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TRANSCRIPCIÓN DE LA DECLARACIÓN TOMADA A BLANCA MÉNDEZ durante la investigación del caso por el asesinato de Eva Gonzalvo.
FECHA: 29 de septiembre de 1985.
(Omitido).
INT. 1: ¿Por qué mentiste, blanca?
B. MÉNDEZ: Porque pensaba que Eva iba a aparecer en algún momento.
INT. 1: Así que llamaste a sus padres para mentirles. No encuentro el sentido.
B. MÉNDEZ: Me preocupé porque no volvió a casa, pero tenía la esperanza de que la encontrarían. O que volvería ella sola.
INT. 1: ¿En algún momento temiste que le hubiese sucedido algo malo?
B. Méndez: No. Bueno…, no sé…, pensaba muchas cosas en esos momentos.
(Omitido).
INT. 1: Por culpa de tus mentiras la policía no pudo localizar a Eva. ¿Lo sabes? Quizá ahora sea más difícil encontrar pistas relevantes para esclarecer su muerte y detener a los culpables. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?
B. MÉNDEZ: Sí.
INT. 1: Pues quiero escuchar de una vez toda la verdad sobre Eva. Todo lo que ocultaste delante de sus padres. (Pausa). Empieza hablándome de ella. ¿Cómo era?
B. MÉNDEZ: Una cabra loca. Solo le interesaba triunfar. Para eso se vino a Madrid. Quería ser actriz, y se pateaba todos los castings. Luego empezó a relacionarse con gente del mundillo, iba a fiestas y llegó a conseguir algún papelucho. Nada importante, pero esas relaciones le servían para enterarse de las pruebas que convocaban las productoras, y de cuando en cuando la recomendaban…Pero no sé, ese mundo es muy ambiguo. Y peligroso. Está lleno de falsedades y de envidias. Ella me decía que yo nunca llegaría a entenderlo.
INT. 1: Hablas con cierto despecho. ¿Quizá envidia?
B. MÉNDEZ: ¿Envidia de qué?
INT. 1: De Eva.
B. MÉNDEZ: ¡Vamos, hombre! No se monte películas. Eva llevaba una vida que daba asco…
INT. 1: Pero tú también querías ser actriz. ¿Quizá sus contactos eran mejores que los tuyos y se negaba a incluirte en su grupo?
B. MÉNDEZ: Nunca la he necesitado. Ni a ella ni a sus contactos. Decidí apartarme de ese camino porque vi con mis propios ojos que era una mala elección. Y también traté de convencerla, pero se empeñó en continuar.
INT. 1: Sin embargo, a pesar de su interés por ser actriz, no estudiaba arte dramático, como les dijo a sus padres.
B. MÉNDEZ: Eso lo dijo para que le mandaran dinero todos los meses. Porque lo que ganaba en el burger no le llegaba para el alquiler y para las fiestas.
INT. 1: Tengo entendido que dejó el burger, ¿no?
B. MÉNDEZ: Lo dejó a los pocos meses. Prefirió trabajar de noche en un local de copas de Malasaña. Luego creo que cambió a otro por la zona de Huertas. Ganaba más y también le iba más con su modo de vida.
INT. 1: ¿Qué modo de vida?
B. MÉNDEZ: Al principio, cuando llegó, era más responsable. Pero luego las compañías la fueron cambiando. Terminó viviendo de noche, durante el día prácticamente no salía de la habitación a menos que tuviera una prueba o que hubiese quedado… También…, bueno, los excesos la fueron machacando.
INT. 1: ¿A qué excesos te refieres?
B. MÉNDEZ: Sobre todo alcohol, marihuana y heroína.
INT. 1: ¿Estaba enganchada?
B. MÉNDEZ: Yo creo que sí. Cada vez tenía menos dinero. En mi opinión, se le juntó todo: la falta de oportunidades y el mundillo en el que se fue metiendo.
INT. 1: Háblame de sus amigos.
B. MÉNDEZ: Yo nunca salía con ella. Solo compartíamos piso, y ya casi no coincidíamos últimamente. No le gustaba que me metiera en su vida, y poco a poco me fue apartando. Supongo que no quería que pudiese convencerla de que sus expectativas no la llevarían a donde ella había soñado. Así que las pocas veces que hablábamos era para decir tonterías, nada más.
INT. 1: ¿Salía con algún chico?
B. MÉNDEZ: No. Creo que no. A veces se subía a alguien a su habitación, pero nada serio. Nunca volvía a ver al mismo.
INT. 1: Con una vida como la que acabas de contarme, ¿cómo pudo preocuparte tanto que no regresara el 18 de septiembre?
B. MÉNDEZ: No lo sé. Supongo que… la había visto muy mal en las últimas semanas. No lo sé explicar. Fue como… una intuición.
INT. 1: ¿Era la primera vez que no volvía?
B. MÉNDEZ: Sí. Era la primera vez que a mediodía no estaba durmiendo.
(Omitido).
INT. 1: ¿Sabías qué planes tenía para la noche del 17?
B. MÉNDEZ: Me comentó que pensaba ir a una fiesta muy importante y que quizá encontrara en ella algo que le cambiaría la vida.
INT. 1: ¿Y no se te ocurrió ir a preguntar al local donde trabajaba?
B. MÉNDEZ: Lo hice. Y me dijeron que aquella noche libraba y que nadie había tenido noticias de ella.
INT. 1: Así que decidiste llamar a sus padres y mentirles. A ellos y a la policía…
B. MÉNDEZ: Yo no quería involucrarme. Lo que quería era que sus padres pidieran a la policía que la buscaran, como cosa suya. Pero ellos me pidieron que los acompañara, y no pude decir que no. Por eso tuve que mentir. Yo solo quería que la encontraran…
INT. 1: ¿Y qué les dijiste cuando descubrieron que su hija no estudiaba ni trabajaba donde les dijo?
B. MÉNDEZ: (Hay un silencio). Que yo tampoco lo sabía…
(Omitido).
INT. 1: ¿Te hablaba alguna vez de las pruebas a las que se presentaba, o de expectativas? No sé, planes de futuro, cosas así…
B. MÉNDEZ: Sí. De eso sí. Pero cuando veía que yo trataba de desmontarle sus ideas con argumentos objetivos, se cerraba en banda y cortaba la conversación.
INT. 1: ¿Y en los últimos días? ¿Sabes si tuvo alguna prueba o había quedado con alguien por motivos de trabajo?
B. MÉNDEZ: Sí. Esa misma semana había ido a una productora para entregar su currículo. Volvió muy contenta, hablando todo el rato del tío con el que se había entrevistado y de lo que le había dicho. Creo que esa fue la última que tuvo.