Diagnóstico de trastorno de evitación

Según el DSM, el trastorno de la personalidad por evitación es un patrón de inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inferioridad y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican al menos cuatro de los siguientes ítems:

  • Evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
  • Es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar.
  • Demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.
  • Está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales.
  • Está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de inferioridad.
  • Se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferior a los demás.
  • Es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.

Los niños superdotados que han sufrido maltrato emocional y rechazo de sus compañeros tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno y, de hecho, las características que lo definen forman parte del repertorio de conductas de muchos superdotados.

Alejarse de las situaciones sociales porque se sienten mal en ellas, ser excesivamente reservados, huir de los trabajos en grupo, de las fiestas, reuniones y demás situaciones sociales son las estrategias habituales de muchos superdotados adultos para evitar momentos parecidos a las que vivieron en su infancia.

En definitiva, desarrollan conductas de evitación de situaciones sociales por miedo a las críticas, el rechazo y la desaprobación, y se ven ineptos, inseguros, con un gran complejo de inferioridad y una baja autoestima. Todas ellas son conductas típicas de un trastorno de evitación con origen en su superdotación.

Trabajando sus aptitudes y fortaleciendo su autoestima y habilidades sociales con un tratamiento específico para superdotados, dichas conductas desaparecen y el trastorno de evitación también.

Raúl se pasó encerrado en su casa casi diez años, apenas dejó la escuela obligatoria y después de fracasar en sus primeros intentos en la universidad decidió no volver a salir de casa. Se encerró en su habitación y apenas mantenía el mínimo contacto con su familia. No estudiaba y, lógicamente, no trabajaba. Sus padres estaban muy preocupados, pero tardaron varios años en convencerse de que su hijo tenía un problema psicológico grave y algunos más en convencerle para dejarse ayudar por un especialista.

Después del tratamiento psicológico ha recuperado su vida, retomó sus estudios con éxito, se ha casado y está trabajando con normalidad. Se considera una persona bastante feliz, pero recuerda con terror los años de su encierro y las razones que le llevaron a ese estado. Tiene un cociente intelectual de 150.

Cada año nos llegan noticias de superdotados adultos que viven encerrados en sus casas, que no tienen amigos, que no trabajan y que viven enfermos mientras toda su familia les observa sin saber cómo ayudarles. En algunos casos han conseguido traerles a consulta y hemos podido empezar a ayudarles, pero muchos siguen encerrados, aislados del mundo y no permiten el acceso a nadie fuera de su entorno más cercano.