29 Compárese Lettera rarísima di Chistoforo Colombo del 7 di julio, 1503, p. 11, con Herrera y Tordesillas, Década I, pp. 123-131. No hay cosa más tierna ni más patética que la expresión de tristeza que reina en esta carta de Colón escrita en la Jamaica y dirigida a los reyes católicos Fernando e Isabel. Recomiendo, particularmente a los que quieran estudiar el carácter de aquel hombre extraordinario, la narración de la visión nocturna en la que, en medio de la tempestad, una voz celestial le tranquilizó con estas palabras:
“Idio maravigliosamente fece sonar tuo none nella terra. La Indie que sono parte del mondo cosi rica, te le ha date per tue; tu le hai repartite dove ti e piaciuto, e ti dette potencia per farlo. Delli ligamenti del mare Océano che erano serrati con catene cosi forte ti donó le chiave, etc.”
Este trozo, lleno de elevación y de poesía, sólo ha llegado a nosotros por una antigua traducción italiana: porque el original español, citado en la biblioteca náutica de don Antonio, no se ha encontrado hasta ahora. Podríamos añadir otras expresiones bien candorosas en boca del que descubrió el Nuevo Mundo: “Vuestra Alteza puede creerme, decía, que el globo de la tierra no es, ni con mucho, tan grande como lo cree el vulgo. Siete años he permanecido en vuestra corte y en todo este tiempo se me decía que mi empresa era una locura. Hoy que les he abierto el camino, hasta los sastres y los zapateros piden privilegios para ir a descubrir nuevas tierras. Perseguido y olvidado como estoy, nunca me acuerdo de la Española y de Paria sin que mis ojos se llenen de lágrimas. Hace veinte años que me hallo al servicio de vuestra alteza y todos mis cabellos han encanecido, mi cuerpo se ha debilitado, y ya no puedo llorar, pianga adesso il cielo e pianga per me la terra; pianga per me chi ha carita, verita, giustizia”. Lett. rar., pp. 13, 19, 34 y 37.<<