Foto 2
La foto muestra a tres personas en un local público, presumiblemente un club nocturno o un lugar amplio habilitado para un baile, porque se ven mesitas redondas de mantel blanco con copas de champán anchas y bajas de las que se usaban antes, y la esquina de un escenario adornado con claveles blancos. El hombre vestido de traje oscuro —cincuentón, casi calvo, con una barriga considerable— sonríe orgulloso a la cámara mientras sus brazos rodean a dos muchachas veinteañeras vestidas con traje de noche que seguramente son sus hijas, aunque no se parezcan demasiado a él. Hay algo en la naturalidad y en el cariño con que están juntos que hace pensar que son una buena familia. No se aprecian los colores porque la foto es en blanco y negro, pero una de las chicas va vestida de claro y la otra de oscuro.
La que va de claro es más alta y algo más redondeada, con un busto pleno y en cierta forma maternal. Lleva el pelo rubio en un recogido con mucha laca que deja unas ondas sobre la ceja, y unas flores de tela a la altura del hombro del vestido de mangas cortas, acampanadas. No tendrá ni veinticinco años pero ya se nota que va a ser una esposa y madre modelo, o que ya lo es.
La otra lleva el pelo oscuro en una melena corta suelta, ondulada, con raya al lado, de manera que un ojo queda casi cubierto. Las cejas finas muy delineadas, a la moda de los años treinta, los labios rojo oscuro, casi negros en la foto. Su vestido, quizás azul intenso, quizá verde, es sencillo pero muy atrevido, sin mangas, de un tejido brillante que puede ser satén y que se pega a las curvas de su cuerpo moldeándolas hasta las caderas. A partir de ahí la falda se abre en un gran vuelo y las piernas quedan ocultas, al menos en reposo.
Las dos sonríen. Una con elegancia no exenta de timidez, la otra con un cierto descaro, como imitando a una estrella de cine, como si estuviera jugando a seducir al fotógrafo. No parecen hermanas, aunque sí hay un aire de familia en los rasgos de ambas y, fijándose, se nota que la nariz recta y fina del padre se repite, más pequeña, en las chicas.
La inscripción en la parte de atrás, tinta negra que se ha vuelto marrón con el tiempo, dice: Papá, Pilar y yo en el Club Náutico. Julio 1935. Una hora más tarde iba a conocer a Goyo, pero aún no lo sabía.
Después de las palabras hay un corazón dibujado.