… dijo un hombre una vez: ¿Por qué tanta renuencia? Si con sólo seguir las parábolas, tú mismo te transformases en parábolas y te librarías así de tus afanes cotidianos.
Dijo otro: Apuesto que eso es también una parábola.
Dijo el primero: Has ganado.
Dijo el segundo: Aunque por desgracia sólo en la parábola.
Dijo el primero: No, en la realidad; en la parábola has perdido.
FRANZ KAFKA
De «Parábolas y Paradojas».