CAPÍTULO XVIII
INCONVENIENTES Y PELIGROS DE LA MEDIUMNIDAD Influencia del ejercicio de la mediumnidad sobre la salud. –Idem sobre el cerebro. - Idem sobre los niños
221. 1. ¿La facultad medianímica es
indicio de un estado patológico cualquiera o simplemente anómalo?
"Anómalo algunas veces, pero no patológico; hay médiums de una
salud robusta; los que están enfermos lo están por otras
causas."
2. ¿El ejercicio de la facultad medianímica puede ocasionar la
fatiga? "El ejercicio demasiado prolongado de cualquiera facultad
causa fatiga; la mediumnidad está en el mismo caso principalmente
la que se aplica a los efectos físicos; ocasiona necesariamente un
gasto de fluido que atrae la fatiga y se repara con el
descanso."
3. ¿El ejercicio de la mediumnidad puede tener inconvenientes para
sí mismo desde el punto de vista higiénico, abstracción hecha del
abuso?
"Hay casos en que es prudente y aun necesario el abstenerse de ese
ejercicio, o al menos moderarlo, eso depende del estado físico y
moral del médium. Por otra parte el médium lo conoce generalmente,
y cuando se fatiga debe abstenerse.
4. ¿Hay personas para las cuales este ejercicio tiene más
inconvenientes que para otras? "He dicho que esto depende del
estado físico y moral del médium. Hay personas que deben evitar
toda causa de sobreexcitación, y esta es una de ella. (Números 188
y 194)." 5. ¿La mediumnidad podría producir la locura? "Menos que
cualquiera otra cosa, cuando no hay predisposición por la debilidad
del cerebro. La mediumnidad no producirá a la locura cuando el
principio no existe; pero si el principio existe, lo que es fácil
reconocer en el estado moral, el buen sentido dice que es menester
usar de miramientos bajo todos los aspectos, porque toda causa de
conmoción puede ser dañosa."
6. ¿Hay inconveniente en desarrollar la mediumnidad en los niños?
"Ciertamente, y sostengo que es muy peligroso; porque estas
organizaciones tiernas y delicadas se conmovierán demasiado y su
joven imaginación se sobreexcitaría; por lo mismo los padres
discretos les alejarán de estas ideas o al menos no les hablarán
sino desde el punto de vista de las consecuencias morales." 7. Sin
embargo, hay niños que son médiums naturalmente, ya sea para los
efectos físicos, ya para la escritura y las visiones, ¿tiene esto
el mismo inconveniente? "No; cuando la facultad es espontánea en un
niño, es que está en su naturaleza y que su constitución se presta
a ella; eso no es lo mismo que cuando es provocado y sobreexcitado.
Observad que el niño que tiene visiones, se impresiona generalmente
poco por ellas, le parece una cosa muy natural, en la cual no se
fila sino débilmente, y a menudo olvida; más tarde el hecho se le
presenta en la memoria y se lo explica fácilmente si conoce el
Espiritismo."
8. ¿Cuál es la edad en la cual se puede, sin inconveniente,
ocuparse de la mediumnidad? "No hay edad precisa; eso depende
enteramente del desarrollo físico y aún más del moral; hay niños de
doce años que se afectarán menos que ciertas personas adultas.
Hablo de la mediumnidad en general, pero la que se aplica a los
efectos físicos fatiga más corporalmente; la escritura tiene otro
inconveniente que se refiere a la inexperiencia del niño, en el
caso que quisiera ocuparse a solas y hacer de ello un
juego."
222. La práctica del Espiritismo, como lo veremos más adelante,
pide mucho tacto para librarse de las astucias de los Espíritus
mentirosos; si los hombres son sus juguetes, la infancia y la
juventud están aún más expuestos por razón de su inexperiencia. Se
sabe, además, que el recogimiento es una condición sin la cual no
se pueden tener relaciones con los Espíritus formales; las
evocaciones hechas con aturdimiento y a manera de diversión, son
una verdadera profanación que abre fácil acceso a los Espíritus
burlones o malévolos; como no se puede esperar de un niño la
gravedad necesaria para un acto semejante, seria de temer no
hiciese de esto un juego si se entregaba a sí mismo. Aun en las
condiciones más favorables, es de desear que un niño dotado de la
facultad medianímica no la ejerza sino a la vista de personas
experimentadas que le enseñarán con su ejemplo el respecto que se
debe a las almas de aquellos que han vivido. Se ve, según eso, que
la cuestión de la edad está subordinada a las circunstancias del
temperamento, como del carácter. Sin embargo, lo que resalta
claramente de las respuestas arriba hechas, es que no se debe
excitar el desenvolvimiento de esta facultad en los niños cuando no
es espontánea, y que en todos los casos es preciso usar de esta con
gran circunspección; que no se debe tampoco excitarla ni alentarla
entre las personas débiles. Es necesario desviar de esto, por todos
los medios posibles, a los que hubiesen dado los menores síntomas
de excentricidad en las ideas o debilidad de las facultades
mentales, porque hay en ellas predisposición evidente a la locura
que cualquiera causa sobreexcitante puede desenvolver. Las ideas
espiritistas no tienen bajo este aspecto una influencia mayor, pero
viniendo a declararse la locura, tomaría el carácter de la
preocupación dominante, como tomaría un carácter religioso si la
persona se daba con exceso a las prácticas de devoción y se haría
de esto responsable al Espiritismo. Lo que mejor puede hacerse con
cualquier individuo que muestre una tendencia a la idea fija, es el
dirigir sus preocupaciones por otra parte, a fin de procurar el
descanso a los órganos debilitados.
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