DÍA CIENTO TREINTA Y NUEVE
Me siento muy cansado porque ayer estuve leyendo casi toda la noche y hoy he tenido que trabajar todo el día. Pero ¡qué emoción he sentido! Mi cansada mente ha estado ocupada todo el día, con todas las cosas nuevas en las que tengo que pensar.
Creo que voy a hacer una lista de mis nuevos libros:
Estatutos revisados de Carolina del Norte: 1992.
Trabajar la madera para diversión y utilidad.
Lo que el viento se llevó. La Sagrada Biblia.
Guía para el mantenimiento y reparación de robots, de Audel.
Diccionario de la lengua inglesa.
Las causas del descenso de la población.
Europa en los siglos XVIII y XIX.
Guía de la costa de Carolina para excursionistas.
Breve Historia de los Estados Unidos.
Cenas en la playa: ¡Hagamos una fiesta!
El arte de la danza.
He estado leyendo los libros de Historia, yendo de uno a otro y consultando al diccionario para encontrar el significado de las palabras nuevas. Ahora que conozco el alfabeto es un placer tener el diccionario.
Hay muchas cosas en los libros de Historia que no entiendo, y me resulta difícil aceptar la idea de que ha habido tanta gente en el mundo. En la Historia que trata de Europa hay dibujos de París y Berlín y Londres, y el tamaño de los edificios y el número de gente hace temblar.
A veces, Biff salta a mi regazo mientras estoy leyendo y se pone a dormir ahí. Me gusta.