El soldado Ralph Brucker
Pero prepárense, porque esto no es lo peor. Por la noche, de vuelta en la retaguardia, se pone en calzoncillos y se rasca los pies mientras devora galletas de higo y lee un libro que se titula Canciones de amor de las Indias Orientales. En el fondo no es mal tipo. Las intenciones de Terry son buenas, pero le falta sentido común, y cuando empiezan a atosigarle los man- damases de la división se pone nervioso y se desquita con los hombres de la compañía. A mí siempre me ha tratado bien y no es mal tipo, a pesar de lo que piensen los compañeros. Y yo debería saberlo, teniendo en cuenta que soy su ordenanza desde hace ocho meses.