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Muchas ciudades tienen una periferia donde proliferan los centros comerciales; Venecia tiene una laguna verde azulado tachonada de fotogénicas islas y una fauna única. Las de los alrededores, a veces únicamente separadas por un estrecho canal, abarcan desde celebrados centros de producción de cristal y antiguas ciudades bizantinas hasta destinos de playa e islotes de vocación artística.
Lo mejor en un día
Antes de
planificar el viaje conviene establecer las prioridades, ya que
puede resultar complicado abarcar el cristal de Murano, la
fotografía en Burano y los mosaicos de Torcello entre horas punta
en vaporetto (9.00-17.30). Lo mejor es
empezar por Torcello y dejar Murano para el final, pues es más
fácilmente accesible desde Venecia, en caso de tener que hacer un
viaje de ida y vuelta para comprar cristal.
Para comer al
sol, sin prisas, una buena opción es Locanda Cipriani (Clicar),
en Torcello, o Venissa
(Clicar),
en Mazzorbo, antes de enfilar hacia Murano para fascinar y hacerse
con modernas piezas únicas en cristal manufacturado mediante
técnicas centenarias. Los entusiastas del arte contemporáneo y la
obra de Palladio deberán posponer las compras y visitar la
Chiesa di San Giorgio
Maggiore (Clicar).
Se
recomienda cenar y disfrutar del jazz
en I Figli delle Stelle
(Clicar),
en Giudecca. En verano, tómese el vaporetto al Lido para asistir a sesiones de DJ y
conciertos en la playa.
Para pasar un día en el Lido como un veneciano, véase Clicar.