Ramón Muñoz (Madrid, 1971) es ingeniero técnico de Obras Públicas y técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales. Compagina su actividad profesional con la escritura, centrada hasta el momento en el relato corto de ciencia ficción y la novela histórica. En 1998 inició su andadura con «Días de tormenta», un crudísimo relato sobre el negocio de fabricación de prótesis para heridos de una olvidada guerra del mañana. Con el excepcional retrato psicológico de «Bajando» obtuvo el premio Alberto Magno en 1999 y con «D de destructor», el Domingo Santos de ese mismo año. Seguirían historias magníficas como «El paso del mar calmo», «Hades», «Arañas», «Los sirvientes», «Proteo en el escenario», «Survillión», «Transformándose», «Arquitectura fascista» y «Las sombras peregrinas», una originalísima incursión en un subgénero nuevo, el de la fantasía costumbrista rural. En 2004 ganó el premio Ignotus de Novela Corta por «Imperio» y en tres ocasiones el Pablo Rido, por «Los cazadores de nubes». (2001), «En la casa del veneno». (2005) y «Hacia el Survillión». (2007).

Buena parte de su obra se encuentra recogida en Transformándose (Mandrágora, 2007), una de esas antologías imprescindibles de autor único, como El círculo de Jericó de César Mallorquí, Besos de alacrán de León Arsenal y Sagrada de Elia Barceló. Además, ha colaborado como articulista y crítico literario en diversas revistas y en el ensayo De profundis (Artifex Ediciones, 2000). Recientemente ha publicado su primera novela histórica: La tierra dividida (Pàmies, 2012), y ya prepara la segunda.

Muñoz gusta ambientar sus historias en un futuro próximo, que describe con un particular estilo hiperrealista, introspección obsesiva y un soberbio manejo del lenguaje al servicio de la trama. Narraciones intimistas y trascendentes que dibujan un mundo al borde del apocalipsis, donde moran personajes que han perdido totalmente el rumbo de sus vidas.

«En el filo» es buen ejemplo de lo anterior. Se inicia como una investigación por parte de un inspector de policía caído en desgracia de unas muertes sospechosas acaecidas en una ciudad flotante del mar de China, tras una Gran Guerra de la que se ofrecen escasos detalles. Un cuento que supone el retorno a la primera línea del género de un excelente prosista, un ejemplo que esperemos sigan pronto otros importantes narradores españoles.