CAPITULO 20

Montreal_mch — Conversación

 

<montreal_mch>: hola

<toguonda>: q quieres?

<montreal_mch>: gracias por aceptarme el privado

<toguanda>; solo lo he hecho para decirt q dejes d en- viarm correos

<montreai__mch>: no has contestado a ninguno

<toguanda>: eso era, en sí mismo, una contestación, no crees? <montreal_mch>: no podemos hablar un poco?

<togucinda>: para q?

<montreal_mch>: quiero hablar con Sara

<toguanda>: no

 

Toguanda cierra la conversación

 

Montreal_mch-Conversación

 

<montreal_mmch>: gracias de nuevo

<toguanda>: m estás jodiend mi sesión d chateo. Y no m

apetec escuchar un montón d gilipollecs. Solo t he vuelto a

admitir para decirt q m dejes en paz. Y ni se t ocurra volver

a llamarm al móvil. M has pillad pq era un número desconocid

<montreal_mch>: por favor, Ana, concédeme solo un rato. Ya no lo soporto más. La sigo queriendo

<toguanda>: por supuesto. Y por eso t follast a otra <montreal_mch>: no. No fue así. Tiene una explicación <toguanda>: otra mentira más. Como le mentist a ella, como nos mentist a tods

<montreal_mch>: reconozco que mentí, y ese fue mi error, pero jamás me acosté con esa mujer

<toguanda>: admites q había 1 mujer en tu cama? <montreal_mch>: reconozco que se dio esa situación, pero solo en la forma, no en el fondo

<toguanda>: eso es solo palabrería. Eso no es verdad q aquella tía estaba en tu cama?

<montreal_mch>: es cierto que esa mujer accedió al ático, no me explico aún cómo, y que simuló todo aquello, pero solo fue eso. Una trampa para hacerme danyo, para acabar con mi relación con Sara <toguanda>: no t creo

<mantreal_mch>: es largo de contar, Ana, y complicado. Sé que estás enfadada, sé que ella está enfadada, que tuvo toda la razón del mundo en apartarme de su lado. Sé que es muy difícil de creer, pero no enganyé a Sara de ese modo

<montreai__mch>: Ana?

 

Toguanda cierra la conversación

 

Montreal _mch-Conversación

 

<montreal_mch>: pensé que ya no querías hablar conmigo <toguanda>: y no quiero. El otro día Sara volvió temprano d trabajar y casi m pilló chateand contigo. No estoy dispuesta a arriesgar mi amistad por ti

<montreal_mch>: por favor, Ana, solo pido una oportunidad para explicarme. Creo que ya he dejado pasar demasiado tiempo. Es hora de aclararlo

<toguanda>: tuvist tu oportunidad con ella y la jodist. Punto <montreat_mch>: no harías lo que fuera por ella?

<toguanda>: por ella, no por ti

<montreal_mch>: no es por mí. En ningún momento lo sería. Sería por ella

<toguando>: no t creo

<montreal_mch>: cómo está?

<toguanda>: no voy a decírtelo

<montreal_mch>: Ana, por favor, por eso he querido primero hablar contigo. Tú la conoces mejor que nadie, confía en ti. Pensé que tal vez podrías interceder entre nosotras. Solo quiero tener un minuto con ella para explicarle qué pasó.

<toguanda>: d qué serviría?

<montreal_mch>: si algo hice mal, si hay algo de lo que me arrepiento es el no habérselo contado todo, toda la verdad. Ese fue mi error

<toguanda>: sí, claro, m hubiera gustad escuchar eso: cariño, m folio a otra, pero t quiero, no lo dudes

<montreal_mch>: no me acosté con nadie. No fue eso lo que pasó. Solo fui culpable de ocultarle algo, pero jamás la enganyaría con otra persona. Nunca

<taguanda>: no t creo. Y ella tampoc. La jodist, Maca. Le hicist mucho daño. Y ahora m pides q t haga de intermediaria para volver a joderla? Y pq ahora? Ha pasad medio año

<montreaí_mch>: no es ahora, lo ha sido desde el primer día. Pero ya no puedo más. No puedo olvidarla. La quiero

<toguanda>: demasiad tarde

 

Toguanda cierra la conversación

Imagen

 

Imagen

 

 

 

Toguanda — Conversación

 

<toguanda>: bien, akí estoy. Habla

<montreal_mch>: debes entender que esto no es fácil para mí. Es la primera vez que hablo de ello. No sé por dónde empezar

<toguanda>: no m vengas ahora con esas. Soy una persona muy impacient. O m lo cuentas o cierro. Y no t pongas ahora a escribir una parrafad y m tengas aki mirand a las musarañas, tengo déficit d atención. M lo vas contand poco a poco, así decidiré si continuar o no

<montreal_mch>: hace un tiempo conocí a alguien más joven que yo, una universitaria. Se llamaba Alba. Me gustó y fui a por ella, pese a sus reticencias. Ella estaba saliendo con alguien, pero a mí nunca me había importado eso e hice que a ella dejara de importarle por esa noche. Nos acostamos. Normalmente nunca paso de ahí, pero esa chica me atraía. Yo en aquella época tenía muchas presiones en el trabajo y necesitaba distracción. Le dije que volviéramos a vernos, pero se negó. Me dijo que estaba arrepentida de haber enganyado a su novia, que la quería, y que no volvería a hacerlo

<toguanda>: dónd estab la novia?

<montreai_mch>: fuera, en no sé qué asunto de trabajo. Al parecer, se ausentaba de vez en cuando, algo que me convenía mucho. La acosé, lo reconozco. En aquella época no aceptaba un no por respuesta. Simplemente, no entraba dentro de mis planes ser rechazada.

<taguanda>: continúa

<montreal_mch>: nos acostábamos con regularidad. Nos veíamos a escondidas, porque ella seguía con su novia.

Eso era algo que me excitaba, saber que la estaba engarrando conmigo. Y, entonces, un día ocurrió. Había tenido un día muy tenso en el trabajo y solo quería relajarme. Llamé a Alba para quedar con ella, pero se negó. Dijo que creía que su novia sospechaba algo y que estaba en la ciudad. Lo tomé como un reto. Sabía que estaba sola en su casa, así que me presenté allí. Pese a sus reticencias, acabó por ceder y me la llevé a la cama. Allí nos pilló su novia

<toguanda>: momento culebrón. Q pasó?

<montreal_mch>: me fui y las dejé a solas. Horas después Alba se presentó en mi casa hecha un mar de lágrimas. Su novia la había echado de casa. Alba me dijo que había sido mejor así, porque ya no aguantaba más. Que ahora por fin podríamos ser libres. Que se había enamorado de mí

<montreal__mch>: y ese día la dejé. Le dije que acostarnos era todo lo que sacaría de mí, pero que hasta eso me había cansado. Y así era. En cuanto me nombró el amor, dejó de interesarme. Le di dinero para que se buscara un hotel. No se lo podía creer. Cuando se dio cuenta de que iba en serio, se derrumbó

<toguanda>: joder. Sara sabía q eras así d cabrona? <montreal_mch>: le conté algo de mí vida, pero no entré en detalles y mucho menos en esa historia. No quería ahuyentarla. Me había enamorado de ella. Y por eso le mentí, Ana, porque temía perderla

<toguanda>: claro, q bien encaja tod para tus planes, no? Y ahora m dirás q la tal Alba, despechad por tu rechazo, regresó hace unos meses para hacert a ti lo mismo q tú le hicist a ella. Montó la escenita en el ático, consiguiend entrar por no sé q maravilloso sortilegio, y ahí está la fabulosa explicación d todo

<montreol_mch>: no. Alba murió esa misma noche, en la habitación del hotel que le pagué

<toguanda>: ¿¿¿¿¿¿??????!!!!!!!!

<montreal_mch>: creo que se suicidó, aunque dijeron que había sido una muerte accidental. Había alcohol y pastillas, no sé dónde conseguiría estas últimas, tal vez incluso las consiguió con el dinero que le di, no lo sé. Creo que, en realidad, fue más un accidente que algo intencionado. Supongo que querría llamar mi atención. Pero para mí era lo que era. Estaba muerta por mi culpa. Me llamó, esa madrugada, pero no cogí el teléfono. Lo desconecté cuando insistió y la siguiente llamada que recibí fue por la mañana, del gerente del hotel. Alba llevaba mis datos escritos en un papel

<montreal_mch>: eso me hundió. No al principio, la verdad. Durante un tiempo tiré balones fuera. Quise convencerme de que yo no había tenido ninguna culpa, que había sido una reacción exagerada de una chica inmadura. Pero mi conciencia terminó por atraparme. Yo había sido muy consciente en todo momento de lo que hacía y de hasta dónde iba a llegar. Alba no, Alba no tuvo la oportunidad de calibrar los riesgos, yo no la dejé. La enganyé. Desde entonces, mi vida se convirtió en un infierno y solo encontré una salida. Me centré en mi trabajo. Me convertí en una sombra y no volví a relacionarme con nadie

<toguanda>: hasta Sara

<mantreal_mch>: sí, hasta ella. Me fui de Madrid después de aquello. Pedí el traslado. Pero mi pasado me persiguió. Tuve un encuentro muy desagradable. Alguien se encargó de recordarme que no podía volver a empezar. Que, fuera donde fuera, el recuerdo de Alba me seguiría

<montreal_mch>; era Franca, su novia. Solo la había visto una vez, aquella ocasión que nos sorprendió en su casa. Una noche, esa mujer me esperaba al salir del trabajo. Me abordó en el aparcamiento

<montreaí_mch>: estaba furiosa. Me dijo que no me dejaría olvidar, que siempre tendría presente a Alba como la tenía ella. Que la seguía queriendo y que yo era la culpable de su muerte. Y que debía recordarlo, cada día que me levantara y me mirara ai espejo. Vi brillar algo en su mano. No tuve tiempo de reaccionar. El cuchillo me hirió en la barbilla

<toguanda>: esto suena cad vez más a un puñetero culebrón, no m lo creo

<montrea!_mch>: por favor, créeme, fue así. Así conocí a Sara

<toguanda>: QUÉ???!!!

<montreal__mch>: todo esto que te estoy contando ocurrió semanas antes de encontrarnos en el Muschel, pero esa fue, en realidad, la segunda vez que la vi. Ya la había visto antes. En el hospital. La primera vez que vi a Sara fue en el hospital

<toguanda>: ahora m estoy perdiend

<montreal_mch>: en la sala de Urgencias. Sara estaba sentada junto a otra chica. Quizás fueses tú, no lo sé. Solo la recuerdo a ella. A su sonrisa. Esa fue la primera vez que vi su sonrisa. No sabría explicarlo y supongo que es difícil de entender, pero fue como una luz en la oscuridad. Yo estaba allí, hundida, pensando en que todo era una mierda, que yo era una mierda, y había una chica sonriendo. No a mí, pero eso daba igual. Yo estaba perdida, no podía pensar en nada positivo, solo sentir oscuridad dentro de mí y, de repente, una desconocida esbozaba una sonrisa

<montreal_mch>: sabes qué sentí al verla sonreír? Que todo podía volver a ser sencillo. No para mí, no de forma definitiva, estaba demasiado hundida para eso, pero fue como si el mundo perdiera por un instante todos esos desagradables sonidos que había hecho estallar a mi alrededor y solo existiera el silencio, el silencio dentro de mí. Y lo consiguió tan solo así. Sonriendo.

<toguanda>: ese flipe t dio antes o después de q t metieran un chute d diazepán? Sigue sonándom a película

<montreal_mch>: por favor, créeme. No volví a ver a Sara hasta aquella noche en el pub. La reconocí. Confieso que la busqué. En Urgencias me fijé en el tatuaje del labrys que lleva en el cuello. Pero no pensaba tener tanta suerte y, además, podía ser que el tatuaje no significara nada.

Hice un par de salidas por el ambiente y la segunda vez fue cuando la vi, en el Muschel

<toguanda>: así q el tatuaje se convertiría en una pista para… para q exactament, Maca? Buscast a Sara a propósito para después no hacer nada? Cómo explicas eso? Pasast de ella en el pub, que yo recuerde <montreal_mch>: supongo que te refieres a cuando me marché, esa primera vez. Pensaba que estaba contigo. No quería volver a eso. No otra vez

<toguanda>: y la segunda vez q os visteis? Sara me contó q no se lo pusist fácil

<montreal_mch>: no lo tenía claro, Ana. Para empezar, ni siquiera pensé que la encontraría. En realidad, perseguía una fantasía, una sonrisa encontrada en una mala noche. La busqué, pero no me planteé qué haría si la encontraba. Hacía tiempo que había renunciado a relacionarme con nadie. Cuando se acercó a mí en el pub, aquella noche, fue toda una sorpresa. Desde esa noche, hasta que le dije que la quería, había estado debatiéndome entre seguir con aquello o no. Me daba miedo, esa es la verdad

<toguanda>: tú, miedo? La superejecutiva con una abultada cuenta en el banco? La mujer d mundo?

<montreal__mch>: la mujer perdida, Ana. No te imaginas lo que es vivir con algo así. Reconozco lo que he sido. Y eso es lo que quería dejar atrás. Creí que podría hacerlo, con Sara

<toguanda>: mala táctica. Lo d engañarla, joderla y romperle el corazón. Hay una cosa q no has terminad d contar. Y la loca del cuchillo? En la cárcel?

<montreal__mch>: desapareció. Ni siquiera la denuncié. Dije que había sido atacada por un hombre y que no había podido verle bien

<toguanda>: m estás diciend q dejast suelta a una tía así????!!!!!

<montreal_mch>: tal vez fueron mis propios remordimientos. No volví a saber nada de ella. Me convencí de dos cosas: de que me merecía su ataque, y de que ella, tal vez, se había asustado de lo que había hecho

<toguc¡nda>: sigue sonándom a novela d sobremesa <montrea}_mch>: no me crees?

<toguanda>: si t digo la verdad, no sé q creer. La tía del ático era Franca?

<montreal_mch>: sí. No sé cómo pudo acceder. Solo puedo contarte cómo empezó. Su acoso se inició al poco de que Sara viniera a vivir conmigo. Franca empezó a llamarme, tampoco sé cómo averiguó mi nuevo número o dónde vivía. Estaba desquiciada. Me decía que no tenía derecho a ser feliz. Una de esas veces, una noche, llamó muy tarde y me amenazó. Me dijo que estaba debajo de casa y que no se iría hasta que no hablara con ella. No tuve más remedio que salir. Y mentirle a Sara

<toguanda>: con esas llamads ella empezó a sospechar <montreal_mch>: tendría que haberlo supuesto. Lo hice todo mal. Desde el principio

<toguanda>: tan difícil era contarle la verdad?

<montreal_mch>: tan terrible. Qué podía hacer? Decirle: sabes que la primera vez que te vi yo sangraba por una cuchillada que me hizo la ex de una pobre chica a la que yo probablemente empujé al suicidio? Eso querías que le dijera? Cómo crees que habría reaccionado?

<toguanda>: Sara t habría escuchad

<montreal__mch>: pensé que podría manejarlo yo sola. Que podría alejar a esa mujer de mí y, sobre todo, de Sara. Me amenazó con hacerle danyo, Ana, y empecé a ser consciente de que podía cumplir su amenaza. Aquella manyana, cuando pasó lo del ático, y llamé a Sara al móvil y no me contestó, y tampoco estaba en la librería… creí volverme loca. Pensé que esa mujer había cumplido su amenaza y le había hecho algo. Fui una estúpida. Me creí capaz de manejar algo así, que después volvería a casa y la sonrisa de Sara restauraría la paz dentro de mí, y que eso haría que

todo valiera la pena. Pero lo que hizo fue destruirlo todo. No tendría que habérselo ocultado, ahora lo sé. Al menos habría podido evitar que me odiara

<toguanda>: no t odia

<montreal_mch>: no?

<montreal_mch>: Ana?

<toguanda>: olvida lo q he dicho

<montreal_mch>: por qué? Habla alguna vez de mí?

<toguando>: nadie habla de ti nunca, desd entonces <montreal_mch>: yo, por el contrario, no dejo de recordarla. Lo he hecho cada día durante todos estos meses

<toguanda>: mira, vamos a dejarlo aki

<montreol_mch>: me ayudarás?

<toguanda>: tengo q pensármelo

<montreal_mch>: por favor

<toguanda>: sabes q tan solo por estar habland contigo la estoy traicionand? No m presiones. Le rompist el corazón. Y si se entera de esto, ella m romperá la nariz a mí

<montreal_mch>: esperaré

<toguanda>: no t hagas muchas ilusiones

 

Toguanda cierra la conversación

Imagen

 

Imagen