —está bien, te debo una.

—Y muy grande.

—Y muy grande —repitió él —hablaré con Marcus.

Bien —dijo ella, se despidieron y colgó.

Al final si iba a regresar, cambiaba de opinión a cada rato, se dijo, pero tampoco podía negar en verdad le agradaba su trabajo y mucho.