Casi Veinte Años Después
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
Y yo, un uno en la cifra del divisor social,
Somos el duelo a muerte
Que se acerca fatal.
Cuando las multitudes corran alborotadas
Dejando atrás cenizas de injusticias quemadas,
Y cuando con la tea de las siete virtudes,
Tras los siete pecados, corran las multitudes,
Contra ti, y contra todo lo injusto y lo inhumano,
Yo iré en medio de ellas con la tea en la mano.
A Julia de Burgos
Julia de Burgos