AGRADECIMIENTOS

Ahora que esta trilogía ha llegado a su fin, me embarga un profundo sentimiento de gratitud. Debo darles las gracias desde el fondo de mi corazón a todas las personas que han hecho posible estos libros:

A mi editora, la inimitable Emilia Rhodes: no se me ocurre nadie más indicado para ayudarme a publicar mi primera serie. Jen Klonsky, tu entusiasmo incansable siempre me saca una sonrisa. Alice Jerman, nunca dejaré de agradecerte el apoyo editorial que me has prestado. Jenna Stempel, tus diseños de cubiertas siempre me han impresionado, pero esta vez te has superado a ti misma. Gracias también a Gina Rizzo, Bess Braswell, Sabrina Abballe y Ebony LaDelle por su talento para el marketing y la publicidad.

Como siempre, mi más sincero agradecimiento a todo el equipo de Alloy Entertainment. Joelle Hobeika, Josh Bank y Sara Shandler, habéis enriquecido esta serie con vuestra demencial genialidad colectiva en muchos más sentidos de los que yo imaginaba. Gracias por vuestra formidable orientación en materia creativa, y por creer en este proyecto. Gracias también a Les Morgenstein, Gina Girolamo, Romy Golan y Laura Barbiea.

Al equipo de Rights People (Alexandra Devlin, Allison Hellegers, Caroline Hill-Trevor, Rachel Richardson, Alex Webb, Harim Yim y Charles Nettleton), gracias por ayudar a traducir Cielo infinito a tantos idiomas en distintas regiones del mundo. Me sigue pareciendo un sueño hecho realidad.

Gracias también a Oka Tai-Lee y Zachary Fetters por elaborar un sitio web impresionante, y a Mackie Bushong, por tu don para el diseño.

No sé qué haría sin mis padres, quienes siguen siendo mi equipo de ventas más entusiasta y mis animadores más entregados. Lizzy y John Ed, gracias por ofreceros como caja de resonancia inicial, y por todas las sugerencias relativas a los diálogos (¡algunas terminaron incorporándose al libro!). Y a Alex: gracias por los incontables tacos caseros, por tus consejos impagables y por la infinidad de horas que pasaste hablando conmigo con tanta paciencia sobre la vida de unos adolescentes ficticios. Sin ti, no habría llegado a escribir una sola letra.

Sobre todo, gracias a los lectores que me han acompañado durante este viaje. Creo que los libros siguen siendo la magia más poderosa que existe, pero solo en las manos de los lectores es donde esa magia se manifiesta de verdad.