ENSOÑACIÓN DE FUCSIA
… qué puedo hacer oh qué puedo hacer está tan enfermo y pálido como esa cara delgada y descompuesta que tiene ahora pero está mejor mejor que antes oh no qué mal me encuentro no tengo que pensar en los ojos oh quién me ayudará quién míralo ahora Fucsia sé valiente tienes que mirarlo Fucsia mira ya verás cómo está mejor aquí en la mesa está tan cerca mi padre y tan triste por qué sonríe sonríe oh quién lo salvará quién me salvará quién tendrá poder para ayudarnos padre quién no me dejará estar cerca pues yo puedo entenderlo ahora está mejor que oh Fucsia sé valiente porque la redondez de sus ojos ha desaparecido se ha acabado pero oh no no tengo que pensar por qué estaban redondos redondos y amarillos no lo entiendo oh que me lo digan mis árboles que me lo digan mis rocas pues Tata no lo sabrá oh querido doctor tiene que decírmelo se lo preguntaré cuando estemos solos oh rápido rápido que ese horrible almuerzo se acabe rápido y yo me ocuparé de él porque yo he comprendido la torre estaba allí la torre estaba por encima de las largas hileras de libros y por la mañana la sombra caía sobre la biblioteca siempre siempre padre querido la Torre de los Pedernales donde viven los búhos oh no no entiendo pero sé querido padre déjame consolarte y no tienes que estar así nunca más nunca nunca y yo seré tu centinela para siempre siempre tu centinela y no hablaré nunca con los demás nunca sólo contigo querido hombre pálido y nadie se acercará a ti excepto quizás el doctor cuando tú quieras verlo pero sólo cuando tú quieras y te traeré flores de todos los colores y formas y piedras moteadas y con manchas que parecen ranas y helechos y todas las cosas hermosas que pueda encontrar y te conseguiré libros y te leeré todo el día y toda la noche y nunca te diré que estoy cansada e iremos a pasear cuando estés mejor y te pondrás feliz feliz oh si pudiera ser verdad cara triste y descompuesta y tan pálida no habría nadie más allí ni mi madre ni nadie ni Pirañavelo no no él no, es demasiado duro y listo no como tú que eres más listo pero con bondad no listo con palabras complicadas. Le veo la boca la boca oh doctor Prune rápido rápido la oscuridad se va muy lejos y la voz doctor Prune rápido la voz la voz de Bergantín se va muy lejos no puedo ver no oh que negro está todo mi doctor Prune todo está negro y da vueltas… y vueltas…
Una oscuridad corre sus cortinas de medianoche por la mente de Fucsia y las formas de su madre, de Tata, de Clarice y del conde se alejan como fragmentos flotantes, mientas que la voz de Bergantín, como el eco de un eco, balbucea y balbucea. Fucsia ya apenas nota el dedo del doctor en la palma de la mano, sólo como una sensación infinitamente lejana, como si agarrara un delgado tubo de aire. Una última oleada de oscuridad desciende definitivamente, y su oscura cabeza, cayendo hacia adelante, golpea la mesa con un ruido sordo.