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El «MPR» llegó a la entrada del Precinto Octavo. En la oscuridad que precede al amanecer, las lámparas de metal, a cada lado de la puerta, relucían verdosamente... alerta contra la maldad de la ciudad. Burrows vaciló momentáneamente antes de salir del coche.

—Bueno, supongo que será mejor empezar a redactar el parte.

Los partes y los informes formaban parte de su vida, pero siempre le resultaban molestos.

—De acuerdo —asintió Jensen—. Yo iré a Homicidios y enviaré mi informe a Manhattan East. Luego, empezaré con el ID.

—Siempre existe la posibilidad de que la familia del fulano lo eche en falta.

Quizá fuese la hora o la noche, porque Jensen sintióse estólidamente filósofo.

—No sé, pero, ¿has observado que estas cosas raras jamás les suceden a los tipos que tienen una familia? No es que los hombres con familia no se metan en líos, pero desde luego, no en esa clase de problemas.

Deliberadamente, Burrows eludió el significado de las palabras de su compañero.

—Seguro —accedió—. Si ese individuo no es de la ciudad, pudo ser secuestrado. Mas no parece rico. Si no vive en la ciudad, posiblemente tardarán más en darle por desaparecido.

—Tal vez nadie lo reclame —observó Jensen.

Burrows abrió la portezuela del coche y salió.

—Hasta luego.

Pegó un portazo y fue hacia el Precinto, en tanto el coche se alejaba. Encendió un cigarrillo y entró. El sargento de guardia levantó la mirada, saludándole.

—Me han dicho que tiene un buen caso —manifestó.

Burrows dijo que sí, que tenía un buen caso, y trepó los escalones hasta el segundo piso donde estaba la sala de detectives.

Sentándose a su mesa, empezó a redactar el informe del homicidio, indicando en la esquina superior derecha «Preliminar y tentativo».

Nombre: desconocido.

sexo: masculino.

señas: desconocidas.

familiares: desconocidos.

edad: 35 a 45 años.

color: blanco.

cabello: castaño claro.

ojos: azules.

peso: ochenta y cinco kilos.

estatura: metro ochenta.

marcas de identificación: cicatriz en la espalda.

dirección donde se halló el cadáver: Newton Mews, 36.

hora de la muerte: 11 noche a 2 madrugada.

método de muerte: puñalada.

testigos: ninguno.

notificado por: Bianca Hill.

dirección: Newton Mews, 36. Nueva York.

Burrows consultó el reloj de la pared. Eran más de las cuatro. Salía de servicio a las ocho de la mañana. Le quedaban todavía cuatro horas y había trabajado poco. No estaba preocupado; era un hombre cachazudo, y había aprendido un factor muy importante: el tiempo siempre está al lado de la justicia.