Capítulo 25
Marcus tomó su mano entre las suyas y lo miró, él observaba lo que hacia. Como acariciaba su palma con su pulgar lentamente. La miró a los ojos y se acercó a ella, se detuvo solo un segundo antes de besarla suavemente. Katy suspiró contra él y se movió por su mentón hacia su oído.
—Vamos a tu habitación —ella asintió y se pusieron de pie.
Sin dejar de besarse llegaron a la habitación. Marcus la llevó a la cama y la recostó con cuidado. Ella observó como le quitaba su ropa lentamente, acariciando la piel que dejaba al descubierto con la yema de sus dedos.
Cuando terminó, ella se arrodillo en la cama y le ayudo a quitarse su camisa. Beso su pecho perezosamente, disfrutando del sabor de su piel, de su olor, de su colonia. Ella acaricio su vientre, su cintura y su espalda. Se movió por sus brazos y los acaricio con su lengua. Marcus gimió y tocó su rostro para alejarla un poco de él.
—Si continuas con eso… —él tomó aire para tranquilizarse —no voy a poder ser amable.
Ella se mordió el labio.
—No quiero que lo seas —Marcus gimió y la beso, aplastando su boca, besándola intensamente.
—Te prometo que lo seré después —ella asintió y se recostó en su cama mientras él terminaba de desnudarse. Luego lo vio ponerse un condón y acercarse a ella como si la asechara.
Se recostó sobre ella y la beso. Katy separó sus piernas bajo él y gimió al sentir como su polla se apretaba contra su entrada. Lo deseaba tanto, no quería esperar. Marcus tampoco quería hacerlo porque se levantó un poco y empujó con sus caderas, ella observó como la penetraba claramente.
—Mira —le dijo él ver que cerraba los ojos, obedeció — observaba como entro en ti — cuando lo hizo él gimió — ahora soy parte de ti.
Katy siguió viendo como la follaba. Como su polla desparecía dentro de ella para volver a aparecer húmeda y brillante, el mantuvo sus caderas levantadas y también observó.
—Es tan bueno —dijo él —tan apretado y caliente.
—Marcus — susurró ella —me voy a… —gimió cuando él cambio el ángulo de penetración pero al escucharla se detuvo, ella se quejo al sentir como entraba a su cuerpo, con fuerza, profundamente.
—Espera —le dijo —lleva tus rodillas hacia ti— lo miró y lo hizo —separa más las piernas, así.
Él empujo hacia ella con deseo haciendo que su cadera chocara contra la de ella sin compasión. Gimió e intento respirar.
Marcus se movió con ella y apretó la mandíbula, empujó esta vez más rápido y profundo, se afirmo con sus manos a cada lado de ella y siguió moviéndose. Ella convulsiono luego de unos segundos y liberó sus rodillas, no se detuvo y se concentro en no correrse, tenía que hacer que se corriera de nuevo. Metiendo una mano entro los dos, encontró su nudo y lo acaricio al mismo ritmo de sus caderas, ella se afirmo de sus brazos y volvió a correrse. Siguió atormentándola hasta que la escucho gritar por su tercer orgasmo, ahí se permitió seguirla. Solo que el suyo también lo tomó por sorpresa y se derramó dentro de ella por largo rato, incluso dejo de respirar mientras lo hacia.
Cuando recordó donde estaba observó a la mujer bajo él y suspiró tranquilo.
Salió de ella y se quito el condón, solo lo amarro y dejo sobre el velador antes de acomodarse a su lado y atraerla hacia si, luego de cubrirlos deposito un beso sobre su cabello y acaricio su espalda, ella suspiró.
Se quedó dormido mientras acariciaba con sus dedos el cabello de Katy.
Marcus despertó suavemente. Abrió los ojos y descubrió que estaba recostado sobre el pecho de Katy, su cabeza estaba cómodamente apoya en la curva de su cuello.
Sintió los dedos de ella jugar con su cabello y suspiró feliz. Es como volver a casa, pensó.
—Me gusta tu cabello —le dijo ella suavemente —solo lo tienes muy corto.
Sonrió al oírla.
—Pero aun puedo hacer esto —ella lo agarró con firmeza pero sin hacerle daño, luego lo soltó.
—Lo se, te gusta agarrar mi cabello cuando hacemos el amor.
Ella rio bajo él un poco.
—Sí, me gusta —le confirmó.
Marcus se acomodó mejor sobre ella, pegándose más a su cuerpo. Al sentir su muslo contra su pene, sintió como la sangre se acumulaba en el rápidamente. Ella al sentirlo movió un poco su pierna acariciándolo, gimió.
—Creo que ayer no fui muy amable —ella se rio.
—No me estoy quejando, me corrí tres veces —él sonrió.
—Y yo una —le dijo, y con tanta intensidad que dejo de respirar, recordó.
—Ese es algún tipo de mensaje —la miró, ella movió sus manos por su espalda y de regreso a su cabello —debo equilibrar las cosas.
—No he dicho eso —dijo él.
—¿A no? —ella hizo un puchero haciéndolo reír —pero yo sí quiero equilibrar las cosas.
Marcus salió de sobre ella y se recostó en la cama. La observó llegar a él y acomodarse entre sus piernas. Jadeo cuando ella lo tocó con sus cálidas manos. Katy lo beso lentamente, enterrando su pequeña lengua en él, tentándolo como él lo hacia con ella. Luego bajo por su cuello y pecho, besando, mordiendo, jugando dulcemente.
Trago cuando llego a su sexo y lo observó, la vio a acomodar su cabello hacia un lado y lo sintió contra su muslo, suave y largo.
Casi salta de la cama al sentir su boca sobre él. Ella lo acaricio con su lengua, empujo contra su cabeza dura y luego lo chupo.
—Katy —susurró, tomó el cojín a su lado y lo acomodo detrás de él para ver mejor, para simplemente observarla hacer con él lo que quisiera.
Ella liberó su cabeza para bajar a uno de sus testículos, respiro por sus dientes al sentirla chupar y acariciar, solo se concentro en no correrse como un adolecente. Le fue difícil cuando ella afirmo la raíz de su pene con fuerza calculada, antes de liberarlo y volver a hacerlo otra vez, como si quisiera exprimirlo, sacar todo de él de una vez.
Katy lo observó a los ojos antes de regresar a su cabeza para continuar atormentándolo. Esta vez lo llevo mas profundo dentro de su cavidad, solo se detuvo cuando sintió su garganta. Al no ser capaz de tomarlo por completo uso una de sus manos para acariciarlo. Él gruño cuando lo sacó de su boca sin dejar de chuparlo, jadeo cuando ella volvió a tomarlo profundamente para volver a liberarlo.
Katy continuó con su ritmo, él gimió y se afirmó con una mano en la cama, con la otra tomó su cabello, solo para tocarla.
—Aah —jadeo y sintió su orgasmo acercarse.
Ella también lo supo porque redoblo sus esfuerzos y logró lo que quería. Lanzarlo al espacio con fuerza.
Luego de unos segundos tomó aire con fuerza y observó a su mujer, sí, su mujer, aun entre sus piernas, con su pene entre una de sus manos, acariciándolo suavemente. Le sonrió.
—Aun no estamos iguales —le dijo, él gimió.
Katy se acercó a él y lo beso sin dejar de acariciarlo. Marcus la atrapo con un abrazo para que no se alejara y disfruto de su boca hasta que otra vez estuvo duro entre sus dedos.
—Emparejemos esto —murmuró ella, como la sintió moverse hacia su polla la detuvo.
—Quiero correrme dentro de ti —aunque amaba su boca deseaba estar dentro de ella.
Ella sonrió.
—Como gustes.
Katy se sentó a horcajadas sobre su vientre y lo beso. Marcus jugo con sus pechos, tirando de sus pezones duros, luego movió sus manos por su vientre, llegó a su centro y tocó su humedad, él separó sus labios y enterró dos dedos en ella, Katy jadeo y continuó.
—Espera —susurró ella deteniendo sus manos, Marcus la miró.
La observó moverse de su vientre y llegar a su cadera.
—Hay un condón en… —no logró terminar ya que ella lo llevó dentro de su cuerpo haciendo que jadeara—oh dulce—susurró al sentir como su calor lo envolvía.
Ella movió sus caderas contra él y gimió, llevó ambas manos a su cintura y luego a su cadera para ayudarla a marcar el ritmo. Cuando lo hizo como quería tomó cada pecho y los acaricio. Katy jadeó al sentirlo. Ella se inclino hacia delante y él se levanto, ambos se besaron.
Luego de unos minutos él supo que se correría, era demasiado bueno, demasiado caliente, húmedo, suave, para no hacerlo.
Liberó su boca y jadeó.
—Katy, me voy a correr —si ella no se movía lo haría dentro de su cuerpo, y lo deseaba demasiado para su bien. Ella no se detuvo, se movió más rápido —cariño —gimió y pasó.
Su cuerpo tembló y
sintió como se derramaba dentro de ella, por un segundo creyó que
moriría de placer. Fue vagamente consiente cuando ella alcanzo su
orgasmo, la sintió temblar sobre él y
escucho su voz llamándolo, luego cayó sobre su pecho y la
abrazo.
Cuando él sintió algo gotear contra su muslo, recordó que se había corrido dentro de ella. Abrió los ojos y acaricio su rosto.
—Cariño —la llamó, ella abrió los ojos y lo miró —no nos protegimos.
Ella suspiró y se acomodó mejor.
—Está bien —murmuró —estoy tomando la píldora desde hace un mes.
Él sonrió suavemente al oírla.
—Quería hacerlo contigo sin condón —la beso suavemente.
—¿Fue como esperabas? —ella asintió.
—Fue mucho mejor —volvió a besarla.
—Sí —estuvo de acuerdo —fue mucho mejor.