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TRANSCRIPCIÓN DE LA DECLARACIÓN TOMADA A HÉCTOR SELMAN durante la investigación del caso por el asesinato de Eva Gonzalvo.

 

FECHA: 7 de octubre de 1985 (tercera parte).

 

(Omitido).

INT. 1: Para terminar, el inspector Medina le hará algunas preguntas.

INT. 2: Señor Selman, ¿con qué intención acudieron el comisario Silvera y usted, anoche, a la vivienda de Mauro Delucchi?

H. SELMAN: Con intención de detenerlo.

INT. 2: ¿Por qué no se encargó la policía?

H. SELMAN: No me fío de la policía. Como les he contado, Delucchi tenía muchos…

INT. 2: … contactos, sí. No hace falta que repitamos esa parte. Sin embargo, tras la detención, se vería obligado a entregarlo a la misma policía de la que dice no fiarse. ¿O pensaba llevárselo a su casa y encerrarlo en una habitación?

H. SELMAN: Germán se encargaría personalmente de que Delucchi recibiera su castigo.

INT. 2: Germán Silvera.

H. SELMAN: Sí.

INT. 2: ¿Por qué acabó muerto Delucchi?

H. SELMAN: Porque nos estaba esperando.

INT. 2: ¿Insinúa que fue alertado de que ustedes iban a por él?

H. SELMAN: Sí. Por su hermana.

INT. 2: Y si fue así, ¿por qué los esperó, en lugar de huir?

H. SELMAN: Debe de ser duro pasarse la vida huyendo. Seguramente pretendiera matarnos, y así no tener que seguir escapando.

INT. 2: En su caso, tiene sentido. Pero Germán Silvera es policía… ¿Cree que Delucchi estaba dispuesto a vivir con el cadáver de un policía a sus espaldas?

H. SELMAN: No creo que Delucchi supiera que era poli. Germán no se identificó como tal ante Noelia Sullcani. Así que supongo que pensarían que era mi socio.

INT. 2: ¿Está usted seguro de que el comisario no se identificó como policía a la hermana de Delucchi?

H. SELMAN: Completamente seguro.

INT. 2: ¿Y lo hizo ante Mauro Delucchi?

H. SELMAN: No. No tuvimos la oportunidad de hacer presentaciones. Una lástima…

INT. 2: Ha comentado que, tras inspeccionar la planta baja de la casa, ambos subieron en busca del sospechoso y lo encontraron en una de las salas del piso superior.

H. SELMAN: Sí, así es.

INT. 2: Y también ha dicho que estaba armado.

H. SELMAN: Sí.

INT. 2: Una Beretta de nueve milímetros, ¿cierto?

H. SELMAN: Así es…

INT. 2: Si estaba armado y los estaba esperando para matarlos…, ¿por qué no les disparó cuando entraron?

H. SELMAN: No lo sé. Igual debería preguntárselo a él. Utilice una ouija, o algo así.

INT. 2: Tiene usted un gran sentido del humor, Selman. Continuando con su declaración, dice que Silvera y usted ordenaron al sospechoso que soltara el arma. Pero él no lo hizo, y usted se abalanzó para tratar de arrebatársela en un momento de descuido.

H. SELMAN: Creo que fue así.

INT. 2: ¿Le golpeó?

H. SELMAN: Forcejeamos. Yo le di un puñetazo, creo recordar…

INT. 2: ¿Aun teniendo el brazo escayolado pudo pelear?

H. SELMAN: Precisamente fue por culpa del brazo escayolado por lo que me desestabilicé y logró darme con la culata de su arma en la cabeza.

INT. 2: Y usted perdió el conocimiento…

H. SELMAN: No. Quedé desorientado, nada más. En ese tiempo, Germán forcejeó con Delucchi. Puede imaginar cómo son estas cosas: rápidas, casi sin tiempo para dejarte pensar…

INT. 2: Me hago una idea. Y finalmente tuvo que dispararle usted para quitárselo de encima a su socio.

H. SELMAN: Tenía a Germán agarrado por el cuello, estrangulándolo. Él consiguió zafarse con un empujón, y fue cuando aproveché para dispararle. De no haberlo hecho, habría acabado matándonos a ambos.

INT. 2: ¿Usted cree? ¿realmente cree que si hubiera querido matarlos no habría disparado antes?

(Hay un silencio).

H. SELMAN: Creo que sus intenciones nunca las sabremos…