Capítulo 9
Crystal y Angeline estaban en los aposentos de su amiga intentando calmarla después de que su hermano le gritara en la biblioteca.
—Lo siento, todo es culpa mía — dijo Crystal también con lágrimas en los ojos.
—¡Oh no Crystal! — Dijo Catherine mientras se levantaba y abrazaba a su amiga — la culpa es mía por hablar de más.
—Catherine, tú solo quería advertirme — Crystal se limpió los ojos y sonrió a su amiga — gracias.
—Mi hermano nunca me perdonará — se sentía bastante abatida.
—No digas eso Catherine, ya verás cómo te perdona. Es tu hermano y te quiere mucho — Crystal intentaba ser positiva, pero lo había visto bastante enfadado.
Justo en ese momento se abrió la puerta de golpe y apareció Nicholas por la puerta.
—Tenemos que hablar — dijo mirando a su hermana.
Se le veía esplendido allí en el umbral de la puerta con las piernas separadas y los brazos cruzados en el pecho.
Crystal abrazó a Catherine y le dijo que no se preocupara, que todo iba a salir bien. Cuando salió de la habitación, le lanzó una mirada de advertencia a Nicholas que esperaba que resultara efectiva y que fuera cuidadoso con su hermana para no hacerle más daño del que ya le había hecho.
Nicholas había visto esa mirada que le había lanzado Crystal y supo que era una advertencia para que se portara bien con su hermana. Había subido allí a pedirle perdón, no a pelearse de nuevo con ella.
Cuando Angelina salió, Nicholas cerró la puerta y se dirigió hacía su hermana que estaba sentada en la cama con los ojos húmedos de llorar. Nicholas la abrazó con ternura y Catherine volvió a sollozar.
—Shh… ya Catherine, deja de llorar — decía Nicholas mientras le acariciaba el cabello con ternura — yo… yo lo siento. No tenía que haberte gritado, lo siento.
Se apartó un poco de ella y le limpió las lágrimas con sus manos.
—No sé lo que me ha pasado — se apartó un poco más y le cogió las manos — solo he visto a Crystal dos veces — eso no era verdad, ya que la había visto dos veces más siendo el Lobo Negro — pero solo con esas dos veces he sentido algo especial por ella. Dios, Crystal es especial y me gusta, y verla así enfadada conmigo…
Nicholas se encogió de hombros, no sabía que decir más.
Catherine le miró con incredulidad.
—¿Tú… tú amas a Crystal?
—¿Amar? — Nicholas se quedó un poco pensativo y empezó a negar con la cabeza — no, no se trata de amor. Es más bien respeto y… y…
—¿Deseo?
—Sí, supongo — vio que su hermana otra vez estaba furiosa — no te preocupes, no pienso ensuciar su reputación. Eso solo que… — se puso en pie y se pasó la mano por el cabello en un gesto de desesperación — es tan hermosa, Catherine. Me siento atraído por ella, no puedo remediarlo. Y no es que sea vanidoso, pero sé que no le soy indiferente.
Su hermana se levantó y se acercó a él. Le toco el rostro con la mano y sonrió.
—Y, ¿qué mujer va a ser indiferente ante un rostro tan hermoso como el tuyo? — le dijo mientras le abrazaba.
Nicholas la abrazó y se preguntó si eso significaba que le perdonaba.
—No quiero que Crystal sufra — dijo Catherine mirándole.
—Yo tampoco — Nicholas le dio un pequeño beso en la frente — ¿estoy perdonado?
—Si, si yo también lo estoy.
Nicholas movió la cabeza de un lado a otro.
—No tengo nada que perdonarte, solo querías proteger a una amiga — Nicholas se apartó y le sonrió — ahora soy yo el que tiene que hacer que Crystal vuelva a confiar en mí.
—Nicholas…
—Tranquila hermanita, no voy a hacerle ningún daño. Te lo juro.