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305 En la editio princeps esta composición está encabezada por el título: «Ennodio a Pedro». J. Sirmond tituló esta declamación: «Palabras de Dido al ver alejarse a Eneas» y así ha sido recogida por las ediciones posteriores.
306 Cita textual de VIRGILIO, Eneida IV 365.
307 Idalia es una ciudad de Chipre en la que estaba situado un santuario a Venus.
308 El Cáucaso, la cadena de montes del Asia, entre el Ponto Euxino y el mar Caspio, es un tópico literario asociado al frío en todos los órdenes.
309 La tierra de los hircanos. situada entre Media, Partia y el mar Caspio. Véase VIRGILIO, Eneida IV 367.
310 Estas reflexiones varían levemente en Eneida IV 368: «¿a qué disimular o para qué males mayores conservar la vida?».
311 Juno, y Dido supone también que Júpiter, son contrarios a este comportamiento del héroe.
312 Este párrafo marca claramente la diferencia entre el clasicismo de Virgilio y la expresión recargada de Ennodio. Lo que el primero expone en un verso y medio (IV 373-374), da pie al segundo para construir todo un juego de antítesis reina / esclava, fugitivo / dueño; y para el estado de ánimo que la declamación describe como «quedar a merced de una felicidad duradera», es decir perseguir un imposible, la Eneida se sirve simplemente del adjetivo demens.
313 Licia es una región de Asia menor, famosa por su feracidad, pero sobre todo porque dentro de ella, en la ciudad de Pátara, Apolo tenía un oráculo. Cf. VIRGILIO, Eneida IV 377.
314 Mercurio, a quien Júpiter manda como mensajero a Eneas para trasmitirle sus órdenes. Cf. VIRGILIO, Eneida IV 222.
315 Eneas era hijo de Anquises y de Venus.
316 La declamación acaba de un modo patético —efecto que consiguen, tanto el tono épico, como las antítesis madre/hijo, amor/dureza— con cuatro versos hexámetros.