El discurso indirecto
Gracias al discurso indirecto se puede hacer alusión a un hecho presentándolo no como real sino como referido, es decir, sólo como posible.
Por lo tanto, se usan los modos de la posibilidad, o sea, el presente u otros tiempos del subjuntivo, sin tener en cuenta el tiempo de la oración principal.
Al contrario de lo que ocurre en el español, el alemán no respeta la concordancia de los tiempos entre la oración principal y la subordinada. Esta última viene introducida por la conjunción dass («que»), que se puede omitir en los siguientes casos:
— presente de subjuntivo;
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Er erzählte uns, dass er sehr krank sei. Él nos contó que estuvo muy enfermo. |
O bien:
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Er erzählte uns, er sei sehr krank. |
— pretérito perfecto;
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In der Zeitung stand, der Stiftung habe es an Geld gefehlt. El periódico decía que a la fundación le ha faltado dinero. |
— futuro;
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Er sagte, er werde in den nächsten Tagen abreisen. Dijo que partiría en unos días. |
— imperativo;
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Sie rief mich an, ich solle ihr sofort die Fahrkarte besorgen. Me telefoneó para que le llevara inmediatamente el billete. |
— oración interrogativa indirecta.
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Der Reisende fragte uns, ob wir die genaue Uhrzeit wüssten. El viajero nos preguntó si sabíamos la hora exacta. |
En alemán, lo importante no es la concordancia de los tiempos, sino la posibilidad de distinguir claramente el subjuntivo (posibilidad) del indicativo (realidad); por eso, los verbos pueden estar en tiempos distintos.
En el discurso indirecto, la oración principal y la subordinada están separadas por una coma, mientras que en un discurso directo esta última debe ir entre comillas:
— discurso directo;
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Wir sagten: «Am Montag haben wir Zeit für einen Termin». Dijimos: «El lunes tenemos tiempo para una cita». |
— discurso indirecto.
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Wir sagten, am Montag hätten wir Zeit für einen Termin. Dijimos que el lunes tendríamos tiempo para una cita. |