Agradecimientos

Además de las personas a las que ya mencioné en El Clan del Oso Cavernario, cuya ayuda he seguido aprovechando para este nuevo libro de la serie «Los Hijos de la Tierra» y que siguen inspirando mi más sincero agradecimiento, también estoy en deuda con:

El director, doctor Denzel Ferguson, y el personal de la Malheur Field Station, en las altas estepas del desierto central de Oregón, especialmente a Jim Riggs. Entre otras cosas, él me enseñó cómo se enciende un fuego, cómo se utiliza un lanzavenablos, cómo hacer una estera con juncos para dormir, cómo fabricar herramientas de piedra y cómo hacer una pasta con los sesos del venado. ¿Quién podría imaginar que con ella la piel de un venado se convierte en una suave piel aterciopelada?

Doreen Gandy, por su cuidadosa lectura y valiosos comentarios que me ayudaron a convencerme de que este libro tenía consistencia por sí mismo.

Ray Auel, por su apoyo, su aliento, su colaboración, y también por fregar los platos.