4.
No tenía ninguna doctrina esotérica-guardada para unos cuantos elegidos; al contrario, lo que quería era que la ley de la naturaleza fuera tan llana y ampliamente conocida como fuera posible para que se beneficiara de ella el máximo posible de gente.
Tampoco tenía ningún interés en establecer una secta o culto a su personalidad; sostenía que la personalidad del que enseña es de menor rango que la enseñanza, y su propósito era mostrar a los demás la forma de liberarse y no convertirlos en devotos ciegos. Dijo a un seguidor que mostraba una veneración excesiva hacia él:
¿Qué consigues con mirar este cuerpo, que está sujeto al proceso de corrupción? Aquel que ve el Dhamma, me ve a mí; aquel que me ve a mi, ve al Dhamma