CAPÍTULO 26

 

 

 

 

 

El chófer entra en el ático para recoger las maletas, que están preparadas en mitad del salón.

—¿Las bajo ya al coche, señor Baker? —le pregunta a Darrell.

—Sí, Woody.

Woody coge una maleta de cada mano y sale del salón. Miro a Kylie, a quien sostengo en brazos. Le acaricio el pelito moreno, me inclino y le doy un beso en la mejilla.

—Solo serán unos días —murmuro, cuando me separo.

Kylie abre la boquita y me mira con sus preciosos ojos azules, como si entendiera lo que le estoy diciendo.

—Antes de que nos demos cuenta, estaremos de vuelta —afirma Darrell, tumbando a James en la cuna.

—Van a estar bien, Lea —interviene Janice.

Su tono es comprensivo. Me muerdo el interior del carrillo.

—Sí, lo sé… Sé que no pueden estar en mejores manos —comento con los ojos húmedos.

—Ehhh… —dice Darrell, acariciándome la mejilla y pasando al mismo tiempo la otra mano por la cabecita de Kylie—. No llores.

Sacudo ligeramente la cabeza, reprimiendo las lágrimas. No me puedo poner así. Me voy de luna de miel. Además, Darrell tiene razón: antes de que me dé cuenta, estaremos de vuelta.

—Es que los voy a echar mucho de menos —digo, pero consigo no llorar.

Darrell se inclina y besa a Kylie con ternura.

—Pórtate bien, princesa —le dice a modo de despedida.

Vuelvo a besarla en la frente. Finalmente, extiendo los brazos y entrego a la pequeña a Janice, que la coge con una sonrisa cariñosa.

—Que no se te olvide pillar la sábana con el colchón, porque cuando duermen dan pataditas, se desarropan y se les quedan los pies fríos —le indico a Janice, aunque sé que está perfectamente al tanto, porque me he pasado varias horas anotándole todo detalladamente.

—No te preocupes —me tranquiliza Janice—. Pillaré la sábana con el colchón para que no se desarropen.

—Vale… —asiento.

—Tenemos que irnos o llegaremos tarde —comenta Darrell.

—Disfrutad —dice Janice—. La luna de miel solo se vive una vez.

—Gracias, mamá.

Darrell se acerca a su madre y la besa.

—Gracias —le agradezco.

Imito su acción, me aproximo a ella y me despido con un beso. Sin poderlo evitar, vuelvo a besar a Kylie.

 

 

 

—¿Estás bien? —se interesa Darrell, camino del aeropuerto.

Afirmo un par de veces con la cabeza.

—¿Es normal que me afecte tanto separarme de James y de Kylie? —pregunto.

—Es perfectamente normal —dice Darrell, acariciándome la mejilla—. Son nuestros hijos, nuestros pequeños… A mí también me cuesta separarme de ellos. Pero es nuestra luna de miel, Lea. No vamos a tener otra.

Esbozo una sonrisa.

—Tienes razón —digo—. Además, solo van a ser unos días —afirmo optimista—, y están en buenas manos.

 

 

 

Cuando entramos en el aeropuerto internacional John F. Kennedy, el principal aeropuerto de EE.UU, a veinticuatro kilómetros de Manhattan, Woody, el chófer, conduce el coche hasta un hangar disponible para los jet privados que hay situado en la parte de atrás.

Aparca al lado de otros vehículos de alta gama y algunos con logotipos de diferentes empresas. Salimos del coche y nos dirigimos hacia un avión estacionado en mitad de una enorme pista de aterrizaje, que tiene la escalera de pasajeros preparada para que subamos.

En unas letras plateadas que atraviesan de lado a lado el avión puede leerse Baker´s Company. Es tan impresionante que durante unos segundos me quedo con la boca abierta.

—Vamos —dice Darrell, cogiéndome de la mano y tirando de mí, mientras Woody viene detrás de nosotros con las maletas.

—Bienvenido, señor Baker —se adelanta a saludarnos un hombre de unos cuarenta años, ataviado con un uniforme de piloto, que extiende el brazo hacia Darrell.

—Gracias, Bruce.

Darrell le estrecha la mano.

—Lea, te presento a Bruce Hawthorne, piloto al mando del avión.

—Encantada, señora Baker —dice el hombre, dirigiendo su mirada a mí.

—Igualmente —correspondo sonriente, apretando su mano.

—Sea también bienvenida.

—Gracias.

Bruce gira el cuerpo ligeramente y señala el avión.

—Está todo listo. Cuando quieran pueden subir —comenta en tono neutro.

—Bien —dice Darrell.

Intercambiamos una mirada muda y una ligera sonrisa. Después Darrell vuelve a cogerme de la mano y ascendemos juntos la escalera de pasajeros.

Al entrar, mi asombro no disminuye. Por el contrario, aumenta. Nunca he visto un jet privado por dentro y el lujo que me encuentro en su interior me mantiene de nuevamente con la boca abierta. Amplios asientos individuales de cuero blanco, televisión de plasma, sofás de color gris plata con un sinfín de cojines, mesas de cristal, y hasta moqueta… Todo huele a limpio y a extremadamente nuevo.

—Parece la habitación de un hotel —comento.

—Ven… —indica Darrell.

Cruzamos un pasillo y me conduce hasta una estancia donde hay una cama, mesillas, armarios y otra televisión de plasma.

—Por si nos entra sueño —apunta, volviendo a tomar la palabra—. Tenemos ocho largas horas de viaje hasta París.

Giro el rostro, apartando la vista de todo aquel lujo y volviendo la mirada hacia Darrell.

—¿Has dicho París? —repito, con los ojos abiertos de par en par.

Darrell sonríe ante mi reacción. En estos momentos debo de tener los ojos tan desmesurados que debo parecer el dibujo de una muñeca manga.

—Sí, París —confirma—. Y Londres; y Madrid; y Roma; y Atenas —comienza a enumerar mientras mi mandíbula amenaza con descolgarse hasta el suelo—; y Praga; y Viena. Un total de siete capitales europeas para disfrutar de toda la historia y el esplendor del viejo continente.

—¿Lo dices en serio? —alcanzo únicamente a decir. Estoy alucinada.

—Sí —asiente Darrell.

Entusiasmada, salto hacia él y me lanzo a su cuello. Darrell me agarra de la cintura y me levanta del suelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La decisión del señor Baker
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html
part0000_split_093.html
part0000_split_094.html
part0000_split_095.html
part0000_split_096.html
part0000_split_097.html
part0000_split_098.html
part0000_split_099.html
part0000_split_100.html
part0000_split_101.html
part0000_split_102.html
part0000_split_103.html
part0000_split_104.html
part0000_split_105.html
part0000_split_106.html
part0000_split_107.html