41 Un caso interesante es el del magnate azucarero Julio Lobo. Conociendo el excepcional talento industrial y pericia financiera de Lobo, Ernesto Guevara le hizo una oferta que él consideraba generosa: expropiarlo pero ofrecerle un puesto de asesor con el gobierno revolucionario. (John Paul Rathbone. The Sugar King of Havana: The Rise and Fall of Julio Lobo, Cuba’s Last Tycoon, The Penguin Press HC, 2010).<<