El soldado Harold Dresser
Médaille Militaire como una Cruz por Servicio Distinguido. En octubre recibí la Medalla de Honor por el motivo siguiente: estábamos avanzando detrás de nuestra cortina de fuego cuando los proyectiles empezaron a caer demasiado cerca de nuestra línea, dejando a algunos hombres heridos y a otros muertos. No había forma de comunicarnos por teléfono con las baterías, así que me ofrecí para regresar a la sede del regimiento y dar parte de lo que estaban haciendo los artilleros.
La línea alemana había creado un foco de resistencia a la izquierda, de modo que el camino más corto para llegar a la sede consistía en cruzar un campo abierto y atravesar las líneas alemanas. El capitán Matlock dijo que de ninguna manera iba a salir al otro lado con vida, pero a mí me pareció que podía conseguirlo sin problemas. Diez minutos después me planté en la sede del regimiento y los puse al corriente de todo.
Cuando terminó la guerra, volví a mi anterior puesto en la General Hardware Company[12], donde he trabajado desde entonces. En mi ciudad natal la gente me señala ante los foráneos y dice: «Nunca te imaginarías que ese tipo regresó con el pecho lleno de medallas, ¿verdad?», a lo que los forasteros siempre contestan que no, que nunca se lo habrían imaginado.