Aunque en esta novela se tratan sucesos históricos y reales, y aparecen nombres de personas que realmente existieron, tanto la trama como los personajes y los actos que cumplen a lo largo de sus páginas son producto de mi fantasía y no reflejan más realidad que la puramente narrativa.
Por lo demás, he intentado ser fiel a la verdad histórica hasta en el detalle, y quiero dar especialmente las gracias al profesor Ángel Viñas por La conspiración del general Franco, que he leído con provecho y placer, así como a los profesores Paul Preston y Juan Pablo Fusi, cuyas obras, ambas tituladas Franco, me han regalado tanto información como agradables horas de lectura.
Mi amor por Marruecos y especialmente por la ciudad de Rabat me ha hecho situar allí parte de la historia. He tratado también de ser fiel a la realidad en las descripciones y en los detalles históricos.
Mi más profundo agradecimiento a mis primeros lectores: mi marido, Klaus; mis hijos, Ian y Nina; mi hermana Concha; mi madre, Elia; mis amigos Charo Cálix, Ruth y Mario Soto, que han contribuido a que esta novela sea ahora mejor que en su primera versión. ¡Gracias por estar en mi vida y leer lo que escribo!
Y por último, gracias a los lectores y lectoras que, con su colaboración, harán que esta novela, que sin ellos no sería más que una especie de curioso rompecabezas metido en una caja, se despliegue, se yerga y empiece a latir.